• La política monetaria sostuvo su expansión durante julio como consecuencia de nuevas asistencias al gobierno nacional. El desafío de gestionar la inflación se matiza con las necesidades apremiantes del rol de prestamista de última instancia dadas las fuertes restricciones financieras del Tesoro nacional.   
  • Las reservas internacionales netas evidenciaron una contracción  principalmente como consecuencia de tensiones en el mercado de cambios e inflación creciente. Las estimaciones de los activos netos de julio registraron una disminución sensible respecto al mes previo situándose en torno a los U$S 1.073 millones.       

Resumen

  • La inestabilidad en el mercado de cambios, inflación mensual en ascenso y ralentización de la actividad económica plantean necesidades de financiamiento al Tesoro nacional, es decir, una nueva fase de expansión monetaria.  
  • La Base Monetaria promedio del mes de julio mostró un crecimiento mensual de 8,4% a precios corrientes. En valores absolutos el aumento promedio fue de $319.791 millones. Mientras que en términos reales, la base monetaria se contraería un 0,5% interanual.     
  • Durante agosto el Banco Central informó una nueva suba del nivel de tasa de interés de política monetaria a los efectos de intentar establecer incentivos en el mercado local y afectar la inflación, situándose en 69,5% y a la tasa de referencia efectiva anual en 96,82%. 
  • La tasa de interés BADLAR (depósitos mayoristas) asciende a 73,7% lo cual genera una rentabilidad incipiente si se observa la dinámica del mercado de cambios formal y la inflación interanual registrada en el mes de julio (71%).  
  • El Banco Central continúa constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ/NOTALIQ) la que asciende a $6,09 billones en la segunda semana de agosto, nivel sustancialmente superior respecto al promedio del año 2021, $2,01 billones.  
  • Dados los pasivos monetarios del Banco Central, el aumento de la tasa de interés de política monetaria, si bien es un instrumento a los fines de afectar la dinámica inflacionaria, produce futuros pasivos que deberán cancelarse con aumento de base monetaria, en efecto la generación anual de intereses sería de $ 4,23 billones.  
  • Durante julio el nivel de Reservas Internacionales brutas presentó una disminución  de 10,6% respecto de junio 2022 lo cual se traduce en una contracción nominal de U$S 4.555 millones, la mayor disminución mensual en octubre 2019. 
  • Las Reservas brutas se registraron en los U$S 38.232 millones en el cierre de julio, representando una contracción acumulada de U$S 895 millones respecto de diciembre 2021.
  • La estimación del nivel neto de reservas internacionales resultaría en U$S 1.703 millones en el cierre de julio, representando una disminución de 72% respecto al mes anterior en el contexto de las tensiones cambiarias. 
  • Los desequilibrios macroeconómicos y las tensiones respecto a la gestión de los mismos, que se acentuaron con las crisis actual, tienen efectos sobre el sector monetario, pues a pesar de que las exportaciones crecieron desde el inicio del año generando un incremento de los influjos de divisas de U$S 44.377 millones, las reservas internacionales no logran superar la barrera de los U$S 50.000 millones desde el año 2019.
  • La asistencia al Tesoro Nacional en concepto de adelantos transitorios y utilidades correspondiente al período enero-julio 2022 resultó en $630.051 millones. Asimismo, la dinámica del mes de julio fue expansiva en $195.000 millones debido a la constitución de adelantos transitorios al Tesoro Nacional. 
  • La gestión cambiaria persiste bajo el sistema de pequeñas depreciaciones diarias (crawling peg) en 0,3% promedio en el segmento formal, generando mayor atraso respecto a la variación mensual del índice de precios minorista que registró 7,4% durante julio.     
  • Durante el mes de julio las presiones sobre el mercado de cambios informal se intensificaron notablemente estableciéndose, hacia la segunda semana de agosto, en torno a los valores máximos, $/U$S 295. Esto constituye una brecha de 108% respecto a la cotización oficial.  
  • El riesgo país medido por el EMBI+Arg se registró en los 2.398 p.b. en el cierre de julio y un nuevo ascenso debido a que en la segunda semana de agosto se estableció en 2.467 p.b.. Se espera mayor volatilidad durante el resto del año dado el panorama político interno y las condiciones macrofinancieras de nuestro país.       
  • La complejidad central de la política monetaria se plantea en la viabilidad del ajuste necesario para abordar la inflación actual, al menos en el corto plazo. En concreto,  la necesidad de minimizar los excesos monetarios se plantea en simultáneo con las necesidades de financiamiento monetario al gobierno nacional derivado de las restricciones en el acceso al mercado de capitales y la imposibilidad de eliminar abruptamente las transferencias directas de finalidad social. 
