Mal arranque de mes para los activos financieros globales, que registraron caídas generalizadas. El shutdown continúa, siendo el cierre de gobierno más largo de la historia. Esto está generando inconvenientes y, si bien no hay indicadores oficiales, los datos privados reflejan que la actividad pierde impulso, deteriorando la confianza de los hogares. Además, la Fed se muestra dividida entre priorizar el empleo o contener la inflación. En el plano financiero, las valuaciones elevadas de las empresas ligadas a la IA comenzaron a ser cuestionadas, lo que impactó negativamente en las acciones tecnológicas, que arrastraron a todos los índices pese a que los balances siguen presentando buenos resultados. En este contexto, las tasas mostraron movimientos acotados y los bonos operaron con sesgo negativo, mientras que el dólar retrocedió y los commodities reflejaron debilidad, con el petróleo y los metales a la baja y el oro estable en niveles elevados. Las miradas de esta semana estarán puestas en la evolución de las negociaciones en el Congreso para poner fin al shutdown y normalizar la actividad.

La economía se enfría. Con el cierre de gobierno, todas las publicaciones de indicadores oficiales siguen demoradas, lo que impide una lectura certera del verdadero estado de la principal economía del mundo. En este contexto, los inversores continúan apoyándose en los indicadores privados, que mostraron resultados dispares. El Nowcast de la Fed de Atlanta estima un sólido crecimiento de 4,0% t/t anualizado para el 3Q25, con base en el buen dinamismo del consumo, la inversión y el aporte positivo de las exportaciones netas. Sin embargo, ya entrado el último trimestre, los indicadores se muestran más débiles. El índice ISM manufacturero de EE. UU. de octubre retrocedió a 48,7, por debajo de las previsiones de 49,5 y del registro de septiembre, que había marcado 49,1, encadenando ocho meses consecutivos en zona de contracción, aunque con mejora en los subíndices de empleo y nuevos pedidos. Por otro lado, el ISM de servicios sorprendió al subir a 52,4 desde 50, lo que muestra que la actividad sigue en expansión. En materia laboral, el informe de ADP mostró una creación de 42 mil puestos en octubre y, si bien revirtió el resultado de los dos meses previos –en los que había caído 3 mil en agosto y 29 mil en septiembre–, sigue reflejando un menor dinamismo del empleo respecto de la primera mitad del año. Además, el informe de Challenger mostró que las empresas anunciaron 153 mil despidos –el mayor nivel para ese mes desde 2003– concentrados en tecnología y servicios profesionales, debido, en parte, al avance de la inteligencia artificial. Finalmente, la confianza del consumidor medida por la Universidad de Michigan cayó a 50,3 en noviembre, su nivel más bajo en más de tres años, afectada por el prolongado shutdown, las presiones de precios y el deterioro de las finanzas personales. 

La Fed, dividida. Durante la semana, varios miembros de la Fed se pronunciaron sobre el mandato dual, mostrando posturas divididas de cara a la próxima decisión de política monetaria. El consenso indica que la autoridad monetaria no solo concluirá la reducción de su balance en diciembre, con reservas bancarias ya en un nivel “amplio”, sino que también planteó la posibilidad de reanudar compras de activos en 2025. En el frente de tasas, seis funcionarios –entre ellos Waller, Miran, Bowman, Williams, Daly y Cook– se inclinaron por avanzar con nuevos recortes, en tanto que Powell, Jefferson, Barr, Goolsbee y Musalem adoptaron un tono más cauteloso, y Schmid (Kansas City) se mantiene en contra. Entre las declaraciones más relevantes, Lisa Cook y Mary Daly enfatizaron los riesgos sobre el empleo, Miran pidió una baja de 50 pb al considerar la política aún demasiado restrictiva y Waller criticó la “niebla” de la que habló Powell en referencia al shutdown. En contraste, Goolsbee, Logan y Hammack advirtieron sobre la persistencia de la inflación, lo que refuerza la probabilidad de un recorte en diciembre cercano al 65%, seguido de una pausa táctica. En relación con la semana anterior, la probabilidad de un tercer recorte de 25 pb por parte de la Fed en diciembre avanzó 5 pp hasta 68%.

