Los mercados concluyeron otra semana destacada con incrementos generalizados en bonos y acciones. La atención de los inversores estuvo centrada en la reunión de Jackson Hole, donde Powell señaló que era el momento adecuado para iniciar los recortes de la tasa de interés. Aunque el consenso ya anticipaba esta medida, las declaraciones del presidente de la Fed, enfocadas en la debilidad del mercado laboral, reavivaron las expectativas de los inversores, quienes ahora proyectan que los recortes de tasas serán más profundos, esperando una reducción de 50 pb en cada una de las próximas tres reuniones. No obstante, los indicadores de actividad e inflación continúan sugiriendo un soft landing, por lo que adoptamos una postura cautelosa, anticipando una baja de 25 pb en la tasa de referencia. El mercado respondió positivamente, con alzas en bonos y acciones que prácticamente neutralizaron las pérdidas de la primera semana del mes. El dólar se debilitó, el oro alcanzó nuevos máximos y los commodities, a excepción del petróleo, cerraron en alza. Las expectativas para esta semana se centran en los datos de actividad de julio, incluyendo ingresos y consumo familiar, tasa de ahorro y la segunda revisión del PBI del segundo 2Q24, así como en los datos de inflación de julio, como el PCE y PCE core, que podrían reforzar el escenario favorable para que la Fed inicie la flexibilización de la tasa.
Llegó el momento. “The time has come for policy to adjust” –"llegó el momento de la política de ajuste"– fueron las últimas palabras del discurso de Powell en el cierre del simposio económico de Jackson Hole. En su presentación, el presidente de la Fed destacó los avances logrados para llevar la inflación al objetivo del 2,0% i.a., que actualmente se sitúa en el 2,5% i.a. Asimismo, expresó su preocupación por el evidente enfriamiento del mercado laboral, donde en los últimos seis meses la tasa de desocupación aumentó 5 pb hasta el 4,3%, resultado del incremento en la oferta de trabajadores y una desaceleración en el ritmo de contratación. Además, los aumentos de salarios nominales se han moderado, lo que hace poco probable que sean una fuente de presiones inflacionarias. A pesar de que la economía se mantiene sólida, desde la Fed señalan que los riesgos inflacionarios han disminuido, mientras que los riesgos de un rápido enfriamiento en el nivel de actividad han aumentado. Estas razones son suficientes para dar un giro a la política monetaria y comenzar a recortar la tasa de referencia. "La dirección es clara y el momento y el ritmo de los recortes dependerán de los datos que se obtengan, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos," afirmó Powell.
La actividad sigue en alza. A pesar de las preocupaciones sobre la dinámica del mercado laboral, los indicadores de nivel de actividad sugieren que una recesión aún está lejos. Los datos del PMI de agosto reflejan que la economía privada estadounidense se expandió fuertemente, aunque este crecimiento fue impulsado únicamente por los proveedores de servicios. Específicamente, el PMI manufacturero disminuyó a 48 en agosto, desde 49,6 en julio, representando la mayor caída en 8 meses. Por otro lado, el PMI de servicios superó las expectativas al aumentar a 55,2, desde 55 en julio. Así, el PMI compuesto experimentó una ligera disminución hasta 54,1, aunque aún superó las expectativas del mercado. A pesar de cierta desaceleración, el crecimiento económico se mantiene robusto, alejando significativamente los temores de una recesión en la economía americana.
Tasas en baja. Aunque el mercado ha anticipado que en la reunión del 18 de septiembre la Fed recortará la tasa, es importante destacar que en ocasiones anteriores las expectativas de recortes resultaron prematuras y no se materializaron. Sin embargo, las recientes declaraciones de Powell han disipado muchas dudas. Además, la revisión de los datos de empleo desde abril de 2023 hasta marzo de 2024, que mostró una reducción de más de 800 mil puestos de trabajo no agrícolas, fortalece la percepción de una situación laboral más frágil. En este contexto, aunque la probabilidad más alta sigue siendo un recorte de 25 pb en la tasa de referencia (64%), ha aumentado la posibilidad de un recorte de 50 pb. Para las dos reuniones subsiguientes, se espera que continúen los recortes, proyectando que la tasa de la Fed termine el año en un rango de entre 4,25% y 4,50%. Este escenario ha llevado a una baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron mínimos de los últimos 14 meses: la USDT2Y cerró en 3,92%, 15 pb menos que la semana anterior, y la UST10Y finalizó en 3,80%, perdiendo 9 pb en la semana.
