El derrumbe de los bonos soberanos no da tregua, por lo que el riesgo país continúa su camino alcista. Ayer superó las 2.700 unidades en el intradiario, para luego finalizar en 2.688 (+4,4%). En la semana, registra una suba de 13%, mientras que los bonos caen un 11,7% en el mismo periodo. Con el resultado de ayer (-2,8%), las paridades promedian el 23% y, dentro de las TIRs, encontramos valores de hasta 49%.

Con el anuncio de pago de intereses confirmado, los drivers que puedan revertir esta tendencia parecen nulos, ya que la ausencia de esta noticia provocó un cambio de dirección. Ni las bajas paridades – que descuentan una reestructuración más que agresiva – ni los elevados rendimientos parecen llamar la atención de los inversores, haciendo que el horizonte de cambio de tendencia sea incierto.

Dentro de la curva en pesos, la jornada arrojó resultados dispares. Los bonos que ajustan por CER continuaron mostrando una tendencia positiva, con un saldo de +1,6%. Aquí la curiosidad fue que el tramo largo volvió a mostrarse mejor que el corto, aunque la diferencia entre ambos fue más significativa (3,9% subieron los largos, mientras que los cortos cayeron 0,3%). Las LECER también mantuvieron un avance moderado (0,4%). Los bonos dollar linked, por su parte, retrocedieron 0,3%.

El ritmo devaluatorio se volvió a mantener en torno al 75%, en una jornada en la que el BCRA finalizó en el mercado cambiario con ventas netas por USD 90 M (en las primeras 4 ruedas de julio vendió casi USD 600 M). Con este resultado, las reservas internacionales cayeron USD 43 M y cerraron en USD 42.274 M. 

Los tipos de cambio financieros volvieron a mostrarse demandados, con subas de 1,8% para el dólar MEP y de 2% para el CCL, que dejaron las cotizaciones en $270 y $278 respectivamente. De esta manera, la brecha respecto al dólar oficial queda en 120%. El canje ajustó levemente, para finalizar en 3%.

Más noticias

Batakis negó devaluación

En una entrevista brindada ayer, la ministra de economía Silvia Batakis negó que estén analizando devaluar el tipo de cambio oficial, y le restó importancia a la dinámica en el mercado paralelo, al que considera marginal. Destacó también la buena dinámica de las exportaciones y de la balanza comercial, al tiempo que la suba en las importaciones obedece al crecimiento económico y al stockeo de las empresas.

Además, volvió a recalcar que el dólar es un recurso escaso y que deben usarse para aumentar la matriz productiva: “Si los dólares se quedan acá, van a haber mejores oportunidades para crecer”. En este sentido, recalcó que “el derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”, lo que podría ser la antesala de nuevas medidas de control de cambios.

En cuanto al salario universal, le bajó el tono. Si bien considera que es una discusión pendiente, sostiene que es una medida que deben estudiar bien, dado que el estado debe mostrar solvencia fiscal.

Además, no habrá cambios en las autoridades ni en las políticas de energía y, en cuanto a la segmentación de tarifas, la ministra recalcó que están trabajando en el decreto del presidente. 

Respecto al FMI, tuvo una reunión protocolar con Kristalina Georgieva. Destacó que fue una muy buena reunión, donde debatieron sobre el desequilibrio mundial y cómo impacta en Argentina. En cuanto a las metas, el primer trimestre está aprobado, mientras que el segundo está en evaluación. No habla aún de renegociación, pero es cierto que el FMI lo está evaluando.

Por último, negó un aumento de impuestos y retenciones.