Buenos datos económicos volvieron a reforzar la idea de un soft landing, lo que ayudó a que los mercados retomen la calma. La inflación continúa en el canal de convergencia hacia el objetivo de la Fed, el mercado laboral sigue sólido y todo indica que en el 3Q24 la economía mantendrá su crecimiento. La Fed respira tranquila y, aunque el mercado ya anticipa un recorte de tasas en la próxima reunión de septiembre, no sería necesario aplicar bajas agresivas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro se estabilizaron, y la volatilidad del mercado disminuyó, permitiendo que los mercados tuvieran su mejor semana del año, con un fuerte rebote en acciones y un buen desempeño de la renta fija. Mientras tanto, el dólar se debilitó y los commodities bajaron, especialmente los agrícolas. En una semana tranquila en cuanto al calendario de publicaciones, sin indicadores relevantes, las miradas estarán puestas en la reunión de los banqueros centrales en Jackson Hole, donde el mercado espera que Powell confirme el ciclo de rebaja de tasas.
Buen dato de inflación. Si bien el IPC de julio tuvo un leve repunte respecto a los meses previos, la suba estuvo en línea con lo esperado y confirmó que la inflación minorista sigue convergiendo hacia el objetivo de la Fed del 2% anual. Concretamente, el mes pasado el IPC general subió 0,2% m/m –1,9% anualizado– tras dos meses casi sin cambios, acumulando en los últimos doce meses un alza de 2,9%, la cifra más baja desde abril de 2021. Este repunte obedeció al incremento en los precios de la vivienda y del transporte, además de la estabilización de los precios de la energía. El IPC core, que excluye los precios de los alimentos y la energía, también subió 0,2% m/m, quedando 3,2% por encima del nivel de un año atrás. Aún mejor fue la performance del IPC Super Core, que excluye alimentos, energía y vivienda, el cual retrocedió por tercer mes consecutivo, acumulando en los últimos doce meses un alza de solo 1,8%. Sin embargo, para que la inflación minorista cierre este año en 2% i.a., el IPC debería marcar una suba mensual de solo 0,05% m/m –o 0,6% anualizado–, lo que obliga a la Fed a seguir un camino prudente. Por su parte, los precios mayoristas subieron 0,1% m/m en julio –tras un aumento de 0,2% m/m en junio y por debajo de las previsiones del 0,2% m/m– y 2,2% i.a. desde un 2,7% i.a.
Buenos datos de actividad y de confianza del consumidor. Las dudas sobre una recesión quedaron opacadas por los buenos indicadores que se publicaron esta semana. En primer lugar, las ventas minoristas de julio mostraron un sólido repunte, con un alza de 1,0% m/m nominal, tras una caída revisada a la baja del 0,2% m/m en junio y superando ampliamente las previsiones del mercado de un alza de 0,3% m/m. Fue el mayor aumento desde enero de 2023, con las ventas en concesionarios de vehículos de motor y repuestos liderando el crecimiento (3,6% m/m). También hubo datos alentadores del mercado laboral: las solicitudes de prestaciones por desempleo cayeron en 7.000, hasta 227.000 en la semana finalizada el 10 de agosto, marcando el nivel más bajo en cinco semanas y superando las expectativas del mercado de 235.000. En cuanto al sentimiento del consumidor, se registró el primer repunte en cinco meses, subiendo de 66,4 en julio a 67,8 en agosto, superando las previsiones del mercado. Este aumento fue impulsado por mejores expectativas sobre las finanzas personales y las perspectivas para los próximos cinco años, mientras que las expectativas de inflación se mantuvieron ancladas en 2,9% para los próximos doce meses y en 3,0% a cinco años. Con estos datos, el nowcast de la Fed de Atlanta redujo las estimaciones de crecimiento para el 3Q24 a 2,0% t/t anualizada, desde el 2,9% de la semana anterior, debido al deterioro en los indicadores del sector inmobiliario, aunque mantuvo buenas perspectivas para el consumo privado y la inversión no residencial.
Mejoran las chances de Harris. El escenario electoral en EE. UU. no está definido, especialmente después de la renuncia de Biden a la carrera presidencial, lo que ha mejorado las posibilidades de los demócratas. Este cambio ya se refleja en varias encuestas que muestran una ventaja para los demócratas en estados clave. Según un estudio de la Universidad de Michigan, el sentimiento hacia los demócratas aumentó un 6% después de que Harris reemplazó a Biden como candidata, mientras que el apoyo a los republicanos disminuyó un 5% en el mismo período. Además, la encuesta reveló que el 41% de los consumidores considera que Harris es la mejor opción para la economía, frente al 38% que prefiere a Trump. Cabe destacar que entre mayo y julio, Trump mantenía una ventaja de 5 puntos sobre Biden en cuanto a la percepción económica.
