La amenaza de una escalada en el conflicto del Medio Oriente, en un contexto donde la lucha global contra la inflación persiste, impactó negativamente en los mercados financieros. Esta semana fue adversa tanto para los bonos como para las acciones. Los únicos activos que escaparon a esta tendencia fueron el petróleo y el oro, que nuevamente se convirtieron en el refugio de los inversores en estos episodios de incertidumbre. La actividad económica en EE. UU. se mantiene sólida y, con una inflación por encima del objetivo de la política monetaria, continúa brindando margen a la Fed para mantener su sesgo contractivo. A esto se añade el deterioro de las cuentas públicas, que, en un ambiente político sin consenso sobre el límite de la deuda, sigue impulsando los rendimientos de los bonos del Tesoro, especialmente los de más largo plazo. Estos últimos alcanzaron su nivel más alto en los últimos 15 años, con la UST10Y llegando al 5% por primera vez desde junio de 2007. Las miradas de esta semana estarán puestas en los planes de Israel para avanzar sobre Gaza, mientras que en la agenda económica estadounidense destacarán los datos de ingresos y gastos personales de septiembre, la primera estimación del PBI del 3Q23 y la temporada de balances.
La amenaza latente. El conflicto en el Medio Oriente, desatado tras el ataque terrorista de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre, continúa captando la atención internacional. Cabe recordar que la Franja de Gaza es territorio palestino, pero desde 2005 está bajo el gobierno del grupo extremista Hamás. En contraste, Cisjordania —la otra región de Palestina— está gobernada por Mahmud Abás, miembro de la Autoridad Nacional Palestina. A raíz del atentado, Israel ha reforzado sus fronteras y se prepara para una incursión terrestre en Gaza con el objetivo de desmantelar las capacidades de Hamás y rescatar a más de 200 rehenes israelíes. Este movimiento ha provocado protestas en aumento a lo largo del Medio Oriente y ha intensificado los temores de que la guerra pueda escalar a un conflicto regional más amplio. Por su parte, Irán parece inclinado a evitar una confrontación militar directa con Israel. No obstante, apoyaría a sus aliados en ejercer presión sobre Israel a través de una guerra en múltiples frentes: en Gaza, Cisjordania y el Líbano, donde opera Hezbolá. Esto representa un riesgo significativo y podría profundizar el conflicto. Israel cuenta con el apoyo militar y económico de EE. UU. y Europa, aunque muestran ciertas reservas respecto a la estrategia israelí de ingresar en Gaza. A diferencia del conflicto de 2014, que duró menos de dos meses, el enfrentamiento actual parece tener perspectivas de ser mucho más prolongado.
Suben el petróleo y el oro. El temor en los mercados es que la expansión del conflicto podría resultar en bloqueos en el estrecho de Hormuz, a través del cual circula aproximadamente el 25% de la oferta global de petróleo. A esto se añade que los inventarios globales de petróleo están en niveles mínimos, mientras que la OPEP continúa con sus recortes de oferta. En este escenario, el petróleo Brent experimentó un aumento del 1,9% en la semana, y el WTI subió un 0,4%, cerrando en USD 92,5 y USD 88,1, respectivamente. Ambos acumulan una subida del 9% desde el inicio del conflicto. A pesar de este incremento, todavía se encuentran por debajo de los niveles registrados a fines de septiembre. Por otro lado, el oro siguió funcionando como un activo defensivo, registrando un aumento semanal del 2,5% y cerrando en USD 1.980 la onza. En lo que va del mes, ha acumulado una ganancia del 8%. En cuanto al resto de los commodities, mostraron un comportamiento mixto: mientras que los productos agrícolas operaron al alza —con un 1,7% para la soja y un 1,1% para el trigo—, los metales lo hicieron a la baja, con el cobre perdiendo un 1,1%.
Locomotora americana. La robustez de la economía estadounidense se consolidó aún más esta semana con los datos de ventas minoristas en EE. UU., que en septiembre aumentaron un 0,7% m/m, superando las expectativas del 0,3% m/m. Asimismo, las construcciones de viviendas subieron un 7% m/m en septiembre, recortando la pérdida del 12,5% m/m registrada en agosto. Además, el mercado laboral continuó mostrando niveles históricamente ajustados, con el número de solicitudes de desempleo disminuyendo en 13 mil con respecto a la semana anterior, situándose en 198 mil, la cifra más baja desde enero de 2023 y muy por debajo de las estimaciones del mercado de 212 mil. En este escenario, el nowcast de la Fed de Atlanta elevó su proyección de crecimiento del PBI para el 3Q23 a un 5,4% t/t anualizado, cifra significativamente más alta que el 2,1% registrado en el trimestre anterior.
Tasas en alza y la curva en vías de normalización. En una conferencia en el Club Económico de Nueva York, Jerome Powell ofreció un discurso con muchas aristas. Si bien subrayó la fortaleza de la economía estadounidense, la persistente rigidez en el mercado laboral y la elevada inflación —que sigue muy por encima del objetivo anual del 2%—, indicó que estos factores podrían justificar futuros aumentos en las tasas de interés para enfriar la economía. No obstante, señaló que el aumento en los tipos de interés de largo plazo ya está contribuyendo a ese objetivo. A pesar de estas declaraciones y de las proyecciones del FOMC, el mercado anticipa que las tasas se mantendrán sin cambios, con un 100% de probabilidad para la reunión del 1 de noviembre y un 80% para la del 13 de diciembre. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron en ascenso, especialmente los de mayor duración. El UST10Y cerró en 4,91%, con un incremento de 28 pb durante la semana, mientras que el UST30Y se situó en 5,08%, subiendo 30 pb en el mismo periodo. En contraste, la UST2Y aumentó apenas 2 pb, llegando al 5,07%. De este modo, el diferencial entre las tasas de corto y largo plazo se redujo al nivel más bajo desde julio de 2022.
