Ante un excedente de dinero que no vamos a gastar, ¿qué dice la teoría económica al respecto?
Pues, puro sentido común, si no se utiliza ese dinero para consumo, debería generarse un premio asociado a la espera de gastarlo en un futuro. Es decir, se debería poder consumir más mañana que hoy. Caso contrario, se define gastar el dinero ya mismo.
De hecho, los Gobiernos hacen uso de ese mecanismo cuando quieren reactivar las economías. Llevan las tasas a un nivel muy bajo para motivar a la gente a que consuma más, pero no solo endeudándose, sino consumiendo en lugar de ahorrar. Todo por el efecto de la tasa real negativa.
¿Qué es una tasa real negativa? Es aquella tasa que no logra ganarle a la inflación. Lo que sucede en Argentina en estos momentos en un ejemplo claro sobre este tema.
Si se dispone de un excedente de dinero a guardar a futuro, se tiene la opción de consultar en la entidad bancaria en qué instrumento invertirlo. Típicamente ofrecen colocar el dinero a plazo fijo por un mes al 34%. Pero la inflación es del 50%.
Cuando la tasa de la inversión es inferior a la tasa de la inflación, se obtiene una tasa real negativa.
Dicho de otro modo con un ejemplo. Supongamos que hablamos de 1 año, y supongamos las mismas tasas del ejemplo. El plazo fijo suponiendo reinversión de los intereses me rinde 44% en el año en tanto que la inflación fue del 50%. Me quiero comprar hoy el LCD que cuesta 200.000 pesos. En lugar de eso hago un plazo fijo y al cabo de 1 año tengo 288.000 pesos, pero cuando voy a comprar la TV esta cuesta 300.000. No solo demoré el consumo sino que ahora puedo consumir menos.
En este simple ejemplo queda claro que invertir a tasas reales negativas no es coherente.
Sin embargo, existen activos que buscan empatar o ganarle a la inflación. Fondos comunes de inversión que siguen el CER. Fondos comunes de inversión que buscan ganarle a la devaluación del tipo de cambio oficial. Cuando colocamos en estos activos, si bien aumenta algo la volatilidad (riesgo), al cabo de 1 año podríamos comprar el televisor y las pilas del control remoto. Al no ser la tasa real de esa alternativa negativa, empieza a ser interesante ahorrar y esperar.
A su vez, la tasa real negativa genera un especial interés por parte de los que pueden tomar deuda, que mejor que tomar deuda a niveles que corren por debajo de los precios. Volviendo al ejemplo anterior si me endeudo a tasas más bajas que la evolución de mis ingresos, en el futuro pago mis deudas y me sobra dinero.
Todas estas son distorsiones clásicas de economías inflacionarias en las cuales los precios relativos se distorsionan por la cantidad de pesos que dan vueltas por la calle.
El inversor debe estar atento y buscar aquellos productos financieros que sitúan a cubierto de esas situaciones, o aprovechar para endeudarse “barato”.