  • La expansión monetaria se sostuvo durante el mes de julio, pues la base monetaria en promedio del mes se ubicó en $4.212 miles de millones, registrando un aumento mensual de 8,4% en la serie original a precios corrientes. Mientras que ajustada por estacionalidad y a precios constantes, habría registrado una contracción de 0,5% y en los últimos doce meses acumularía una caída del orden del 13,9% 
  • Entre los factores de variación de base monetaria nuevamente se encuentran la expansión por las operaciones del sector público, la intervención del BCRA en el mercado secundario de títulos públicos a los efectos de estabilizar la curva en pesos de esos bonos. 
  • El nivel de tasa de política monetaria asciende a 69,5%, es decir, diecisiete puntos y medio porcentuales por encima del 52% del cierre de junio. Nuevamente, las expectativas en relación a otro aumento en el corto plazo vuelven a activarse dada la necesidad del programa monetaria del año en curso. 
  • En ese marco, la tasa de interés por depósitos mayoristas se presenta con cierta rentabilidad frente al mercado de cambios y a la inflación interanual. Concretamente, la tasa BADLAR se establece en 73,7% en su valor efectivo anual, mientras que la inflación interanual de julio registró un nivel de 71%. 
  • La asistencia al Tesoro Nacional en concepto de adelantos transitorios y utilidades correspondiente al período enero-julio 2022 se registró en $630.051 millones, representando un aumento de 23,5% respecto al mismo período del año anterior. Asimismo, la dinámica del mes de julio fue expansiva en $195.000 millones debido a los adelantos transitorios al gobierno nacional.   
  • Las Reservas Internacionales brutas registran un saldo de U$S 38.232 millones en el cierre de julio lo cual se traduce en una retracción mensual de U$S 4.555 millones. Si bien las mejores condiciones de precios de exportables y principalmente el desembolso del programa con el FMI sustentaron el ingreso de divisas, la crisis cambiaria iniciada en julio generó una pérdida neta de activos por U$S 895 durante los primeros siete meses del año.   
  • El contexto de crisis actual, los desequilibrios macroeconómicos y las tensiones respecto a la gestión de los mismos profundizan sus efectos sobre el desempeño del  sector monetario, pues a pesar de que las exportaciones crecieron mes a mes acumulando U$S 44.377 millones desde el inicio del año, las reservas internacionales disminuyeron notoriamente desde el inicio de julio. 
  • La estimación del nivel neto de reservas internacionales resultaría en U$S 1.703 millones al cierre de julio. Mientras que en la segunda semana de agosto, la estimación sería de U$S 552,50 millones. Esto resultaría correspondiente con el descuento de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjera de entidades financieras. Incluyendo también las partidas por la recepción de los DEG del FMI de U$S 4.319, U$S 6.752 y U$S 4.005 millones, pues se contabilizaron como aumento bruto de reservas.
  • El Banco Central sigue constituyendo pasivos con el sector bancario (LELIQ/NOTALIQ) devengando intereses dada su estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios. Estos pasivos, promediando el mes de agosto, se establecen en $6,09 billones lo cual representa un nivel superior de 203% respecto del promedio del año 2021.  
  • La depreciación nominal en la cotización minorista de julio registró un promedio diario de 0,3%, nivel similar al promedio de los primeros cinco meses del año y se mantiene menor a la dinámica de los demás precios de la economía. Esto genera un nuevo atraso respecto al nivel de precios minorista cuyo promedio mensual en lo transcurrido del año fue 5,6%. 
  • La  cotización promedio de cierre de julio en el mercado formal fue $ 137,9 aunque luego del impuesto País y la nueva retención, la cotización efectiva resulta en $ 241,4. En efecto, en el mercado minorista en el cierre de julio se registró una depreciación de 27% respecto de principios de año, y la inflación minorista del mismo período acumuló 46,2%.  
  • En el mes de julio se profundizaron las presiones cambiarias sobre el mercado informal. En concreto, la cotización informal en el cierre del mes se registró en $/U$S 296 desde los $/U$S 238 de junio. La cotización en este mercado continúa  influenciada por el ciclo político, la incertidumbre sobre el rumbo inflacionario y los efectos indirectos de las necesidades financieras del sector público nacional.    
  • El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg se registró en los 2.398 p.b. en el cierre de julio y en ascenso debido a que en la segunda semana de agosto se estableció en 2.467 p.b., nivel alto respecto a la región y se espera mayor volatilidad durante el resto del año el panorama político nacional y las condiciones macrofinancieras de nuestro país lo cual, a su vez, establece un mayor nivel de incertidumbre de mercado.