La rueda de ayer se caracterizó por la corrección en las tecnológicas (Nasdaq -2,5%) y las subas en compañías “value” (iShares S&P 500 Value ETF +0,6%).

Las compañías más grandes operaron con fuertes bajas. Nvidia (-6,8%), Tesla (-5%), Apple (-3,9%), Microsoft (-2,9%) y Amazon (-2,6%) cedieron en mayor medida que el índice Nasdaq.

El contraste Growth-Value se evidenció con claridad en Berkshire Hathaway. La nave insignia de Warren Buffett, cuya principal tenencia es Apple, subió 1,9% y marcó nuevos máximos, a pesar de la fuerte baja en la compañía de la manzana. Ello fue posible gracias al rendimiento de sus tenencias más “value”, como Bank of America (+2,4%), Verizon (+4,3%) y Kraft Heinz (+3,2%).

A medida que el mercado incorpore el escenario de mayores tasas y menor liquidez, es de esperarse que las compañías de menores ratios de valuación se muestren más resistentes a la baja.


Caminos divergentes de política monetaria

Luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie que acelera el ritmo de retiro de estímulos monetarios -proyectando 3 subas de tasas en 2022-, siguieron anuncios divergentes desde Inglaterra y Europa.

El Banco de Inglaterra operó en línea con el tono más hawkish de la FED, convirtiéndose ayer en el primer banco central importante en subir tasas luego de la pandemia. En concreto, la tasa de política monetaria inglesa aumentó 15 puntos básicos, hasta 0,25% anual.

El Banco Central Europeo, por el contrario, anunció que resulta altamente improbable que sus tasas de interés de referencia aumenten en 2022. La entidad, presidida por Christine Lagarde, recortó su programa de compra de bonos con expiración en marzo de 2022, sin embargo, anunció que extenderá en el tiempo un programa separado de inyección de euros. La tasa de depósitos del BCE se mantuvo en -0,5%.