Tras un primer trimestre en el que la cotización se mantuvo estable, el dólar CCL empezó a tomar protagonismo y ya se encuentra un 13% arriba desde sus mínimos de marzo. ¿Esta suba es solo el principio?¿O ya nos encontramos cerca de un techo?
Por primera vez en lo que va del año, el dólar CCL superó al solidario como la cotización más cara. Además, desde el 11 de mayo, ya lleva 14 ruedas consecutivas de alza, una cifra preocupante. En el gráfico se muestra que esta suba se encontró bastante correlacionada con el desarrollo de la segunda ola de casos, la cual, además, fue acompañada por otros sucesos que pusieron bajo tensión a los dólares financieros:
- La inflación de abril fue del 4,1%, al margen de que el tipo de cambio solo devaluó 1,7% en el mes: esta inercia se fundamenta en malas expectativas, debido a la ausencia de un plan consistente.
- El mercado de deuda doméstica muestra señales de fatiga. El financiamiento del déficit a través del mercado local está $170 mil M por debajo de lo que debería haber obtenido para esta altura del año. Además, buena parte del financiamiento se obtuvo a plazos cortos, que habrá que seguir renovando.
- Preocupan los pasivos remunerados del BCRA: intereses de Leliqs y Pases generan deuda cuasifiscal de $100.000 millones mensuales.
La contracara: un BCRA con poder de fuego
El BCRA sigue consolidando una posición de fortaleza. Respaldado por el dinamismo de las liquidaciones del agro, acumuló en mayo compras netas por casi USD 2.100 M. De esta manera, sus reservas brutas alcanzaron los USD 41.874 M, mientras que las netas son de USD 6.791 M. Todavía resta recibir, además, USD 4.300 M en concepto de DEGs.
Agregando más, su posición en el mercado de futuros se encontraría en 0 (recordemos que en octubre del año pasado llegó a tener contratos vendidos por USD 5.683 M), dejando un buen margen para intervenir, en caso de considerar necesario.
Si bien en el segundo semestre finaliza la estacionalidad del agro y, además, hay pagos de interés y capital al FMI por USD 4.500 M, vemos que la acumulación de reservas BCRA no es para subestimar.
Nuestra visión
Con el objetivo electoral en el horizonte, vemos improbable que el gobierno logre un acuerdo con el FMI antes de las elecciones, puesto que esto limitaría sus herramientas en un momento en el que su capital político se ve comprometido. En el contexto actual de pandemia, el Club de París le otorgará un puente de tiempo al país hasta que renegocie con el fondo.
Aun con un mercado de pesos que muestra señales de saturación, el BCRA tiene el poder de fuego para seguir retrasando el tipo de cambio hasta las elecciones. Con un ritmo devaluatorio anualizado del dólar oficial cercano al 20%, vemos difícil que la brecha con el CCL (actualmente en 76%) no suba. Pero este poder de fuego le permitirá contener dicha cotización vía intervenciones y evitar disparadas. En definitiva, vemos un dólar CCL en alza, aunque un escalón por debajo de la inflación; también vemos una brecha en alza, pero sin entrar en los niveles de overshooting de octubre del año pasado (más del 90%). Mantenemos nuestra inclinación por los activos indexados a inflación.