¿Qué pasó?
Internacional
El mercado no despega. La dinámica de la inflación y la debilidad de los datos de actividad siguen marcando un escenario de estanflación y golpean las expectativas. Los principales índices bursátiles volvieron a caer en tanto que los bonos se estabilizan, confiando que la suba de tasas que se viene ya fue descontada. La mira de esta semana estará puesta en el mercado inmobiliario y en la temporada de balances del segundo trimestre.
La inflación no cede. El IPC de junio golpeó las expectativas al marcar un alza de 1.3% m/m – vs 1.1% esperado y 1.0% que había marcado en mayo – acumulando en los últimos 12 meses una suba de 9.1%, la más alta desde febrero de 1982. Peor aún, el IPC Core subió 0,7% m/m, superando tanto al pronóstico de 0,6% m/m como al 0,5% m/m de mayo. Todos los componentes del IPC aceleraron su marcha; se destacaron los de los servicios, que subieron 0.9% m/m y 6.3% i.a, lo que le pone un piso más alto a la inflación de los próximos meses. La inflación mayorista medida por el IPP también superó las expectativas al marcar una suba de 1,1% m/m – vs 0,9% m/m esperado y 0,8% m/m de mayo – y 11.3% i.a. La buena noticia fue que el IPP Core moderó su marcha y subió 0,4 m/m – vs. pronóstico de 0,5% m/m y 0,6% m/m en mayo –.
Más presión para la FED. Luego de darse a conocer el dato de inflación, el mercado pasó de estimar una suba de 75pb para la próxima reunión de la FED a un alza de 100pb. Sin embargo, ante la expectativa de mayor caída en el nivel de actividad y el golpe que están teniendo los precios de las materias primas, las probabilidades aminoraron al finalizar la semana, luego de que miembros de la entidad indicaron que consideran una suba de 75pb como la más óptima para controlar la inflación al alza. De esta manera, la semana cerró con un 70% de probabilidades para esta suba, mientras que el restante aún espera un alza de 100pb.
Actividad débil. Las ventas minoristas de junio sorprendieron al avanzar 1% m/m – vs pronóstico de 0,8% y -0,1% en mayo –. La principal suba se dio en las ventas de automóviles, que aumentaron 1.0% mientras que las ventas que excluyen automóviles y gasolina tuvieron una suba más moderada de 0,7% m/m. Cabe destacar que este dato se analiza como nominal, por lo que su análisis tiene que ser tomado como estimativo ya que no se ajusta por inflación. Por el lado de la oferta, la producción industrial de junio volvió a decepcionar al marcar una caída de 0.5% m/m, idéntica a la de mayo, acumulando en los últimos doce meses una expansión de 3.6%. Con estos resultados, el nowcast de la FED de Atlanta revisó a la baja la estimación de PBI del 2Q 22 a 1.5% t/t (vs -1.2% de la semana previa).
Se estabiliza la confianza. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan subió a 51.1, levemente por encima del mínimo que había marcado en junio y superando las expectativas. El subíndice de condiciones económicas actuales subió a 57,1 desde 53,8, pero el indicador de expectativas disminuyó de 47.5 a 47,3, el más bajo desde mayo de 1980. Mientras tanto, las expectativas de inflación – pese al mal dato de junio – disminuyeron tanto para el año siguiente (5,2% frente a 5,3%) como para la perspectiva de 5 años (2,8% frente a 3,1%).
Se fortaleció el dólar. El dólar volvió a subir respecto al resto de las monedas, con el índice DXY alcanzando 109 puntos, un nuevo máximo de los últimos 20 años. Su fortalecimiento se marcó principalmente en relación al euro dada la falta de medidas que está teniendo el BCE en relación a la entidad norteamericana. De esta manera, por primera vez desde 2002 se alcanzó la paridad entre ambas monedas aunque la europea cerró la semana levemente por encima. Esto pone en la mira al Banco Central Europeo; se espera que realice su primera suba de tasas del año en su próxima sesión.
