El principal creador de chips y semiconductores del mercado presentó ayer sus resultados del 4Q21. Las principales expectativas se encontraban en las proyecciones para el año 2022, luego de que Nvidia no logrará la adquisición de Arm Ltd. por USD 40 MM, una compañía de diseño de chips que le hubiera otorgado un mayor poder de mercado.
La firma logró superar las expectativas, al alcanzar ganancias por acción de USD 1,32 y ventas por USD 7.640 M -vs proyecciones de USD 1,22 y USD 7.430-, este último dato marcando una suba de 53% i.a. Las principales ganancias se dieron en los sectores de juegos, central de datos y visualización profesional, que marcaron ventas récord respecto al mismo período del año anterior -especialmente el sector de datos- que marcó una suba de 71% i.a.-. Sin embargo, no logró alcanzar las ventas pronosticadas en el sector de automotor- que se esperaban por USD 152 M y resultaron en USD 125 M, una baja del 14%. Otra preocupación fue que el margen bruto de ganancia no logró aumentar en el cuarto trimestre respecto al tercero, a pesar de haber tenido un aumento en su sector de información y datos.
El gran inconveniente de la compañía, tal como ocurre con sus competidores, continúa siendo la escasez de chips que afecta al mercado tecnológico. Esto lleva a encarecer los precios de sus materiales y también a incumplir los pronósticos de ventas, lo que debilita las proyecciones para el año actual. Ante esto, la firma indicó que espera resolver estas restricciones en la segunda mitad del año, lo que haría aumentar sustancialmente la oferta de sus productos. Gracias a que sus chips pueden utilizarse para el sector de inteligencia artificial, la empresa logró disparar en el 2021 con una ganancia de 123%, aunque acumula una caída de 10% en lo que va del 2022.
Sin embargo, ante la incertidumbre de los inversores, la compañía retrocede casi un 4% en el pre-market. Esto también arrastra a sus competidores, con AMD cayendo un 2,1%, Intel un 0,8% y Qualcom un 0,7%. De esta forma, el sector de semiconductores medido en el ETF SOXX arrastra una caída de 19% en lo que va del año.