Los mercados globales iniciaron la semana con un tono positivo, impulsados por las expectativas de un inminente acuerdo comercial entre EE. UU. y China. Este optimismo favoreció una fuerte suba de las acciones, que alcanzaron nuevos máximos históricos, y un avance en los commodities agrícolas, con la soja destacándose ante la posibilidad de que China retome sus compras. En contrapartida, el oro retrocedió al disminuir la demanda por activos de refugio, mientras que el dólar se debilitó levemente frente a las principales monedas. En renta fija, los rendimientos se mantuvieron estables a la espera de la decisión de política monetaria de la Fed, con un mercado que ya descuenta un nuevo recorte de tasas esta semana.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que existe un “marco muy exitoso” para que los presidentes Trump y Xi mantengan conversaciones el jueves. El acuerdo propuesto podría incluir la postergación de las restricciones chinas a la exportación de tierras raras, la cancelación de los aranceles del 100% sobre productos chinos que entrarían en vigor el próximo mes y la reanudación de las compras chinas de soja estadounidense.
Gracias al optimismo sobre la reanudación de las relaciones bilaterales, las acciones volvieron a subir y alcanzaron nuevos máximos históricos. El Nasdaq lideró las ganancias con un avance de 1,72%, seguido por el S&P 500 con un 1,05%, en tanto que el Dow Jones aumentó un 0,51%. Los sectores de servicios de comunicación y tecnología encabezaron las alzas, con Nvidia, Broadcom, Alphabet y Tesla registrando subas de entre 2% y 4%.
En renta fija no se registraron cambios en las tasas y la UST10Y se mantuvo estable en 3,99%. El mercado da por descontado un recorte de 25 pb en la reunión de la Fed del miércoles, así como en la de diciembre. Con la tasa neutral, el índice de bonos del Tesoro también permaneció sin variaciones, mientras que se observaron subas en instrumentos de mayor riesgo: los corporativos avanzaron un 0,1% y 0,3% para Investment Grade y High Yield, respectivamente. En paralelo, la deuda de mercados emergentes fue la más beneficiada, con un alza de 0,7%.
Por otro lado, el dólar perdió impulso a nivel global. El DXY cayó un 0,15% a raíz de una suba de 0,2% en el euro y una baja de 0,2% del dólar frente al yen japonés. En Brasil, la divisa retrocedió un 0,3% y cerró en USDBRL 5,37. Por su parte, el oro continuó corrigiendo y cayó un 2,9% hasta USD 3.991 la onza, debido a que el potencial acuerdo entre ambas potencias redujo la demanda por activos de refugio, sumado a una toma de ganancias –aun con esta baja, el oro acumula un aumento de 52,1% en el año–.
En commodities, la soja fue la más beneficiada, con un alza de 2,4% que la llevó a USD 392 la tonelada. El aumento respondió al mayor optimismo por un posible acuerdo comercial entre EE. UU. y China que podría reactivar las compras del cultivo. El gigante asiático anunció que ambos países alcanzaron un consenso básico sobre temas económicos y comerciales clave, allanando el camino para la reunión entre los presidentes Trump y Xi prevista para el jueves. Por su parte, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, señaló que, bajo el acuerdo que se finalizará próximamente, China compraría un volumen “sustancial” de soja. En cambio, el WTI cayó un 0,2% y cerró en USD 61,4 por barril, presionado por temores de exceso de oferta pese al entusiasmo por el posible acuerdo comercial entre ambos países. El apoyo inicial tras el anuncio de un “marco sustancial” se vio limitado por proyecciones de la AIE que anticipan un superávit de crudo, impulsado por la fuerte producción de EE. UU., Canadá, Brasil, Guyana y Argentina. Además, las sanciones de EE. UU. a Rosneft y Lukoil (compañías petroleras) generaron preocupación por la oferta rusa.

