Entorno de inversión

Brexit
Un poco de historia

La relación entre el Reino Unido y Europa ha sido, a lo largo de la historia, un continuo de idas y vueltas. La relación siempre ha sido conflictiva con la potencia continental del momento, fuese la España de Felipe II, la Francia de Napoleón o la Alemania del Kaiser Guillermo II.

Por ello no sorprende que Gran Bretaña celebrara su primer referéndum sobre su continuidad en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1975, menos de 3 años después de su adhesión. En esa oportunidad el 67% apoyó permanecer en el bloque.

Casi cuatro décadas más tarde, y como consecuencia de la grave crisis financiera de 2008, los sectores más conservadores de la política inglesa, volvieron a poner el foco en la unión con Europa. Por esta razón en 2013 David Cameron prometió un referéndum con la idea de resolver la cuestión de una vez por todas. El referéndum tuvo lugar el 23 de junio de 2016, y contra todo pronóstico, el 52 por ciento de los votantes optó por irse.

El articulo 50

Según el artículo 50 del Tratado de Lisboa de la Unión Europea, el proceso legal para la salida de unos de sus miembros establece un camino de 2 años. Esto explica porque se fijó el 29 de marzo de 2019 como fecha formal de divorcio . El proceso de salida obligaba al Reino Unido a presentar a la UE un plan donde se estableciese la clase y el alcance de la futura relación con Europa. Theresa May, por entonces la primera ministra, al no lograr que su parlamento le aprobase el plan de salida, tuvo que solicitar en dos ocasiones retrasar la fecha de firma del divorcio, primero al 12 de abril de ese mismo año y luego al 31 de octubre.

Ante los continuos fracasos, el partido conservador ungió como primer ministro a Boris Johnson en el mes julio, quien a pesar de algunos contratiempos a su plan original de irse de Europa sin acuerdo, logró consensuar un plan el pasado 17 de octubre. El mismo deberá ser aprobado por el parlamento europeo antes del 31 de enero tras haber sido aprobado por el parlamento británico el 9 de enero de este año.

El acuerdo

El acuerdo del 17 de octubre retira al Reino Unido de la unión aduanera con Europa, lo que representa una gran victoria para brexiteers, y le abre el camino para firmar sus propios acuerdos comerciales, por ejemplo, con los Estados Unidos o China.

El acuerdo incorpora clausulas sobre el funcionamiento del sistema financiero, los derechos de los expatriados, establece una frontera abierta entre Irlanda e Irlanda del Norte y fija una fase de transición hasta 31 de diciembre de 2020.

Durante este período, la relación comercial del Reino Unido con la UE seguirá siendo la misma, mientras las dos partes negocian los detalles del acuerdo final y establecen un nuevo vínculo comercial entre ambos.

Si el acuerdo definitivo se encontrase listo antes del 31 de diciembre de este año, la nueva relación comercial entre el Reino Unido y la UE comenzaría inmediatamente el primer día posterior al fin de la transición, es decir, el 1 de enero de 2021. De lo contrario, el Reino Unido enfrentaría la posibilidad de tener que comerciar sin un acuerdo vigente, y eso significaría la implantación automática de controles y aranceles sobre los bienes y servicios que salgan o provengan del Reino Unido hacia o desde la UE.

Irlanda del Norte

Un punto conflictivo ha sido durante todo este proceso la situación de Irlanda del Norte. El acuerdo de paz firmado en 1998 entre el gobierno británico, el IRA y el gobierno irlandés, establecía como condición fundamental una frontera abierta entre las dos Irlandas, es decir, sin controles fronterizos de ningún tipo.  El hecho que tanto el Reino Unido como Irlanda formasen parte de la UE facilitó la firma del acuerdo. Pero eso terminará después del Brexit, arriesgando el regreso de una frontera “dura” que podría hacer caer el compromiso de paz firmado tras una  larga y sangrienta disputa en la isla.

Según los términos del acuerdo del 17 de octubre, Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, seguirá siendo legalmente parte de su territorio aduanero, pero se mantendrá estrechamente alineada con las normas y reglamentos europeos, permitiendo que el comercio continúe fluyendo entre Irlanda e Irlanda del Norte sin controles fronterizos porque la aduana estará en la frontera entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Consecuencias del Brexit

Es difícil estimar las consecuencias del Brexit sin conocer el detalle del acuerdo final, y ante la posibilidad de que tal vez, no exista uno al final del periodo de transición.

Por ahora, solo se han establecido clausulas generales y faltan pulir muchos detalles en materia de seguridad y flujo de información, por ejemplo.

Las estimaciones hechas por el momento proyectan una reducción del ingreso per cápita de Gran Bretaña en un 2,5%, en comparación con permanecer en la Unión Europea. Estas proyecciones ocurrirían de aprobarse el plan de Johnson. De no haber ningún tipo de acuerdo, en el escenario de Hard Brexit, la reducción sería del 3,3%. La diferencia entre ambos escenarios es poca y esto se debe a que Boris Johnson siempre milito a favor de una salida total y sin acuerdos con Europa. Tuvo que retroceder cuando su propio partido se rebeló.

Otras estimaciones proyectan una economía entre un 4% y un 9% más pequeña por haber abandonado la Unión Europea respecto de haber permanecido.

Cartera recomendada

Luego del referéndum de 2016, los activos británicos, desde acciones hasta bonos pasando por las propiedades, acusaron el golpee. Pero existen importantes diferencias. Por ejemplo, las acciones de compañías británicas con un mayor foco en la economía doméstica han sufrido más que aquellas multinacionales, porque si bien estas últimas tienen su sede en el Reino Unido, comercian y venden productos en todo el mundo.

Mientras el MSCI UK con predominancia de grande empresas subió desde la crisis un +21,5%, el índice de compañías “locales”, el JP Morgan UK Domestic Exposure sólo lo hizo un +7,5%. Todo esto en un contexto donde el S&P 500 subió +64% y el Eurostoxx 50 36,1%.

Existen buenas oportunidades de inversión tanto en el sector de Real Estate como en el de bonos corporativos ya que han descontado gran parte del costo del divorcio. Creemos que la economía británica tendrá la fortaleza de recuperarse y por esta razón hemos elaborado una cartera recomendada para aquellos inversores que estén interesados en esta temática.

COHEN GAM Brexit Portfolio