En una rueda corta por los feriados en EE. UU., los mercados volvieron a tener una jornada positiva con subas generalizadas en bonos y acciones. Los datos económicos mostraron que la actividad crece a un menor ritmo, lo cual ilusiona a los inversores con la posibilidad de que la Fed comience el ciclo de recortes de tasas en septiembre, quitándole presión a los rendimientos de los bonos del Tesoro. Además, la buena performance de las empresas tecnológicas siguió impulsando a la renta variable.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a operar a la baja con la UST2Y bajando 5 pb hasta 4,69%, mientras que la USD10Y terminó la rueda en 4,35%, 9 pb menos respecto al martes. Esto impulsó al índice de bonos del Tesoro que subió 0,5%, en tanto que los bonos corporativos Investment Grade subieron 0,8% y los High Yield 0,4%. La mejora también llegó a los bonos emergentes que subieron 0,8%.

Las acciones estadounidenses cerraron mayormente al alza, destacándose nuevamente las tecnológicas, lo que permitió que alcanzaran nuevos máximos. El S&P 500 subió un 0,4% y el Nasdaq un 0,8%, mientras que el Dow Jones cerró con una baja de 0,1%. Las megacaps volvieron a destacarse con una notable performance, especialmente Nvidia con un alza de 5% –prácticamente recuperando todo lo perdido en las dos semanas anteriores– y Tesla que subió 7%, acumulando en sólo tres ruedas un alza de 25% y de 40% en los últimos 30 días.

Las minutas de la última reunión de la Fed revelaron que los funcionarios esperaban más evidencia de un enfriamiento de la inflación y que no había pleno consenso sobre cuánto tiempo mantener elevadas las tasas de interés. Mientras algunos abogaban por la paciencia, otros enfatizaban la necesidad de un mercado laboral más débil para gestionar el desempleo. Como sabemos, decidieron no mover la tasa de referencia, considerando inapropiado hacerlo sin evidencia clara de alcanzar el objetivo de inflación del 2%. Algunos funcionarios se mostraron abiertos a aumentar las tasas si la inflación persistía, pero en general, había cautela e incertidumbre sobre las perspectivas económicas. El presidente Jerome Powell enfatizó la necesidad de evidencia más definitiva antes de bajar las tasas, destacando los modestos avances recientes.

Las empresas privadas de EE. UU. añadieron 150.000 trabajadores a sus nóminas en junio (vs. 157.000 previo), la menor cifra en cinco meses y por debajo de las previsiones (160.000). El sector de prestación de servicios añadió 136.000 puestos de trabajo, mientras que el sector de producción de bienes añadió 14.000. "El crecimiento del empleo ha sido sólido, pero no generalizado", dijo Nela Richardson, economista jefe de ADP. Además, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo aumentó en 4.000 hasta 238.000 en la última semana, por encima de las expectativas (235.000) y se mantiene relativamente cerca del máximo de 10 meses de 243.000 registrado a principios de mes. 

En este contexto, el PMI de servicios del ISM cayó a 48,8 en junio, la contracción más pronunciada desde abril de 2020. Los mercados esperaban 52,5 después de 53,8 en mayo. “La disminución del índice compuesto en junio es el resultado de una actividad comercial notablemente menor, una contracción de los nuevos pedidos por segunda vez desde mayo de 2020 y una contracción continua del empleo”, dijo Steve Miller, CPSM, CSCP, presidente del Institute for Supply Management.

En tanto, el déficit comercial de EE. UU. se amplió a USD 75.100 M en mayo, el mayor desde octubre de 2022, aunque por debajo de las previsiones de un déficit de USD 76.200 M. Las exportaciones cayeron un 0,7%, principalmente debido a la disminución de suministros y materiales industriales, mientras que las importaciones disminuyeron a un ritmo más lento del 0,3%. Las menores compras de preparados farmacéuticos y vehículos automotores, piezas y motores compensaron los aumentos en las compras de teléfonos móviles y otros artículos para el hogar, petróleo crudo, materiales de combustible nuclear y servicios de transporte y viajes.

En la eurozona, el PMI de servicios de HCOB cayó a 52,8 en junio (desde 53,2 previo), firmemente por debajo de las expectativas iniciales del mercado de 53,5. Así, marcó el quinto mes consecutivo de expansión en la actividad de servicios del bloque monetario, aunque a un ritmo más lento, ya que la menor demanda de los clientes extranjeros impulsó una desaceleración en los nuevos pedidos de exportación, lo que afectó el crecimiento de los nuevos contratos comerciales generales en el período, mientras que los pedidos nacionales extendieron su sólido crecimiento.

En la región latinoamericana, la producción industrial brasileña cayó un 0,9% m/m en mayo (vs. -0,8% previo), en comparación con las previsiones del mercado de una caída del 1,7%. Se trata del segundo mes consecutivo de contracción de la actividad industrial. "En este mes, la caída industrial, ya registrada en el mes anterior, se intensificó. Uno de los factores que explican este resultado es la lluvia en Rio Grande do Sul, que tuvo un impacto local significativo pero que también contribuyó al resultado negativo para la industria del país", explicó el gerente de investigación, André Macedo. Adicionalmente, el PMI de servicios del S&P Global bajó a 54,8 en junio (desde 55,3 previo), lo que indica un crecimiento sólido pero en desaceleración en el sector de servicios brasileño.