En el último mes, los activos argentinos emprendieron un rally formidable, con los bonos subiendo 11% y el Merval -medido en dólar CCL- un 25%. Tras muchos meses sin que el mercado local despierte entusiasmo alguno, hoy los inversores comienzan a seguirlo más de cerca. ¿Se trata de un rebote técnico de corta duración o es el comienzo de un rally mayor?
La historia detrás de los bonos
Analizando el rally de los bonos, vemos que la suba se dio en sintonía con una fuerte apreciación de la renta fija emergente, sobre todo de la de peor calificación. Si analizamos el índice de Bloomberg, que sigue a los bonos emergentes de peor calificación crediticia, podemos ver que el rendimiento promedio de los bonos de este índice fue similar al de los argentinos. De hecho, el diferencial de rendimiento entre el índice y el de nuestros bonos es el mismo que el promedio desde marzo en adelante.
Podemos concluir que casi todo el rally de la renta fija argentina estuvo ligado al frente externo.
La historia detrás de las acciones
El ETF ILF, aquel que sigue acciones de la región de LATAM, es el activo que, históricamente, muestra mayor correlación con el índice Merval. Si analizamos el comportamiento de este índice contra el índice Merval en USD CCL desde las PASO a la fecha, vemos una sintonía muy fuerte. Esta correlación se debilitó en octubre del año pasado, cuando el país entró en la corrida de los dólares financieros que terminó con un dólar CCL en 180. En el último mes, tanto el ETF ILF como el Merval en USD CCL mostraron fuertes subas.
El rally de las acciones argentinas también estuvo ligado al frente externo, con una mejor performance relativa debido a que partía de precios más atrasados.
¿Los flujos seguirán empujando?
La crisis sanitaria de la región de LATAM y sus ruidos políticos repercutieron en un fuerte rezago con respecto a los otros principales mercados. Una manera de analizar este rezago es comparar valuaciones. Para esto se puede usar el Price/Earnings (cuántas veces sus ganancias cotizan en promedio las bolsas). Como hay mercados que históricamente tienen mejores perspectivas que otros, a fines de simplificar, se puede normalizar con un base 100.
Como podemos ver, aún con las subas del último mes, las valuaciones de LATAM se encuentran rezagadas en un 50%.
Creemos que, con el fin de la pandemia y los mejores términos de intercambio, la región tiene margen para seguir recuperando parte del terreno perdido. Mucho dependerá de Brasil, el país con mayor ponderación en el índice de la región. Somos constructivos con Brasil: vemos que la agenda de reformas estructurales que encararon Temer y Bolsonaro lograrán que el país esté bien posicionado, para así favorecerse de estas mejores condiciones externas.
El viento estará empujando a favor de Argentina, pero para mantenerse en ese sendero, resulta ineludible avanzar en las negociaciones con el FMI y el Club de Paris, y sacar al default del escenario. Para lograrlo, será necesario plantear las bases de un programa económico consistente que apunte a reducir los desequilibrios macroeconómicos.