Tasas estables. Con datos mixtos de actividad y empleo, sumados a los discursos de los distintos miembros de la Fed, la reacción de las tasas también fue mixta. La UST2Y y la UST10Y cayeron 5 pb y 1 pb, respectivamente, y cerraron la semana en niveles de 3,56% y 4,09%. En cambio, la UST30Y avanzó 3 pb y concluyó la semana en 4,70%.

Semana negativa para la renta fija. La renta fija en general tuvo un mal desempeño, afectada por la suba de tasas en el tramo largo de la curva. En este sentido, la deuda del Tesoro bajó un 0,3% en la semana, acumulando en el año una ganancia de 0,6%. En corporativos, los Investment Grade mostraron una caída de 0,5% y un alza de 3,6%, respectivamente. Los High Yield retrocedieron un 0,8% semanal, mientras que en el 2025 avanzan un 2,0%, así como los TIPs, que perdieron un 0,6% pero suben un 3,9% desde enero. En tanto, la deuda de mercados emergentes fue la más perjudicada, con una caída semanal de 0,9%, aunque en el año continúa siendo la de mejor performance, con una ganancia de 7,6%.

La temporada de balances continúa superando expectativas. En la última semana, 135 empresas del S&P 500 presentaron sus balances, por lo que ya reportaron el 90% de las compañías del índice. Si bien los resultados semanales no fueron los mejores, el 82% del total de las ganancias superó las expectativas del mercado. En el segmento tecnológico, Palantir estuvo por encima de las estimaciones y elevó su guía anual, aunque cayó con fuerza por preocupaciones de valuación. AMD presentó proyecciones de ingresos por debajo de lo esperado, lo que generó una reacción inicial negativa, mientras que Qualcomm informó resultados sólidos en ventas, pero con ingresos por licencias algo menores, lo que derivó en una corrección de 3,1%. En el sector de consumo, McDonald’s sorprendió positivamente con un crecimiento de ventas en EE. UU. superior al previsto. Entre las compañías de capitalización media, Super Micro Computer se desplomó tras ofrecer una previsión de ganancias inferior a la esperada. En general, los reportes confirmaron un escenario dispar, con avances selectivos y un tono de cautela hacia las tecnológicas de mayor valuación. Hasta el momento, las ventas aumentaron 8,19% i.a. y los beneficios lo hicieron 11,8% i.a., reflejando el sólido desempeño que vienen mostrando las empresas.

Las acciones comenzaron noviembre con bajas. Las acciones cerraron la semana con caídas generalizadas, en un contexto de preocupación por las altas valuaciones de las compañías vinculadas a la inteligencia artificial y datos económicos menos favorables, lo que llevó a los principales índices a alejarse de sus máximos históricos. El Nasdaq lideró las pérdidas con una baja semanal de 4,4%, aunque aún acumula un avance de 17,6% en lo que va del año. El S&P 500 retrocedió 2,8% y mantiene una ganancia de 13,1% en el 2025, mientras que el Dow Jones cayó 2,0% y sube 9,5% en el mismo período. Las small caps también mostraron debilidad, con una caída semanal de 3,7% y un avance anual más moderado de 7,3%. Por sectores, tecnología encabezó el retroceso (-6,0%; +21,6%), seguida por comunicaciones (-3,4%; +14,6%) y consumo discrecional (-2,5%; +4,3%). En contraste, los sectores de energía (+0,9%; +3,9%), salud (+0,9%; +5,8%) y consumo no cíclico (+0,6%; -2,4%) tuvieron el mejor desempeño.

Las acciones del resto del mundo también cayeron. El índice global de acciones excluyendo EE. UU. retrocedió 1,5% en la semana, aunque mostró un mejor desempeño relativo que los activos estadounidenses y acumula una ganancia de 25,2% en lo que va del año. Las acciones de mercados emergentes perdieron 2,4%, pero aún registran un incremento anual de 29,0%. Dentro de este grupo, Brasil se destacó con una ganancia semanal de 2,5% y un avance acumulado de 41,9%, mientras que China retrocedió 0,9%, aunque mantiene una ganancia de 34,4% en el mismo período. Entre los mercados desarrollados, tanto Europa como Japón mostraron caídas de 1,1% en la semana, pero conservan alzas de 25,5% y 23,0%, respectivamente, en lo que va del año.

