Luego de la muy buena jornada del miércoles, ayer los tres principales índices bursátiles estadounidenses sufrieron importantes pérdidas. El S&P 500 cayó 1,4%, el Nasdaq 2,3% y el Dow Jones 1,3%. Entre las acciones más golpeadas se destacaron Nvidia y Tesla, que cayeron 7%, mientras que las de Meta se diferenciaron al marcar un alza de 4,8% luego de publicar resultados del 2Q24 mejores a los esperados y previsiones optimistas. La mala performance estuvo motivada por la mala recepción que tuvieron los últimos datos de la actividad manufacturera y del empleo, lo que generó dudas sobre la salud de la economía. Concretamente, el PMI manufacturero de ISM cayó a 46,6 en julio de 2024 desde 48,5 en el mes anterior, firmemente por debajo de las expectativas del mercado de 48,8, reflejando la contracción más pronunciada de la actividad fabril de EE. UU. desde noviembre de 2023. Tampoco fueron buenos los datos de empleo, dado que las solicitudes iniciales de desempleo aumentaron a 249.000, la cifra más alta en un año.

Los malos datos económicos, sumados a los últimos comentarios de Powell –quien puso sobre la mesa un probable recorte de tasas y el mercado espera que realicen tres cortes de 25 pb en lo que queda del año– siguieron presionando los rendimientos de los bonos del Tesoro. La UST10Y cayó por debajo del umbral del 4%, cerrando en 3,98% –su nivel más bajo en seis meses– mientras que la UST2Y terminó la rueda en 4,17%. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro subió 0,1% en la jornada, pero no logró contagiar al resto de los índices de renta fija, especialmente los corporativos de menor calidad y emergentes, que cayeron 0,6% y 0,7%, respectivamente.