Con la decisión de la OPEP+ de recortar la producción de petróleo y los datos del mercado laboral que marcan un buen dinamismo del nivel de actividad, se desvanecieron las esperanzas de que se modere el ajuste monetario. Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a subir y los principales índices bursátiles operaron con una leve baja luego de haber marcado dos jornadas de fuerte repunte.

Concretamente, a pesar de la presión de EE.UU, la OPEP+ definió recortar la producción en 2 millones de barriles por día, el doble a lo que se esperaba una semana atrás. Vale destacar que varios de los países miembros ya venían bombeando por debajo de las cuotas establecidas, lo que permitiría acotar el impacto de la medida. A esto se sumó el informe de la Agencia Internacional de Energía (EIA) que mostró que las existencias de crudo de EE.UU. cayeron inesperadamente en 1,356 millones de barriles la semana pasada, la segunda caída consecutiva y la mayor en cinco semanas. Esto le dio soporte al precio del petróleo que en la jornada de ayer subió 1,5% hasta USD 88 el barril, acumulando en la última semana una ganancia de 8%. 

En cuanto a los datos económicos, la revisión final del PMI de servicios marcó 49,3 puntos que, si bien es el tercer mes consecutivo que se ubica por debajo de los 50 puntos – síntoma de desaceleración de la actividad -, fue levemente superior a la estimación previa y marcó un importante respecto al dato de agosto cuando se había marcado en 43,7 puntos. Con este resultado, sumado al PMI manufacturero de 52 puntos, el PMI compuesto de septiembre se revisó ligeramente al alza a 49,5 puntos desde un preliminar de 49,3, lo que apunta a una contracción mucho menor en la actividad del sector privado que en el mes anterior que había sido de 44,6 puntos. Las presiones sobre los precios en los sectores de fabricación y servicios disminuyeron en medio de informes sobre la caída de algunos costos de insumos que se trasladaron a los clientes en un esfuerzo por impulsar las ventas. Los proveedores de servicios lideraron la mayor confianza empresarial, mientras que los fabricantes se mostraron un poco más pesimistas que en agosto en medio de preocupaciones por la inflación.

Mientras se esperan los datos oficiales del mercado laboral de septiembre, ayer se publicó el informe de ADP, que si bien refleja que la creación de empleos es menos dinámica que en el primer semestre, tuvo un leve repunte respecto al dato de agosto. Concretamente, las empresas privadas en los EE. UU. crearon 208 mil puestos de trabajo, levemente por encima de los 185 mil de agosto, como así también de las expectativas del mercado que apuntaban a 200 mil. 

El déficit comercial de bienes y servicios de EE.UU continúa cediendo y en agosto llegó a USD 67.400 M, el más bajo desde mayo del año pasado y ligeramente por debajo de las previsiones del mercado. La baja que viene registrando el déficit comercial se explica por un menor déficit en el saldo de bienes y mayor superávit en el de servicios. En cuanto al dato de agosto, se explicó por una disminución en el déficit de bienes de USD 3,4 M - USD 87,6 M - y una disminución en el superávit de servicios de USD 0,4 M - USD 20,2 M -. Las importaciones totales disminuyeron un 1,1% m/m mientras que las exportaciones cayeron 0,3% m/m. Medidas en valores constantes, las exportaciones subieron 1,8% m/m y las importaciones cayeron 0,5% lo que permite una mayor contribución al crecimiento del PBI.

La suba de tasas golpea cada vez más al mercado inmobiliario. La tasa de interés de contrato promedio para hipotecas de tasa fija a 30 años anotó la séptima suba consecutiva y alcanzó el 6,75% en la última semana de septiembre de 2022, la más alta desde julio de 2006 – hace un año la tasa hipotecaria era apenas superior al 3,0% -.

Con los últimos indicadores publicados, la estimación del Nowcast de la FED de Atlanta para el PBI del 3Q 22 subió al 2,7% t/t anualizado, frente al 2,3% del 3 de octubre. La mejora fue generalizada para los componentes de la demanda: el consumo estaría subiendo 1,1% (vs 0,7% de la estimación pasada), la inversión interna estaría moderando su caída a 3,6% (vs 4,1%) mientras que el pronóstico actual de la contribución de las exportaciones netas al crecimiento del PIB aumentó de 2,21 pp a 2,24 pp.

Con este marco de fondo, los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano operaron al alza con UST2Y subiendo hasta 4,15% mientras que la de los UST10Y repuntó hasta 3,75%. Esto golpeó a todos  los índices de renta fija, especialmente los más riesgosos. Concretamente, los bonos Investment grade cayeron 0,8%, los High Yield 0,4% mientras que los emergentes recortaron gran parte de las ganancias que habían marcado en las jornadas anteriores con una baja de 1,9%.

Los tres principales índices bursátiles americanos cedieron, aunque recortaron las pérdidas a lo largo de la jornada. El S&P bajó sólo 0,2% dado que el alza de 2,2% en el sector energético compensó las pérdidas en el resto de los sectores, entre los que se destacó el sector de utilities y materiales.