Durante esta semana, el BCRA endureció su postura y determinó un ritmo devaluatorio de tan solo 5 centavos por día, lo cual representa un 21% de devaluación semanal anualizada.
Pero los contratos de ROFEX no solo que no convalidan dicho nivel, sino que esta semana operaron con alzas promedio de 0,6%; los meses más lejanos -y post electorales-, tales como noviembre o diciembre, registraron subas incluso mayores al 1%. De esta manera, los contratos vieron elevar sus tasas implícitas del rango 31-34% al 34-34% (medidas en TNA).
Esta discrepancia entre la visión de ROFEX de cuánto se devaluará y el ritmo actual del BCRA es más notoria en los meses más cortos: por ejemplo, abril y mayo tienen implícitas cercanas al 40% (medidas en TEA, para hacerlas comparables con la devaluación), muchísimo más bajas que el 21% mencionado.
ROFEX espera un tipo de cambio de 118,90 para fin de año. De mantenerse el ritmo de devaluación actual, el tipo de cambio finalizaría cercano a 105.