Luego de publicarse el dato de IPC la semana previa, que resultó levemente por encima de las expectativas, ahora la mira pasó al Índice de Precios al Productor, que se dio a conocer ayer. El dato marcó un alza de 1% m/m, la mayor suba desde mayo, duplicando así tanto las expectativas (0,5%) como el dato del mes anterior (0,4%). De esta forma, el IPP interanual resultó en un alza de 9,7% y marcó la segunda mayor suba anual desde 2010 -sólo por detrás del dato del diciembre pasado, de 9,8% i.a.-.
El IPP núcleo subió 0,8% m/m, también muy por encima de las expectativas, de 0,5%, lo que confirma que, al igual que con el IPC, la suba no se justifica únicamente por el aumento en los precios estacionales o energéticos, lo que descarta un alza transitoria. Dentro de las categorías con mayores subas, se encontraron el costo de cuidados hospitalarios y bienes como comida y vehículos, este último aún afectado por los inconvenientes en las cadenas de suministros, otro signo de que la inflación podría ser mucho más persistente de lo que se esperaba en un principio.
Este informe sobre la inflación, sumado al IPC de la semana previa, llevó a los mercados a esperar una suba de tasas para marzo de 50 pb, con una probabilidad de 61%, frente al 28% de la semana anterior. A su vez, ya se esperan hasta 6 subas de tasas en el año, en comparación a las tres que se planteaban en enero. Sin embargo, el trade-off que se da entre control de la inflación vs la desaceleración económica, que podría darse ante una gran suba, lleva a dudar sobre qué acción tomará la FED durante el mes siguiente.
A pesar de haber resultado en un valor mayor al pronosticado, este dato no terminó afectando significativamente a los mercados de renta variable, que cerraron optimistas luego de la retirada de tropas de Rusia en la frontera ucraniana.