Algunos los problemas del kirchnerismo de corto plazo fueron superados en la administración de Cambiemos: cepo, controles de precios, freno a importaciones, retraso tarifario. Es conveniente una mirada más estratégica ya que los temas de fondo que preocupan a la sociedad pueden resumirse en la falta de competitividad.

Reflexionar sobre competitividad es una tarea que presenta cierta complejidad.

Por un lado debe analizarse de un modo comparativo, ya que la competitividad se basa en la capacidad de un país de poder medirse con otro; y por otro lado, una serie de características muy variadas intervienen para hacer un país competitivo.

El nivel de capacitación de sus recursos humanos, el nivel de desarrollo de sus mercados, el nivel de evolución de la tecnología, entre otros. Siguiendo la definición propuesta por el WEF (Foro Económico Mundial, por sus siglas en inglés), “La competitividad es el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país y, con ello, su nivel de prosperidad y tasas de crecimiento”.

Según el informe confeccionado por el WEF, Argentina mejoró posiciones desde que asumió Macri, mientras Chile siguió liderando el índice en la región. A pesar del buen desempeño latinoamericano en el indicador, a los países de la región les resta profundizar aún más y quedan retos en materia de competitividad en lo que se refiere a infraestructura, instituciones débiles y una incapacidad para generar nuevos avances en lo que se refiere a investigación y desarrollo.

Específicamente, la observación con respecto a la Argentina es que no ha presentado una participación destacable en este índice; sólo una vez logró introducirse dentro del 50% de los países más competitivos.

Fue en la edición 2005-2006 del reporte, cuando se obtuvo la posición 54 sobre 117 naciones incluidas en la muestra. Desde entonces su participación ha sido mediocre. La razón de la caída esperable para 2020 se debe al deterioro de las condiciones macroeconómicas junto con una evolución todavía ineficiente. Metodología para cálculo del índice WEF:

Si quiere hacerse un/análisis complementario acerca de la posición argentina en los indicadores de competitividad mundiales puede observarse el índice Doing Business del Banco Mundial que investiga las regulaciones que favorecen la actividad empresarial y aquellas que la influyen en 183 economías bajo análisis.

En el último reporte Argentina ocupó un puesto por delante de Brasil pero muy por detrás de Chile, lo que significa que Argentina es un país en el que el contexto regulatorio y el ambiente económico todavía no favorecen el nacimiento de firmas.

De esta forma puede observarse que la competitividad no está únicamente relacionada con la existencia de firmas competitivas que puedan acceder a los mercados internacionales, sino que el contexto institucional y las características de los mercados internos definen el posicionamiento relativo de los países.

Aumentar la competitividad nacional aumentando la productividad es el mejor modo de asegurar el crecimiento económico de largo plazo y disminuir, así, la probabilidad de ser afectados por shocks económicos. Esta es la razón fundamental para poner énfasis en políticas que puedan profundizar la competitividad del país en el largo plazo.