Se debilita el dólar y el oro toca nuevos récords. Con las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Fed, el dólar se debilitó frente a las principales monedas. En la última semana, el Índice del Dólar (DXY) perdió un 1,7%, acumulando una baja del 3,2% en agosto y cerrando el viernes en su nivel más bajo desde julio del año pasado. La mayor caída la experimentó frente al yen japonés, con una depreciación del 2,3% en la semana y del 3,8% en lo que va del mes, cerrando la semana en USDJPY 146, alejándose cada vez más de los USDJPY 161. En el año, el yen sólo se ha apreciado un 2,2%. Contra el euro, el dólar perdió un 1,5% en la semana y un 3,3% en lo que va de agosto. Mientras tanto, el real brasileño se estabilizó y cerró en USDBRL 5,45, registrando una caída del 3,0% en el mes, aunque en lo que va del año acumula un alza del 13%. La debilidad del dólar también ha beneficiado al oro, que en la semana subió un 0,2% y cerró en 2.510 USD por onza, acumulando un aumento del 2,6% en agosto y del 22% en lo que va del año, lo que representa un incremento de casi 500 USD.
Todos menos el petróleo. La debilidad del dólar ha sido una buena noticia para los commodities, que registraron subas generalizadas en un año marcado por problemas de oferta que han generado mucha volatilidad, especialmente con fuertes caídas en los productos agrícolas. El cobre, por ejemplo, aumentó un 1,6% durante la semana, un 0,8% en el mes y un 8,1% en lo que va del año. Por su parte, la soja, que había sufrido fuertes bajas previamente, se estabilizó y subió un 1,4%, aunque aún registra una pérdida del 7,4% en el mes y del 26% en lo que va de 2024. El petróleo, sin embargo, fue la excepción, ya que ante los temores de una caída en la demanda desde China, experimentó una baja del 2,4% en la semana, acumulando un retroceso del 4,0% en agosto, aunque todavía muestra una subida del 4,4% en el año.
Todas ganan. Hasta ahora, el 95% de las compañías del S&P 500 han reportado sus resultados para el 2Q24. Las ventas mostraron un incremento del 4,74% i.a., con los sectores de materiales e industrial siendo los únicos que reportaron caídas. En cuanto a los beneficios, estos aumentaron un 9,4% i.a., con notables tasas de crecimiento en los sectores de financiero, consumo discrecional, salud y servicios públicos. Contrariamente, los sectores de materiales e industrial experimentaron disminuciones en sus beneficios en comparación con el mismo período del año anterior.
Bonos y acciones al alza. Fue una gran semana para los mercados financieros globales. Los bonos americanos tuvieron un alza semanal de 0,7%, acumulando en el mes una ganancia de 1,7%. Entre estos, se destacaron los bonos corporativos Investment Grade (IG) que en el mismo período subieron 0,9% y 2,4%, respectivamente, y los bonos emergentes que repuntaron 1,0% en la semana y llevan ganado 2,2% en lo que va de agosto. En el caso de las acciones, con mayor impulso de los sectores defensivos, los tres principales índices tuvieron una buena performance con el S&P 500 anotando un alza de 1,3% en la semana y 2,0% en el mes, recuperando así todo el terreno perdido a principios de mes luego de la fuerte caída del “lunes negro”. Entre los sectores, salvo el energético que perdió 0,2%, todos registraron ganancias, y se destacaron materiales, real estate y consumo discrecional. El buen contexto para las acciones quedó reflejado en que el índice S&P 500 equiponderado fue el que tuvo mejor resultado semanal al registrar un alza de 2,1% mientras que el que agrupa a las principales 50 empresas subió 1,2%.
Lo que viene. Con un recorte de tasas ya anticipado para la próxima reunión de la Fed, la atención esta semana se centrará en los datos de actividad y precios. Se publicará la segunda estimación del PBI del 2Q24, cuya primera estimación sorprendió con un crecimiento del 2,8% t/t anualizado. Además, se divulgarán los datos de consumo y ahorro de las familias de julio, cuyos adelantos en ventas minoristas indicaron un repunte significativo, proporcionando pistas más claras sobre la economía en el 3Q24. También se publicarán el PCE y el PCE core, que deberían confirmar que la inflación está en una trayectoria clara hacia la convergencia del 2% anual que persigue la Fed.