Mientras se esperan las declaraciones de Jerome Powell en el simposio de Jackson Hole, los mercados cerraron a la baja en la primera jornada de la semana. Una mayor aversión al riesgo terminó recortando fuertes ganancias, luego de haber cerrado la primera semana bajista del último mes. De esta manera, mientras que el VIX subió tres puntos en una jornada, los tres principales índices terminaron con fuertes retrocesos: Nasdaq (-2,7%), S&P (-2,1%) y Dow Jones (-1,9%). 

Los 11 sectores que componen al S&P terminaron a la baja con el energético marcando la caída más moderada (-0,2%) mientras que el tecnológico (-2,8%) y el de comunicaciones (-2,9%) fueron los más perjudicados. Estas compañías son las más afectadas ante un contexto de suba de tasas dada la menor valuación ante una mayor tasa de descuento. De esta forma, a pesar del impulso que recibieron la mayor parte de las compañías tecnológicas producto de la época de balances, el sector ya acumula una caída del 5% en la última semana. 

Ante expectativas de una FED más hawkish, que podría anunciar una reducción de la hoja de balance, todo el tramo de la curva de rendimientos de bonos del tesoro norteamericano operó al alza. Aunque el mayor impulso se dio en el tramo corto. De esta manera la curva mantiene su reversión con la USD 2 YR cerrando la jornada en 3,32% mientras que la USD 10 YR volvió a superar el 3% (3,02%). Cabe destacar que de esta manera todo el tramo de la curva se posiciona nuevamente por encima de los rendimientos en comparación a un mes atrás donde se pronosticaba una postura más laxa por parte de la FED,- luego de darse a conocer la caída en el dato del último IPC. 

Con este escenario, sumado a las malas noticias que llegaron desde Europa, el dólar volvió a fortalecerse contra todas las monedas, lo que se condiciona con expectativas más agresivas por parte de la FED. El índice DXY llegó a los 109 puntos y alcanzó la paridad con el euro, marcando así un nuevo máximo de los últimos 20 años. 

Pasada la época de balances, los inversores vuelven a poner en la mira el contexto recesivo y cómo los efectos de una suba de tasas podrían continuar afectando a la desaceleración económica del país como también a las ganancias de las empresas de cara a los próximos meses.