Las derivaciones de la crisis sanitaria y la recesión previa afectan al dinamismo del comercio exterior argentino, particularmente en su potencial exportador. La contracción del intercambio comercial argentino que se sostiene desde el último trimestre de 2018 es evidencia de esto.  

El tipo de cambio real evidenció una disminución promedio mensual en la tercera semana de septiembre de 2020 (base 2010=1). Si bien se observa tendencia a la apreciación, ese nivel se sostiene por encima del promedio de toda la serie del año 2019.

Resumen

• Las derivaciones de la crisis sanitaria y sus efectos sobre las economías tienen consecuencias notorias sobre el nivel de intercambio comercial lo cual plantea desafíos dinámicos por la capacidad de importar futura de los países.  

• Se debe observar que en períodos de contracción de actividad, las necesidades de importaciones disminuyen y se materializan en saldos mensuales favorables de comercio en términos relativos.  

• Las nuevas restricciones impuestas en el mercado cambiario se argumentan como una insuficiencia de exportaciones para generar la oferta adecuada de divisas. El desafío es complejo si el nivel objetivo anunciado es realmente de U$S 90.000 millones anuales el cual es muy superior al promedio de los últimos años.  

• El nivel del tipo de cambio real (TCR) promedio hacia la tercera semana de septiembre acusó una leve apreciación respecto de agosto de 2020 de 1,2% (diciembre 2010=1). Esto lo ubica un 6% por debajo del promedio histórico enero 1959-septiembre 2020, es decir, en promedio histórico, el nivel actual registra una apreciación real.

Desarrollo

• Las derivaciones de la crisis sanitaria y sus efectos sobre las economías del mundo tienen consecuencias negativas notorias sobre el nivel de intercambio comercial. Esto plantea desafíos dinámicos por la capacidad de importaciones futuras de los países. Ante una fase de recuperación económica sostenida se deberá presentar un proceso de aumento de saldos exportables para hacer frente al aumento de las necesidades de importaciones.    

• Se debe observar que en períodos de contracción de actividad, las necesidades de importaciones disminuyen y se materializan en saldos mensuales favorables de comercio en términos relativos. En consecuencia, notamos que los saldos positivos de comercio no son consistentes frente al inicio de recuperación de la economía interna.    Durante el período enero-julio las exportaciones registraron U$S 32.291 millones representando una contracción interanual del orden de -11,9%. Tras del anuncio del Presidente de la autoridad monetaria sobre la eliminación de las fuertes restricciones cambiarias, se sugirió que las exportaciones deberían alcanzar un nivel de U$S 90.000 millones anules. Ese objetivo se presenta con dificultades dado que el promedio anual de los dos últimos años fue U$S 63.500 a pesar de que se produjeron fuertes depreciaciones nominales de la moneda nacional.  

• El desempeño comercial argentino tiene efectos negativos derivados de la caída de exportaciones y, previamente, la caída sostenida de las importaciones. Por un lado el sesgo contractivo vinculado con la retracción de la actividad económica nacional resulta en una fuerte disminución de las importaciones y, por otro, se evidencia una desaceleración importante de las exportaciones a partir de abril de este año con una media de -15%.

•  La balanza comercial registró un superávit comercial acumulado durante los primeros siete meses del año de U$S 9.573 millones el cual representa un aumento notorio respecto al mismo período de 2019 donde el monto acumulado registró los U$S 6.590. Si bien ese saldo comercial positivo constituye una mayor oferta de divisas, al observar el monto acumulado de importaciones de ese mismo período, la contracción del año 2020 es de 24%. Por lo tanto, el desempeño del saldo comercial debe matizarse con la fuerte caída de la actividad económica interna.  

• El tipo de cambio promedio mensual mayorista del Banco Central durante septiembre continúa una tendencia de leve depreciación. Mientras que el promedio de cierre del mes de agosto fue $ 73,30, el promedio mensual en lo transcurrido de septiembre se situa en $ 74,81, es decir, un nivel de depreciación de 2,1%. Sin embargo, la comparación interanual respecto de septiembre de 2019 registra una depreciación nominal de 32,4%.  

• Se generan expectativas inciertas en el mercado cambiario tras las nuevas regulaciones en el acceso del público y empresas. La gestión de política intenta minimizar las tensiones de depreciación en el mercado formal aunque con una perspectiva de corto plazo que puede demandar correcciones frente a lo que suceda en el mercado informal. Por lo tanto, es esperable que esas tensiones no redunden un traslado a precios y un consecuente atraso el tipo de cambio real. Éste último es una variable fundamental de la competitividad de la economía nacional.

• El aumento de la demanda de dólares en el mercado informal continúa generando una brecha cambiaria respecto a la cotización formal efectiva aunque con la imposición de una nueva retención a la compra, se intenta minimizar esa brecha. Mientras que si se observan la cotización en el mercado informal hacia la tercera semana de septiembre de  $/U$S 140 y del tipo de cambio oficial promedio minorista efectivo de 131,33 $/U$S, se establece una brecha en torno a 6,6% la cual es sustancialmente menor del promedio del año.  

• El nivel del TCR de cierre en la tercera semana del mes de septiembre, estimación para el comercio y la competitividad, se encuentra 6,17% por encima (depreciación neta) del promedio del año 2019. Esto como consecuencia de la variación del tipo de cambio nominal y el espacio otorgado por las fuertes depreciaciones del año anterior. No obstante, si se observa el promedio histórico de la cotización oficial del período enero 1959-septiembre 2020 (base diciembre 2010), se ubica un 6% por debajo de ese promedio, es decir, un nivel de TCR apreciado en perspectiva histórica.  

• Si en lugar de utilizar el valor promedio mensual del tipo de cambio del mercado mayorista, consideramos el valor de cierre del 18 de septiembre 2020 de $ 75,4 por dólar a los efectos de captar las tensiones cambiarias, el TCR bilateral evidenciaría una mayor depreciación respecto al promedio de 2019 en 7% y se seguiría ubicando por debajo del promedio de la serie histórica enero 1959-septiembre 2020. Es decir, se registraría una apreciación real respecto a la serie histórica de 5%.  

• Sin embargo, el dólar de “equilibrio” estimado por el IAE-Austral (valor del dólar según el TCR promedio del período diciembre 2010-agosto 2020) en la cotización formal efectiva del mercado minorista sería de $/US$ 121,5. Esto representa que el TCR actual, tras el nuevo marco de imposición a la compra, estaría en valores competitivos.  

• Por lo tanto, se sostendría espacio de depreciación real del peso en el mercado formal aludiendo a cierto nivel de competitividad de la economía aún dentro del contexto de inflación parcialmente contenida. Esto debería ser un potencial espacio para sostener el resultado comercial externo y un canal sustentable de generación de divisas, siempre que estemos en ausencia de una reversión hacia niveles altos de crecimiento de la inflación mensual.