El ajuste fiscal continúa, pero no alcanza. En julio, el déficit fiscal de EE.UU. se amplió a USD 244 MM, frente al desequilibrio de USD 220,7 MM registrado en el mismo mes del año anterior, aunque fue levemente inferior a las expectativas del mercado de USD 254,3 MM. Los ingresos aumentaron un 20% i.a., alcanzando USD 330 MM, y si se ajustaran los ingresos por impuestos diferidos, habrían crecido un 12% i.a. El gasto total subió un 16% i.a. hasta USD 574 MM, impulsado por el gasto primario, que repuntó un 15% i.a., liderado por un incremento de USD 72 MM en los desembolsos de Medicare, y por los intereses de la deuda, que aumentaron un 21% i.a. hasta USD 81 MM. Durante los primeros 10 meses del año fiscal 2024, el déficit de EE.UU. se redujo un 6%, alcanzando USD 1.517 MM, comparado con los USD 1.614 MM del mismo período del año fiscal 2023. La mejora fue más significativa al considerar el resultado primario, que excluye el pago de intereses y se redujo un 30%, dado que el gasto primario solo aumentó un 2% i.a. Así, el déficit primario pasó de USD 1.052 MM a USD 748,5 MM.
Curva de rendimientos expectante y repunte de bonos. Con la revalidación de un escenario de soft landing, el mercado sigue proyectando un recorte de tasas en la reunión del próximo 18 de septiembre, pero ahora espera que sea de 25 pb –75% de probabilidad, contra 50% de una semana atrás– en lugar de 50 pb, como esperaba hace unas semanas. Esto le quitó presión a las tasas de corto plazo, mientras que las largas tuvieron un leve retroceso. Concretamente, la UST2Y cerró la semana en 4,05%, mientras que la UST10Y finalizó en 3,88%, 6 pb por debajo del cierre de la semana previa, lo que implicó una caída en la tasa de inflación implícita esperada para los próximos 10 años a 2,08%. En este contexto, la renta fija en general tuvo una semana con subas generalizadas: el índice agregado tuvo un repunte de 0,6%, acumulando en el mes un alza de 1,0%. En el mismo período, los bonos del Tesoro subieron 0,4% y 0,9%, respectivamente, mientras que los bonos corporativos Investment Grade ganaron 1,3% en la semana y 1,5% en lo que va de agosto. También fue una semana positiva para los bonos High Yield, que subieron 1,1% (y 0,4% en el mes), y para los emergentes, que ganaron 1,3% en la semana (y 1,2% en el mes).
Rebote de las acciones. El temblor y pesimismo parecen haber quedado atrás, y las acciones tuvieron la mejor semana del año, con un fuerte repunte que les permitió recuperar gran parte del terreno perdido en las semanas anteriores y volver a situarse cerca de los máximos históricos. El S&P 500 subió un 4,0%, por lo que en agosto acumula una ganancia de 0,6%, impulsado por las empresas de mayor capitalización. Sin embargo, si tomamos el índice equiponderado, la suba del S&P 500 fue de 2,5% en la semana y en el mes acumula una caída de 0,5%. La gran semana para el principal índice de renta variable fue generalizada en todos los sectores, aunque lo más destacado fue el salto de 7,7% en el sector tecnológico y de 5,0% en el de consumo discrecional, ambos casos impulsados por las acciones de las empresas de megacapitalización como Nvidia (+17%), Tesla (+7%) y Amazon (+6%). La gran semana de las acciones tecnológicas se reflejó en el Nasdaq, que subió 5,4% en la semana y 0,3% en lo que va del mes, mientras que el Dow Jones avanzó un 2,9% en la semana, aunque en el mes acumula una baja de 0,4%.
Se va terminando la temporada de balances. En la última semana se publicaron los reportes trimestrales del 2Q24 de otras 23 compañías del índice S&P 500, por lo que la presentación ya alcanza al 92% del índice. Los resultados han superado las estimaciones tanto en ingresos como en beneficios. Las ventas subieron un 4,83% i.a., con solo los sectores de materiales e industrial reportando caídas, mientras que los beneficios avanzaron un 8,5% i.a., con los sectores de Consumo Discrecional, Salud, Servicios Públicos, Financiero y Tecnología presentando importantes tasas de crecimiento.
Debilidad del dólar, repunte del oro y derrumbe de la soja. El dólar DXY perdió 0,7% en la semana y acumula una baja de 1,6% en el mes. Aunque la caída fue homogénea frente a las principales monedas, la última semana destacó la baja del 1,0% frente al euro, mientras que se fortaleció un 0,7% frente al Yen, ya que los temores sobre la política monetaria del Banco de Japón se disiparon. El Real Brasileño tuvo una buena performance, fortaleciéndose hasta cerrar la semana en USDBRL 5,45, acumulando una baja del 3,1% desde fines de julio. En este contexto, el oro subió un 3,1% en la semana hasta USD 2.507 la onza, alcanzando un nuevo récord histórico. En cuanto a los commodities, el petróleo operó estable con una baja semanal de 0,2%, mientras que el cobre subió 3,7% impulsado por la huelga en la mina Escondida en Chile. Lo más destacado fue el nuevo desplome del precio de la soja, que perdió un 9%, cerrando la semana en USD 344 la tonelada, su nivel más bajo en cuatro años, 27% más bajo que a fines de 2023 y 30% por debajo de lo que cotizaba hace un año.
Lo que viene. Será una semana sin indicadores relevantes en la agenda. Lo más importante será la publicación de las minutas de la última reunión de la Fed, en la que se espera obtener una visión más completa de la coyuntura económica según los miembros del comité de política monetaria. Además, se llevará a cabo el simposio de Jackson Hole, donde los principales banqueros centrales discutirán sobre la política monetaria, y se esperan declaraciones de Powell al respecto.