- La incertidumbre de mercado respecto a la dinámica económica futura es el principal factor de complejidad para la gestión monetaria. Las decisiones políticas de sesgo cortoplacista tensionan la política monetaria en su objetivo antiinflacionario.

- Un proceso de estabilización macroeconómica no solo generará un mejor panorama para la reactivación sino también menores eventos que tensionen el sector monetario. Es determinante minimizar los factores de impulso sobre los precios ante el mayor nivel de incertidumbre.

Resumen

- El alto nivel de incertidumbre derivado del sector político afecta claramente a las expectativas económicas de corto plazo y, simultáneamente, restringe la gestión monetaria dada la necesidad de mayor intensidad en su accionar.  

- El escenario de fragilidad financiera y bajo nivel relativo de activos externos netos se traduce en potenciales presiones cambiarias y volatilidad financiera derivando mayores tensiones sobre los precios de la economía.

- Una nueva expansión fiscal financiada principalmente con emisión primaria afecta expectativas de precios y plantea mayor dificultad para los hacedores de política económica en su rol de estabilización.  

- El FMI efectuó la distribución de DEG equivalente a U$S 650.000 millones. Para Argentina fueron asignados el 0,66% del total, es decir, US$ 4.319 millones los cuales aumentaron las Reservas Internacionales.

- A pesar de la recepción de los Derechos Especiales de Giro del FMI, las Reservas Internacionales del Banco Central registraron una disminución durante septiembre situándose en U$S 42.911 millones.

- La variación mensual de Reservas Internacionales del Banco Central durante  septiembre fue del orden de los -U$S 3.269 millones, constituyéndose en la mayor pérdida mensual desde octubre 2019, mes de fuertes tensiones cambiarias.

- Mientras que el nivel de Reservas Internacionales brutas presentó una incipiente recuperación desde el inicio del año de 8,7%. El saldo en la primera semana de octubre registra U$S 42.825 millones.

- En ese marco, la Comisión Nacional de Valores (CNV) estableció regulaciones sobre las divisas del circuito financiero disponiendo un límite para la venta de valores negociables denominados en dólares.

- Durante octubre el Banco Central sostiene el nivel de tasa de interés de política en 38% y no se espera un aumento ante las derivaciones del rebrote del virus. Mientras que la tasa de referencia efectiva anual es de 45,44%.

- Con el objetivo de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ) la cual ascienden a $ 1,9 billones.

- El tipo de cambio minorista continúa con variaciones diarias en el segmento formal para acompañar las variaciones del mercado informal. En efecto, la depreciación nominal acumulada enero-septiembre se sitúa en 16%.  

- La cotización del mercado cambiario informal está influenciada por el ciclo político y la incertidumbre sobre la dinámica inflacionaria del resto del año. En efecto, emergieron nuevas tensiones durante septiembre y octubre llevando a la cotización  a los $/U$S 184,5.  

- El riesgo país medido por el EMBI+Arg aún se establece en un nivel alto respecto a la región llegando a 1602 p.b. durante el inicio de octubre. Se espera mayor volatilidad durante el tercer trimestre dado el panorama político nacional, la débil reactivación y el desarrollo macrofinanciero de nuestro país.      

- El alto nivel de incertidumbre derivado del sector político y tras los resultados de las elecciones primarias afecta las expectativas económicas de corto plazo y restringe la gestión e instrumentos monetarios. Esto se presenta escaso para la autoridad monetaria.  

- El contexto de fragilidad financiera y bajo nivel relativo de activos externos netos se traducen efectivamente en potenciales presiones sobre el tipo de cambio y mayor  complejidad para la gestión monetaria, derivando en tensiones sobre los precios de la economía.

- Una nueva expansión fiscal financiada principalmente con emisión primaria afecta expectativas de precios y plantea mayor dificultad para los hacedores de política económica en su rol de estabilización.  Más aún en un contexto donde los instrumentos con que dispone la autoridad monetaria no disponen de la intensidad necesaria para un proceso de inflación mensual alta y ascendente.

- Nuevamente agregamos que la perspectiva de la gestión económica en períodos electorales es habitualmente divergente con un programa de normalización monetaria y estabilización inflacionario lo cual notamos que se profundiza tras las consecuencias económicas de la pandemia. Efectivamente esto es lo que emerge tras las elecciones primarias.

