El jueves continuó el optimismo tras conocerse el dato de empleo de junio en EE. UU., que resultó mejor a lo esperado, y también se publicó el PMI de Servicios del ISM del mismo mes, que mostró una leve expansión. Las acciones reaccionaron positivamente y marcaron nuevos máximos, mientras que las tasas subieron nuevamente. El dólar logró avanzar tras tres ruedas consecutivas de caídas, al tiempo que el oro retrocedió. En commodities, cayeron el petróleo y el cobre.
En junio de 2025, la tasa de desempleo en EE. UU. bajó al 4,1% desde el 4,2% previo, sorprendiendo al mercado que esperaba un aumento. El empleo no agrícola creció en 147 mil puestos, superando las expectativas y manteniendo la tendencia promedio anual. El sector público y la educación estatal impulsaron gran parte del aumento, mientras que el empleo federal siguió cayendo.
Los tres principales índices de renta variable avanzaron más de un 0,7% y tanto el Nasdaq (+1,0%) como el S&P 500 (+0,8%) anotaron nuevos máximos. Por su parte, el Dow Jones avanzó un 0,8%. Esta nueva suba se dio tras el dato de empleo, que generó optimismo. El sector tecnológico lideró las subas: Nvidia ganó un 1,3% y Synopsys saltó un 4,9%, impulsadas por sólidos resultados vinculados a la inteligencia artificial y la decisión de la Casa Blanca de levantar las restricciones a la exportación de software de diseño de chips hacia China.
En renta fija, ante un dato de empleo sólido que muestra una economía resiliente, la UST2Y subió 10 pb, alcanzando un 3,89%. Al mismo tiempo, la UST10Y avanzó 5 pb hasta 4,35%. De esta manera, el mercado descartó la probabilidad de un recorte de tasas en julio y descuenta dos recortes de tasas para lo que resta de 2025: uno en septiembre y otro en diciembre. A pesar de la mala rueda para los soberanos, los bonos de Mercados Emergentes y los corporativos High Yield avanzaron un 0,2% y un 0,1%, respectivamente, mientras que los Investment Grade retrocedieron un 0,2%.
El dólar mostró una leve suba a nivel global. El DXY avanzó un 0,4% y cerró en 97,16, al mismo tiempo que el oro retrocedió un 0,9% y cerró en USD 3.326,9 la onza. El euro cayó un 0,4% frente al dólar, mientras que el dólar avanzó un 0,9% frente al yen. En Brasil, el dólar sumó otra caída del 0,4% y el USDBRL cerró en 5,40, acercándose a una baja del 13% en lo que va de 2025.
Para commodities, fue una rueda mayormente bajista, con una caída del 0,4% para el petróleo WTI, que cerró en USD 67,2. Este retroceso estuvo ligado a una menor expectativa de demanda por parte de China, que sufrió una desaceleración en el sector de servicios. Por otro lado, el cobre retrocedió un 1,0%.
En junio de 2025, el PMI de Servicios del ISM subió a 50,8, indicando una leve expansión tras un mes de contracción. Mejoraron la producción, los nuevos pedidos y los inventarios, aunque el crecimiento sigue siendo lento y persiste la incertidumbre económica. La presión sobre los precios disminuyó un poco, pero las preocupaciones por tarifas y tensiones en Medio Oriente se mantuvieron, sin afectar la cadena de suministro. Sin embargo, los pedidos acumulados y la entrega de proveedores mostraron una desaceleración.