- La inflación mensual minorista de marzo registraría 4%. Se espera que el crecimiento intermensual de los precios presente un menor nivel ante el escenario potencial de restricciones.
- Las proyecciones inflacionarias se sostienen en niveles similares a los últimos meses. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento anual del nivel de precios de 45,6% durante este año.
RESUMEN
- La dinámica inflacionaria del año dependerá de las futuras restricciones a la actividad económica. Ante mayores restricciones sobre la actividad, el comportamiento de los precios sería similar al del año 2020.
- El freno en la recuperación de la actividad económica podría matizar levemente el aumento de precios que se esperaría en un escenario de menor rebrote del virus lo cual trasladaría el ajuste cuando se despejen las tensiones sanitarias.
- Si bien los acuerdos de precios son un elemento de corto plazo, siguen constituyendo la principal gestión del gobierno para suavizar la dinámica del índice de precios.
- Las proyecciones del comportamiento de precios para este año establecen una inflación de 45,6%, mientras que para el año 2022 se sitúan en 40,9%. No obstante, el potencial confinamiento modificará la evolución de este año.
- Hacia el primer trimestre del año el aumento acumulado de precios sería de 11,5%, mientras que en el segundo trimestre se situaría en 9,4%. El desempeño efectivo está marcado por el nivel de funcionamiento de la actividad y la política económica.
- El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría en marzo una variación de 3,9% en un contexto de cierta recuperación económica. Las proyecciones de mercado establecen que este nivel de variación permanezca durante el primer semestre del año.
- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento interanual de 6,1% en febrero de 2021 sosteniéndose en un sendero ascendente desde octubre de 2020.
- El nivel general del Índice de Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a febrero de 2021 registra un aumento intermensual de 5%, permaneciendo en un nivel mensual creciente.
- Se plantea una dependencia entre la dinámica inflacionaria del año y el nivel de restricciones sobre la actividad económica, tal como lo sucedido el año pasado. Un mayor nivel de confinamiento determinará un menor crecimiento de los precios. A su vez, se debe agregar el efecto monetario derivado de las necesidades de la política fiscal.
- Si bien el comportamiento de la estructura de precios se verá matizado por el desempeño sanitario lo cual es favorable dado un menor impulso sobre la dinámica de precios, ante un freno en la actividad de los distintos sectores económicos, la mayor emisión monetaria será un contrapeso no deseado sobre el menor crecimiento de los precios.
- Nuevamente notamos que es de importancia establecer objetivos e instrumentos claros para evitar no solo tensiones de precios, sino también un nuevo ciclo contractivo de la actividad económica. Ciertamente, las expectativas de precios dependen esencialmente de la perspectiva de gestión económica y los eventuales impulsos monetarios de la coyuntura. Pues, un nivel de gasto elevado derivado de la necesidad de asistencia al sector privado frente a un nuevo confinamiento, determinará naturalmente una expansión monetaria y mayores impulsos en el nivel de precios.
- La inflación del mes de marzo de 2021 registraría un aumento mensual de 4%. El ritmo mensual de crecimiento se sitúa en un nivel alto ante el objetivo necesario de desinflar las expectativas en toda la estructura de precios de la economía aún en el escenario de incipiente recuperación tras una caída inédita del PIB.
- En ese sentido, el registro inflacionario de marzo establece distancias con el objetivo de inflación del poder Ejecutivo y con un panorama de menor tensión económica. Sin haberse identificado un programa de acción y de acuerdos que generen incentivos a los efectos de minimizar aumentos de precios, la dinámica inflacionaria será sustancial en términos relativos respecto a la coyuntura de potencial cuarentena.
- El gobierno sigue disponiendo del control de precios como un instrumento principal de morigerar el crecimiento del país. Si bien es posible que sea un instrumento de corto plazo, ante la extensión de la política regulatoria los efectos son adversos al objetivo. En concreto, la regulación extendida sobre determinados precios pueden generar perdida de incentivos de inversión y producción lo cual tiene efectos contrarios para la desinflación de las expectativas y formación de precios.
- Las proyecciones informadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central, estiman que la inflación minorista de abril se situará en 3,4%, mientras que en mayo será 3,1% y en junio 2,9%. A su vez, la inflación anual para el año 2021 se proyecta nuevamente en un nivel menor respecto a la proyección del mes anterior, descendiendo a 45,6% y a 40,9% para el 2022.
- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento sustancial de 6,1% en febrero de 2021 respecto del mes anterior. Esta variación se explica como consecuencia de la suba intermensual de 6% en los productos nacionales y de 7,4% en los productos importados. Mientras que respecto al mismo mes del año anterior se registró un crecimiento del 47,7% del nivel mayorista general.
- El Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a febrero de 2021 registra una suba de 5% respecto de enero de 2021. El crecimiento se conforma del alza de 4,6% en Materiales, de 4,9% en Mano de obra y de 7,4% de Gastos generales.