Por primera vez desde 2018, la Reserva Federal de Estados Unidos estableció una suba de tasas de interés, que se dio a conocer ayer. Tal como venía señalando el mercado, la política monetaria más restrictiva llevó a las tasas a 0,5%, luego de establecer un alza de 25 pb.
El presidente de la entidad, Jerome Powell, declaró que se pronostican aún cinco subas más en el año, que serían de la misma magnitud, por lo que se terminaría el 2022 con tasas de entre 1,75% y 1,9%. También aclaró que esto se evaluará en relación al crecimiento, el mercado laboral y los datos inflacionarios a lo largo del año, y que se podría tomar una política más agresiva dependiendo el contexto.
El objetivo de esta medida fue controlar la inflación que afecta al país, la mayor de los últimos 40 años, que según el último dato se ubicó en una suba de 7,9% i.a. Este dato dejó muy atrás la proyección de 2% anual de la entidad, y se pronostica que se intensificará durante los próximos meses.
Se esperaba que esta suba de tasas, proyectada desde el año 2021, tuviera efectos significativos y negativos en los mercados. Sin embargo, las declaraciones de Jerome Powell respecto a la solidez de la economía norteamericana y la poca preocupación respecto a los efectos en el largo plazo del conflicto bélico llevaron a avanzar a los principales índices bursátiles del país. A su vez, dada la inflación al alza, los inversores ya habían descontado esta suba, por lo que la noticia no sorprendió en gran medida a los mercados.
Sin embargo, no se pronostica que esta medida logre controlar la suba de precios, que se verá profundizada por el alza en los commodities del último mes. A pesar de que la entidad descartó una posible recesión, el pronóstico de crecimiento del país para el 2022 bajó de 4% a 2,8%, lo que demuestra el ajuste a la baja de proyecciones que está realizando la entidad.
Luego de la medida, la curva de tasas de Estados Unidos marcó un mayor aplanamiento, al retroceder en mayor medida los rendimientos de mayor plazo por sobre los de corto. Esto demuestra las altas expectativas de inflación que mantienen los inversores para el corto y mediano plazo, lo que se suma a las bajas proyecciones de crecimiento para los próximos años. Sin embargo, debemos continuar analizando los movimientos que podría tener la curva luego de la publicación del dato de ayer.