- La inflación mensual minorista de julio se situó en 2,2%. El contexto de contracción económica sin precedentes resulta en una contención temporal aunque la dinámica monetaria establece un panorama muy incierto.

- Las proyecciones y expectativas inflacionarias continúan limitadas. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento anual del nivel de precios de 39,3% durante este año.

Resumen

• La estructura de precios domésticos no evidencia una aceleración preocupante a pesar de la liberación abrupta de circulante y sus potenciales efectos.

• La fase más suavizada de confinamiento comienza a desactivar cierto anclaje de expectativas de precios que se venía observando con la movilidad reducida y la consecuente caída de la demanda.

• Se plantea una fase de fuerte incertidumbre de precios debido a que la actividad económica comienza a reanudarse incipientemente pero la absorción de moneda interna es muy escasa frente a la fuerte expansión monetaria.

• Las proyecciones de inflación minorista para este año muestran cierta estabilidad respecto a las estimaciones del mes de julio. Mientras que las expectativas de mercado se establecen en 39,3% para este año, para el año 2021 se sitúan en 47,3%. No obstante, las proyecciones se modificarán con la corrección del tipo de cambio y los efectos de la expansión monetaria.

• El nivel general del índice de precios al consumidor (IPC) registró en julio una variación de 1,9%. Si bien el desempeño se genera en un contexto de cuarentana, nuevamente se registra un nivel relativamente bajo para los registros de los últimos dos años.

• El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un aumento mensual en julio respecto de mayo de 3,5%, acumulando un crecimiento en el año de 10,2%.

• El índice del costo de la construcción en el Gran Buenos Aires (ICC-INDEC) correspondiente al mes de julio de 2020 registra, en relación al mes anterior, un aumento de 2,2%.


- En general los precios internos no evidencian temporalmente tendencias a la aceleración. La incipiente actividad económica desactivará el ancla que se había impuesto con la restricción de movilidad.

- Se proyecta que el escenario de contención de precios de la economía que se había generado por el confinamiento estricto comenzará a desactivarse con la reanudación de la actividad. No obstante, si la apertura económica se demora, la expansión monetaria que se deberá sostener plantea mayores problemas para la política económica.

- La inflación del mes de julio de 2020 registró un aumento mensual de 1,9%. El ritmo de crecimiento es menor respecto a las proyecciones de mercado. Esto evidencia nuevamente las dificultades de la evaluación de la política económica en relación a la ejecución de un potencial programa de estabilización. La implementación de medidas aisladas en ausencia de un marco o perspectiva sistémica derivaran en resultados no esperados.

- La inflación acumulado del año 2020 se sitúa en 15,8%, nivel menor al acumulado en el mismo período del año anterior, 25%. Mientras que en la comparación interanual, el crecimiento de precios minorista respecto de julio de 2019 se situó en 42,4%.

- El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central estima que la inflación minorista mensual de agosto se situará en 3% y en relación a septiembre en 3,6%, configurando un 39,3% durante el año 2020.

- Las decisiones de los distintos formadores de precios se realizan en un escenario de incertidumbre el cual no es favorable para el funcionamiento de la economía ni para la dinámica inmediata futura de los esos precios. En esta fase de contracción económica y confinamiento, es determinante que la política económica establezca e informe medidas concretas en el plano fiscal y monetario que coordinen, al menos incipientemente, las decisiones de precios.

- No obstante, se presenta un desafío notorio para la política económica el cual se torna más complejo en la medida que no se gestione una apertura económica administrada. Cuando la fase de crisis sanitaria se revierta, las variables nominales de la economía tales como los precios internos y el tipo de cambio, deberán tener un horizonte de menor incertidumbre de corto plazo, pues el desafío que generarán las revisiones y ajustes de precios deberán matizarse con reacción de la política monetaria y de ingresos.

- El nivel general del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró una expansión promedio de 3,5% en julio de 2020 respecto del mes anterior. Este aumento se explica por un expansión de 3,5% en el componente Productos Nacionales, 6,1% en Productos Primarios, 2,8% en Manufacturas y Energía y de 3,8% en Productos Importados.

- El costo de la construcción estimado por el Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires registró un crecimiento de 2,2% en julio de 2020 respecto del mes anterior. Este resultado surge como consecuencia del alza de 5% en Materiales y 1,9% en Gastos Generales. Mientras que el componente Mano de Obra no registró variación.