El lunes comenzó con caídas en las acciones y subas en las tasas, producto de la rebaja en la calificación crediticia de EE. UU. Sin embargo, los principales índices lograron recortar gran parte de las pérdidas y las tasas se mantuvieron neutrales. El perdedor de la jornada terminó siendo el dólar, que se depreció a nivel global, mientras que subieron el oro y el petróleo. Trump se comunicó con Vladimir Putin y anunció que Rusia y Ucrania iniciarían negociaciones para lograr un alto el fuego y el fin de la guerra, lo que pudo haber traído calma a los mercados.
Moody’s rebajó la calificación crediticia soberana de EE. UU., convirtiéndose en la última de las principales agencias en abandonar la calificación triple A. Este evento se suma a las señales de alarma sobre el aumento del déficit, en línea con la visión de la Fed y parte del mercado. Mientras tanto, el paquete de recorte impositivo propuesto por el presidente Trump —que incluye un monto elevado en reducciones fiscales sin financiamiento— fue aprobado durante el fin de semana, lo que extiende la política fiscal expansiva pero agrava las preocupaciones por la deuda.
La renta variable comenzó la rueda con bajas que se fueron recortando a lo largo de la jornada. El S&P 500 terminó neutral, en tanto que el Nasdaq 100 retrocedió 0,1% y el Dow Jones avanzó un 0,3%. Tesla y Palantir cayeron entre un 2,3% y 2,5%, mientras que Apple perdió un 1,5%, liderando una jornada negativa para el sector tecnológico. Por otro lado, UnitedHealth subió un 7%, recortando parte de las fuertes pérdidas acumuladas en el año.
En renta fija, la UST10Y se mantuvo en 4,45% de tasa, al igual que la UST2Y. Así, tanto los bonos del Tesoro como los corporativos Investment Grade y High Yield retrocedieron 0,1%, mientras que los emergentes se mantuvieron neutrales.
La rebaja en la calificación crediticia soberana de EE. UU. también afectó al índice dólar DXY, que retrocedió un 0,7% y cerró en 100,4, explicado mayormente por una caída de 0,6% frente al euro y a la libra.
El petróleo WTI subió marginalmente a USD 62,7 por barril. Había comenzado a la baja debido a datos económicos débiles de China y la rebaja de la calificación crediticia de EE. UU., aunque luego se revirtió. Por su parte, el oro sacó provecho de la situación al incrementarse su demanda como refugio de valor y subió un 1,0%, alcanzando un valor de USD 3.233 la onza.