Ayer se dio a conocer el dato de IPC de Estados Unidos de marzo, que resultó en un alza de 1,2% respecto al mes previo, igualando así las expectativas, pero superando el dato del último mes (0,8% m/m). Esto llevó a un resultado interanual de 8,5%, valor que el país no alcanzaba desde el año 1981. Cabe esperar que, a medida que avance la invasión rusa, continuará la presión sobre el precio de los commodities, que afectará aún más la suba generalizada de precios.
El lado positivo fue la leve baja que marcó la inflación núcleo, al resultar en 0,3% m/m −vs las expectativas y el resultado de marzo, ambos en 0,5% m/m−. De esta manera, la inflación núcleo interanual marca una leve caída hasta 6,4%, aunque aún se encuentra en el valor máximo de los últimos treinta años.
Sin embargo, este resultado afectó negativamente a los mercados, que ya proyectan casi con un 90% de probabilidad una suba de tasas de 50 pb para el mes de mayo. Los resultados del IPC continúan superando las metas −de 2% y luego 4%− establecidas por la FED, lo que lleva a considerar que la entidad tomará una postura más agresiva que la que venía planteando en los primeros meses del año.