Con la fuerte suba de tasas que viene estableciendo la FED en lo que va del 2022, la mira se posiciona en los efectos que esta política tendrá principalmente sobre el sector inmobiliario. Concretamente, ayer se dio a conocer que las ventas de viviendas usadas en septiembre resultaron en 4,71 millones, un 1,5% por debajo del mes previo siendo la octava caída consecutiva y acumulando una caída de 23,8% en los últimos doce meses, la peor performance desde 2010 cuando habían bajado 27%.

Este desplome es consecuencia no solo de la desaceleración económica sino también de las tasas de hipotecas que se ubican en valores históricos. El último registro semanal marcó que las tasas de hipotecas a 30 años cerraron en 6,94%, el mayor valor de los últimos 20 años. Este dato no solo supera a las tasas de interés previas a la crisis subprime sino que registra una suba exponencial histórica en lo que va del 2022. A inicios del año la misma se ubicaba en 3,4% por lo que en menos de 12 meses los créditos hipotecarios duplicaron su costo ante el aumento de las tasas. De esta manera, la FED expone los efectos de haber realizado una de las políticas monetarias contractivas más rápidas y agresivas de su historia aumentando 300 pb de tasas de interés en 9 meses. 

A pesar de que se espera que esto impacte negativamente en el precio de las viviendas, el encarecimiento de los créditos dificulta la compra de propiedades presionando aún más el costo de los alquileres. Ante este escenario no vemos momento de entrada para el sector inmobiliario que se espera continúe marcando una importante volatilidad en el corto plazo. 

En Europa, se sumó la noticia de la renuncia de Liz Truss, Primera Ministra británica que había asumido su cargo hace apenas 45 días. La incompatibilidad de su política expansiva con el plan contractivo del BoE terminó por hacer retroceder a los bonos soberanos del país, afectando de esta manera a todo el mercado de renta fija global. 

A pesar de que la noticia de la renuncia dio un leve respiro a los mercados, los datos económicos generaron incertidumbre, culminando en la caída de los principales índices norteamericanos. Mientras que el S&P marcó la mayor caída de 0,8%, el Nasdaq y el Dow Jones lo hicieron en 0,5% y 0,3% respectivamente. Por el lado de los sectores, sólo el de comunicaciones (0,2%), el tecnológico (0,1%) y el energético (0,1%) terminaron la jornada al alza. Los primeros dos se vieron favorecidos por determinados resultados empresariales y el sector energético recibió su impulso del 0,5% que avanzó el petróleo. Por el lado contrario, los sectores de utilidades (-2,5%) e industrial (-2%) fueron los mayores detractores del día. 

Ante este contexto la curva de rendimientos volvió a marcar avances en todo su tramo, profundizando las subas en los mayores períodos. Luego de marcar el valor máximo de los últimos 14 años el miércoles, ayer la USD 10 YR volvió a romper este récord cerrando 10 pb por encima hasta 4,23%.