La semana pasada, el dólar futuro había sufrido una caída debido a la baja del ritmo devaluatorio del Banco Central. Esta semana, con una suba de solamente 49 centavos del tipo de cambio oficial, el ritmo devaluatorio cayó nuevamente, del 38 al 32% (medido a nivel semanal y anualizado); ROFEX, esta vez, no fue influido por ello y mostró leves subas para casi todos sus contratos. Ahora sus tasas implícitas -medidas en tasa efectiva, a efectos comparativos-, subieron del rango 37-40% al 39-41%. Es decir, ROFEX no cree posible que el Banco Central pueda sostener el ritmo de devaluación en 32%.

Sumando a este análisis, el jueves se conoció el dato de inflación minorista, el cual se situó en 3,6% (representa un 51% anualizado a tasa efectiva). Con la inflación corriendo en torno al 51%, vemos muy poco probable que el ritmo devaluatorio del 32% se mantenga en el tiempo.

Se espera un dólar a fin de julio en 103.80 (desde el 103,45 de la semana pasada).