- La gestión fiscal se presenta con limitaciones de orden política en un año de elecciones. A la necesaria política de estabilización se le presenta un factor adicional de restricción derivado de las elecciones.
- La recaudación tributaria nacional de febrero reiteró un crecimiento en términos reales respecto al mismo mes de 2020. La variación interanual de la recaudación ajustada por precios fue del orden del 11%.
Resumen
- Sostenemos que el año fiscal presenta un desafío complejo para el gobierno en relación a la necesidad de sustentar las cuentas fiscales pospandemia pero en un marco de elecciones que limitarán las acciones de estabilización.
- El año electoral implicará una restricción a la coordinación de gestión fiscal ya que se espera que las correcciones se trasladen hacia el año próximo, lo cual no es favorable dada la acumulación de desequilibrios.
- En ese sentido, la mayor parte de la estructura de precios seguirá con controles para contener cuantías de aumentos elevados aunque en algunos casos se retrasarían en relación a las demás variables de la economía. Tal es el caso de las tarifas públicas.
- La recaudación impositiva de febrero de 2021 totalizó $716.595 millones aumentando 51,9% respecto de febrero de 2020. El aumento nominal interanual de la recaudación se sostiene por encima del aumento de precios.
- La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria fue del orden del 11% interanual. Ciertamente, el aumento real de los recursos tributarios es un factor favorable en el desempeño futuro de las cuentas fiscales si sostiene en el tiempo.
- El Presidente Alberto Fernández anunció, en la apertura de sesiones legislativas, un plan fiscal federal con ejecución de obra pública vinculada a infraestructura y con el sector energético. El objetivo es impulsar los diversos sectores de actividad luego de un año de caída.
- Se plantea un matiz en relación al potencial programa económico derivado de los anuncios del Presidente en relación a evitar ajustes y factores que puedan frenar la reactivación económica.
- Las negociaciones con el FMI en relación al pago de la deuda actualizada en torno de U$S 46.000 millones permanecen pausadas tras la incertidumbre y tensiones políticas sobre este tema.
- Notamos que la gestión fiscal del año deberá digerir los excesos ciertamente necesarios del año anterior, aún en un año influenciado por las elecciones. La pandemia y el confinamiento generaron un programa de exceso de gasto público que deberá tender a un nivel restrictivo para evitar no solo mayor fragilidad financiera, sino también para evitar nuevos impulsos en precios y tipo de cambio.
- Las elecciones de este año limitarán el espacio de gestión del ministro Guzmán en relación a una eventual política de estabilización. Concretamente, el planteo de ajustes en determinados precios de la economía como los referidos a servicios públicos derivados de un menor nivel de subsidios, pueden generar efectos adversos la dinámica de la recuperación económica y, en definitiva, incentivos electorales sobre los futuros votantes.
- Por lo tanto, el objetivo aludido desde Economía sobre recortes de gasto, ajustes tarifarios y sostenimiento de cierta estabilidad de precios y del tipo de cambio, estarán sujetos a revisión como consecuencia de la gestión política. Como lo mencionamos anteriormente, para la perspectiva política los efectos no esperados sobre la actividad económica son determinantes importantes en el desempeño electoral.
- Dada la alusión del Presidente en su exposición del Congreso sobre que se evitará una política de ajuste fiscal y aumentos excesivos de precios en variables centrales para la economía, el retraso de los precios relativos, como por ejemplo respecto al tipo de cambio, conformará una nueva acumulación de desequilibrios, aún en la necesidad de evitar una mayor dinámica inflacionaria para este año.
- Adicionalmente, se anunció una agenda de obras públicas vinculadas a la infraestructura y el sector energético que se llevaría a cabo a través de diversos planes nacionales. Tales como el plan de modernización del transporte ferroviario, el vinculado a viviendas y el plan de desarrollo federal que supone inversión en conectividad, promoción de la inversión privada, inversión en el sector de gas y yacimientos hidrocarburíferos.
- Ciertamente, esa agenda de política fiscal demandará recursos financieros sobre los cuales el gobierno actualmente está restringido. En consecuencia, sería esperable converger hacia una gestión de regularización de pasivos con el FMI e intentar acceder a financiamiento. Este aspecto también se vio aludido como de potencial postergación en el discurso del Presidente en el Congreso lo cual descarta la posibilidad de un nuevo préstamo.
- Por otro lado, la probabilidad de un rebrote del virus que exija un nuevo confinamiento supone efectos determinantes sobre el programa de estabilización fiscal ya que sería una potencial restricción que definirá el desempeño de las cuentas fiscales. Por esto, es crucial que se dinamice el programa de vacunación. A los efectos de que la economía no enfrente nuevadisrupciones de oferta y demanda en un contexto de variables de gran sensibilidad como el
tipo de cambio y los precios internos, se deberá tener un nuevo plan fiscal de contingencia.
- La recaudación impositiva totalizó $716.595 millones durante el mes de febrero lo cual representa un aumento en 51,9% de forma interanual, acumulando seis meses consecutivos de variación real positiva y registrando cierta aceleración desde diciembre de 2020.
- El desempeño estuvo influenciado por el crecimiento interanual de los tributos vinculados al comercio exterior (161%) donde los derechos de exportación mostraron un aumento de 205,4%. Mientras que el denominado impuesto P.A.I.S registró una caída en términos nominales del 20,6% interanual donde principalmente se observó una disminución del volumen de compras de moneda extranjera por viajes al exterior y atesoramiento.
- Se registra un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en 11% lo cual constituye nuevamente un factor favorable y de sustento sobre la posición de las cuentas públicas reales. El crecimiento de los recursos tributarios por encima de la inflación establece cierto espacio para la gestión antiinflacionaria y de administración del gasto público.