Los futuros de los mercados norteamericanos operan con fuertes caídas en lo que va de la mañana, con el Nasdaq retrocediendo un 2,8%, seguido por el S&P y el Dow Jones, que caen 2,3% y 1,8% respectivamente.
Predomina la volatilidad y la incertidumbre, ya que se espera que el próximo miércoles la FED establezca una nueva suba de tasas de por lo menos 50 pb, especialmente después de los datos desalentadores de inflación publicados el viernes. El mercado también incrementa las probabilidades de una suba de tasas de 75 pb, lo que concluiría en la mayor suba desde 1994.
Ante este escenario, las tasas de Treasuries avanzan 9 pb, alcanzando así su valor máximo desde el año 2018. El dólar también avanza, favorecido por una postura cada vez más sólida de la FED en comparación a los principales bancos centrales, especialmente frente al yen y a la libra esterlina. Esto lleva al índice DXY a alcanzar los 104,7 puntos, levemente por debajo del máximo anual (105).
Esto impacta también en el petróleo, que retrocede un 1,4% ante lo que podría ser un enfriamiento de la economía producto de la suba de tasas. El oro, por su lado, cae un 0,9% afectado por el fortalecimiento del dólar.
A esto se le sumó el dato desalentador del PBI de Reino Unido, que mostró una contracción en abril, afectando a los mercados europeos, que operan promediando caídas de 1,5% en lo que va de la mañana. Lo mismo ocurre con los principales índices asiáticos, que retroceden un 2% en promedio.