Las últimas cifras del IPC CABA dejan en claro que cuesta desacelerar la inflación. A la espera del dato del IPC Nacional, que se publicará el jueves 10 de octubre, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires subió un 4,0% m/m en septiembre, desacelerándose levemente frente al 4,2% m/m de agosto. El incremento del 4,8% m/m en los precios regulados tuvo un impacto relevante, impulsado por alzas en las cuotas de la medicina prepaga, combustibles y el arrastre de la actualización del boleto de colectivo urbano del mes anterior, junto con ajustes en las tarifas de electricidad, agua y en las cuotas de los establecimientos educativos. Sin embargo, la persistencia inflacionaria se refleja en la inflación núcleo, que registró un 3,9% m/m, especialmente en los servicios (+4,6% m/m vs. +3,1% m/m en los bienes). Si extrapolamos las variaciones del IPC CABA al IPC Nacional, este último podría ubicarse en torno al 3,9%, superando las expectativas del mercado (el REM del BCRA proyecta 3,5% m/m, y el promedio de consultoras, 3,6% m/m).
Los primeros datos de la actividad económica de septiembre continúan mostrando un panorama mixto, similar al de agosto. Por un lado, la producción de autos registró un leve incremento del 0,4% m/m sin estacionalidad, mientras que los despachos de cemento subieron un 3% m/m, también sin ajuste estacional. No obstante, el índice Construya, un indicador clave del sector de la construcción, cayó un 5,4% m/m sin desestacionalizar, reflejando el freno en la actividad debido a la apreciación del tipo de cambio.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 1 M, logrando evitar el drenaje de divisas. Sin embargo, este monto representa una importante desaceleración frente al ritmo diario promedio de compras de USD 102 M de la semana pasada. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 250 M, alcanzando los USD 28.563 M, posiblemente impulsado por el crecimiento de encajes bancarios en el contexto del blanqueo.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1%, alcanzando los $975,5. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado del 0,7%, desacelerándose respecto al 6,6% del viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se mantuvo a una TEM del 2,0%, que es el ritmo sostenido en lo que va de octubre.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó un 0,2%, alcanzando los $1.186, mientras que el CCL disminuyó un 0,4%, ubicándose en $1.219. De este modo, sus brechas con el oficial se sitúan en 22% y 25%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,1%. Abril (-0,3%), mayo (-0,2%) y junio (-0,2%) registraron las mayores bajas. De este modo, la devaluación implícita se ubica en un 3,1% mensual promedio hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mayormente negativa tras la publicación del dato de inflación de CABA. Como era de esperarse, los bonos CER superaron a los instrumentos a tasa fija. Los ajustables por inflación se incrementaron un 0,3%, mientras que las Lecaps registraron una baja del 0,1%. Por su parte, los duales sufrieron una pérdida del 1,2%, y los DLK marcaron una suba del 0,6%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron un 1,5% en una muy buena jornada. Con esto, el riesgo país cayó más de 50 pb, ubicándose en 1.207 pb, apenas 40 pb por encima del mínimo alcanzado durante la gestión de Milei. Por su parte, los BOPREAL del BCRA subieron un 1,1%.
A pesar de la fuerte baja del riesgo país, el Merval registró una caída del 2,6% en pesos y del 2,1% en dólares CCL, cerrando la jornada en USD 1.400. Con este resultado, en las últimas cinco ruedas el índice argentino acumula un alza del 0,8% en pesos y del 2,6% en dólares. En la jornada de ayer, Loma Negra (+1,7%), Ternium (+1,1%) y BYMA (+0,5%) registraron las principales subas. Por otro lado, Supervielle (-4,7%), Banco Macro (-4,3%) y Pampa Energía (-4,2%) tuvieron las mayores caídas.
El Tesoro anunció las condiciones para la licitación de mañana, miércoles 9 de octubre. Se ofrecerán 10 instrumentos para enfrentar vencimientos por $5,1 billones. Incluirá seis instrumentos capitalizables entre enero y diciembre de 2025, tres bonos CER (con vencimientos en diciembre de 2025, marzo de 2026 y marzo de 2027), y un bono dollar-linked a diciembre de 2025. Esto ocurre en un contexto en el que el Tesoro enfrenta dificultades para renovar la totalidad de los vencimientos. En la última licitación, el 26 de septiembre, logró un rollover de solo el 67%.