Temporada de balances. Hasta la fecha, el 17% de las empresas del S&P 500 —es decir, 89 compañías— ha reportado sus balances para el 3Q23, y el 79% ha anunciado ganancias que superan las expectativas. Para este trimestre, se proyecta un crecimiento en las ganancias del 1,6% i.a., siendo los sectores de Comunicaciones —con un incremento del 34% i.a.— y Consumo Discrecional —con un 22% i.a.— los más beneficiados. En contraste, Energía y Materiales son los sectores con las menores proyecciones de crecimiento. Esta temporada de balances se anticipa más prometedora, dejando atrás la caída del 2,8% i.a. en las ganancias registradas en el 2Q23 y el escaso crecimiento del 0,1% i.a. del 1Q23. Durante esta semana, se destacó la presentación de Netflix, que mostró un sólido crecimiento y desempeño financiero, con ingresos aumentando un 7,8% i.a. y más de 9 millones de nuevos suscriptores. En consecuencia, la acción de la compañía experimentó una subida del 12,7% durante la semana.
Semana negativa para las acciones. La renta variable volvió a tener una semana negativa, consolidando la tendencia bajista que comenzó a fines de julio. El S&P 500 bajó un 2,4% durante la semana, eliminando todas las ganancias que había acumulado la semana anterior y registrando una caída del 1,5% en lo que va de octubre. Si se considera el S&P 500 equiponderado, la pérdida semanal fue del 2,3%, y del 3,3% en el acumulado del mes. Todos los sectores cerraron en números rojos, con la excepción de Energía y Consumo Estable, que experimentaron un ascenso del 0,7%. Entre los más afectados se destacaron los sectores de Bienes Raíces y Consumo Discrecional, con descensos del 4,6%, seguidos por las acciones de los sectores Financiero y Tecnológico, que cayeron un 3% y un 2,8%, respectivamente. En cuanto a otros índices bursátiles, el Nasdaq fue el más perjudicado, con una merma del 3,0%, mientras que el Dow Jones retrocedió un 1,6%.
Tasas largas en alza arrastran a la renta fija. Dado el incremento en los rendimientos de los bonos del Tesoro, la renta fija también experimentó otra semana negativa. El índice que agrupa a los bonos del Tesoro registró una caída del 1,4% en la semana y del 1,6% en lo que va de octubre. Los bonos Investment Grade fueron los más afectados, registrando una pérdida semanal del 2,7% y del 3,3% en el acumulado mensual. En contraste, los bonos High Yield resultaron ser los menos perjudicados, gracias a su corta duración, con una disminución del 1,1% durante la semana y del 2,4% en octubre.
Mala semana global. El incremento en las tasas de interés y la inestabilidad geopolítica global también afectaron negativamente a las acciones y bonos a nivel mundial. El índice accionario global registró una caída del 2,6% en la semana y del 2,1% en lo que va del mes. Si se excluye a EE. UU., la disminución se amplía al 2,8% semanal y al 3,3% en el acumulado mensual. Tanto Europa como los mercados emergentes experimentaron un retroceso del 2,8%. Este último fue impulsado por la caída de China, que, a pesar de los buenos datos económicos –informó que el PBI creció un 4,9% i.a. en el 3Q23, superando las expectativas del mercado–, cayó un 5,2%. En cuanto a la renta fija global, el índice de bonos internacionales sufrió una baja del 1,4%, mientras que los bonos corporativos internacionales se redujeron un 0,3%. Los bonos emergentes tampoco fueron la excepción a esta tendencia, registrando una caída del 1,4% en la semana y del 2,9% en lo que va del mes.
Se vienen datos de actividad y balances. En EE. UU., la atención se centrará en los datos del PBI del 3Q23. Se espera que la economía se expanda un 4,1% t/t, en comparación con el 5,4% t/t proyectado por el nowcast de la Fed de Atlanta. Esta expansión estaría impulsada por el sólido gasto de los consumidores, el aumento en la inversión privada y las exportaciones. También se publicará el informe de Ingresos y Gastos del Consumidor de septiembre: se anticipa un incremento del 0,3% m/m en el consumo y un avance del 0,4% m/m en los ingresos. Al mismo tiempo, se dará a conocer el Índice de Precios Implícitos del Consumo (PCE). Mientras tanto, el calendario de resultados está listo para una oleada de actividad con grandes actores como Alphabet, Microsoft, Meta, Amazon, 3M, Coca-Cola, GM y Spotify entre los que presentarán sus informes financieros. A nivel internacional, las decisiones sobre tasas de interés de los bancos centrales serán cruciales, con anuncios esperados por parte del BCE. Además, se publicarán los PMI preliminares de servicios y manufactura para la zona del euro y el Reino Unido.