- El FMI efectuó la distribución de DEG equivalente a U$S 650.000 millones. Para Argentina fueron asignados el 0,66% del total, es decir, US$ 4.319 millones. Esto tuvo un efecto positivo sobre los activos externos que se tradujo en que las reservas superen lo cual no ocurría desde la última semana de octubre de 2019.

- A pesar de la recepción de los Derechos Especiales de Giro del FMI, las Reservas Internacionales del Banco Central registraron una disminución durante septiembre situándose en U$S 42.911 millones.

- Las reservas internacionales netas totalizarían U$S 7.325 millones en el inicio del mes de octubre. Esto se traduce en una disminución sustancial luego del aumento registrado durante agosto debido a la recepción de los DEG del FMI de U$S 4.319 millones que se contabilizaron como aumento bruto de reservas. Asimismo, la estimación del nivel neto se corresponde con el descuento de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras.

- En ese marco, la Comisión Nacional de Valores (CNV) estableció regulaciones sobre los dólares del circuito financiero disponiendo un límite para la venta de valores negociables denominados en dólares. De esta manera se registre en 50.000 nominales semanales para la venta de valores negociables denominados en dólares y emitidos bajo ley local con liquidación en moneda extranjera correspondiente principalmente a operaciones cambiarias MEP.

- El Banco Central sigue implementando su gestión principalmente a través de los agregados monetarios y manteniendo inalteradas las tasas de interés mínimas de plazo fijo y las de política monetaria en aras de no afectar el proceso de normalización de la actividad económica.

- Durante septiembre la Base Monetaria presentó cierta estabilidad al ubicarse en $2,94 billones. Esto representó un aumentando nominal promedio 0,3% ($ 9.444 millones). La expansión primaria del sector público fue compensada, casi totalmente, por la absorción de la liquidez asociada a la venta neta de divisas al sector privado y a los instrumentos de regulación monetaria.

- De acuerdo a la entidad monetaria, la emisión primaria del sector público en lo transcurrido del año fue de 1,5% del PIB, un registro marcadamente inferior al del primer año de la pandemia y similar al de 2015.

- Los flujos monetarios brutos que asistieron al Tesoro durante el mes de septiembre ascendieron a los U$S 250.000 millones lo que se tradujo en una reducción   respecto de la asistencia de agosto en U$S 380.000 millones.  

- Desde la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo pasivos con el sector bancario (LELIQ) devengando intereses. En ese sentido, los pasivos con los bancos en el inicio de octubre se establecen en $ 1,98 billones. Esto representa una leve disminución intermensual de -1,8%, mientras que lo transcurrido del año se observó un aumento de 16,8%.  

- La depreciación nominal en el mercado minorista hacia el cierre del mes de septiembre fue 16% respecto de principios de año, con una cotización promedio de cierre en $ 104,3 aunque luego del impuesto País y la nueva retención, la cotización efectiva resulta en $ 172,1.

- Si bien hasta agosto el mercado informal presentó cierta estabilidad, la cotización en este mercado está influenciada por el ciclo político y la incertidumbre sobre el rumbo inflacionario, todo lo cual genera volatilidad en la cotización. En ese sentido, se produjo una reversión de tensiones durante septiembre estableciendo una cotización mayor llegando a los $/U$S 187 hacia el final del mes desde los $/U$S 181,50 de agosto. Mientras que en el inicio de octubre la cotización se sitúa en los $/U$S 184,50.  

- El nivel de tasa de política monetaria hacia el inicio de octubre se sostiene en 38% situándose en un promedio similar al del año 2020. Las expectativas en relación a aumento del nivel de tasa ciertamente se desactivan dada la perspectiva económica del gobierno y la recuperación económica que no resulta en el nivel esperado.

- El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg, hacia el inicio de octubre se sitúa en 1602 p.b. Esto nota una disminución incipiente respecto de fines de septiembre cuando el índice se situó en los 1607 p.b., aunque el mes estuvo caracterizado por el ascenso del índice dado que agosto había cerrado en los 1513 p.b. No obstante, se esperaría mayor volatilidad del índice durante el tercer trimestre del año dado el alto nivel de incertidumbre de mercado que generan factores como el panorama político nacional, la débil reactivación económica y el desarrollo macrofinanciero de nuestro país.