Leves caídas en dólar y oro. El dólar DXY cayó 0,4% en la semana y acumula una pérdida de 8,3% en el año. El impulso a la baja se dio el viernes, luego del mal dato de confianza del consumidor. Durante la semana había llegado a superar el nivel de 100, pero concluyó en 99,45. Esta baja respondió a las subas del euro (0,4%) y la libra (0,1%), al tiempo que retrocedió 0,6% frente al yen. En Brasil, el dólar cayó 0,5% en la semana y acumula una baja de 0,6% en el año, cerrando en USDBRL 5,35. El oro finalizó con una leve caída de 0,3%, en torno a USD 3.991 la onza, aunque acumula en 2025 un alza de 52,1%. 

Commodities a la baja. El petróleo WTI finalizó con una baja de 1,7%, en USD 59,9 por barril, retrocediendo en total 16,4% en lo que va del año. Los precios estuvieron presionados por temores de sobreoferta, tras conocerse que la producción de la OPEP+ y de otros países aumentó en octubre, mientras Arabia Saudita recortó los precios de venta a Asia ante un mercado bien abastecido. En paralelo, los inventarios en EE. UU. se incrementaron y la debilidad de los datos manufactureros en Asia y EE. UU. reforzó las dudas sobre la demanda. A pesar de que la OPEP+ decidió pausar nuevos incrementos de producción y persisten riesgos de suministro por sanciones de EE. UU. a Rusia y ataques ucranianos en el Mar Negro, el foco del mercado se mantuvo en la pérdida de impulso del consumo global, lo que llevó al crudo a encadenar su segunda semana consecutiva de bajas. La soja finalizó la semana prácticamente sin cambios, en USD 404 por tonelada, mostrando una suba de 10,2% en el año, luego de una fuerte volatilidad impulsada por las noticias comerciales entre EE. UU. y China. Durante la semana, tras haber alcanzado un máximo de 16 meses, los precios cedieron ante la débil demanda china de suministros estadounidenses, que siguen gravados con un arancel del 13% frente al 3% aplicado a Brasil y Argentina. Si bien China confirmó que suspenderá los aranceles de represalia a partir del 10 de noviembre, aún no se registran compras a gran escala, en un contexto en que el shutdown en EE. UU. interrumpe los reportes del USDA. En paralelo, compradores chinos habrían reservado unas 20 cargas de soja brasileña para entregas entre diciembre y julio de 2026, mientras las autoridades estadounidenses estiman que China podría adquirir 12 millones de toneladas en los próximos dos meses. El mercado sigue atento a la concreción de esas operaciones y al impacto que podría tener sobre los precios internacionales. Por otro lado, el cobre cayó 2,4% en la semana y cerró en USD 4,95 por libra, exhibiendo una ganancia de 24,1% en el año, presionado por la debilidad de la demanda china y un dólar algo más fortalecido. Los datos comerciales de China mostraron una baja de 1,1% en las exportaciones y una desaceleración de las importaciones, mientras persiste la cautela global por el cierre del gobierno en EE. UU.

Lo que viene. La semana comienza con la expectativa de un acuerdo en el Congreso para poner fin al shutdown, dado que durante el fin de semana se lograron avances significativos luego de que la legislatura votara a favor de una moción de prueba para la aprobación de una legislación que financie al gobierno hasta, al menos, el 30 de enero de 2026. Por otro lado, la atención del mercado estará centrada en una agenda cargada de datos macro y presentaciones corporativas. El lunes se publicará el informe WASDE, que ofrecerá nuevas proyecciones sobre la oferta y demanda agrícola global. A mitad de semana hablarán varios miembros de la Fed, en un contexto de creciente división interna respecto del ritmo de recortes y del fin del ajuste de balance. Hacia el jueves y viernes deberían conocerse los principales indicadores de inflación (CPI y PPI), junto con los pedidos semanales de subsidio por desempleo y las ventas minoristas; sin embargo, la continuidad del cierre de gobierno en EE. UU. podría demorar la difusión de parte de estos reportes oficiales. En el frente corporativo, continuarán las presentaciones de balances con los resultados de Cisco, TransDigm, Copart, Disney y Alibaba, que podrían aportar señales sobre la evolución de la demanda en sectores clave.