Commodities volvieron a caer. Los principales commodities cerraron la semana en baja. A pesar del alza del día viernes, el petróleo WTI retrocedió un 6,9% semanal afectado por la preocupación respecto a cómo la caída de la actividad podría afectar a la demanda energética. Por su parte, el fortalecimiento del dólar volvió a golpear al oro, que retrocedió un 2,1%. Sin embargo, las principales bajas se dieron en los commodities agrícolas con la soja, el trigo y el maíz cayendo 10,1%, 11,7% y 22,4% respectivamente. Al escenario actual se le sumó la producción al alza que empezó a presentar Ucrania, lo que dio un respiro a la oferta mundial al ser uno de los principales productores de granos a nivel global.
Avanzó la renta fija. El mercado de renta fija fue el gran ganador de la semana donde el vuelo de calidad volvió a beneficiar a los bonos del tesoro por sobre activos más riesgosos. Sin embargo, la curva larga de los bonos del tesoro marcó las mayores caídas con la USD10YR cerrando en 2,93% mientras que la USD2YR lo hizo en 3,13%. Esto profundizó la reversión de la curva, producto de las mayores expectativas de suba de tasas, lo que concluiría en una caída en el crecimiento económico para el largo plazo. Por su parte, los bonos de alto rendimiento subieron 0,6% mientras que los de mayor calidad lo hicieron en 1,3%. Los más golpeados volvieron a ser los bonos emergentes, que retrocedieron un 2,5% y ya acumulan una caída de 5,6% en el último mes.
Resultados empresariales dispares. Se inició la temporada de balances con resultados dispares. PepsiCo logró sorprender tanto con ganancias por acción (USD 1,86) como con ingresos (USD20,2 MM) por encima de las expectativas. A pesar de la suba de precios, la empresa alimenticia logró superar la suba de costos gracias a su poder de mercado que le facilitó el alza en los precios de sus productos. Sin embargo, las principales caídas se dieron en el sector financiero con JP Morgan, Morgan Stanley y Wells Fargo&Co presentando tanto ganancias como ingresos por debajo de las expectativas. Esto demuestra cómo la inflación, sumada a la desaceleración económica, afectó a las entidades ante un aumento en la morosidad como también una caída en el otorgamiento de productos crediticios. Sin embargo, Citigroup logró diferenciarse y superar las expectativas al generar un mayor nivel de ganancias por negociación. Estas se obtienen ante comisiones por operaciones en el mercado, las cuales se intensifican en escenarios de volatilidad como el actual y representan un sector fuerte dentro de la compañía.
Caen las acciones. A pesar del alza del día viernes, Wall Street volvió a marcar una semana negativa con el Nasdaq marcando la mayor caída (-1,4%) seguido por el S&P (-1,1%) y el Dow Jones (-0,5%). Todos los sectores que componen al S&P cerraron en terreno negativo destacándose el energético (-3,4%) y el de comunicaciones (-2,6%). El sector de consumo masivo junto al de utilities volvieron a ser los de mejor desempeño relativo al cerrar la semana prácticamente sin cambios. Entre otros sectores, el de innovación disruptiva se vio fuertemente golpeado por las proyecciones de mayor suba de tasas (-8%) mientras que la industria de semiconductores (2,7%) logró diferenciarse por los buenos resultados que presentó la compañía Taiwan Semiconductor.
Fuerte caída de Latam. Los principales índices globales cerraron a la baja, lo que llevó a que el índice MSCI All World retroceda un 1,6%. Mientras que tanto la eurozona como los mercados emergentes cayeron 1,7% y 3,8% respectivamente. Entre estos, la principal caída se dio en LATAM que retrocedió 5%. Las perspectivas de mayor suba de tasas junto con una fuerte inflación a nivel global terminaron por golpear a la región, que terminó con fuertes retrocesos como los casos de Perú (-5,4%), Colombia (-5%) y Brasil (-5%).
La amenaza China. Afectado por el confinamiento que padecieron las principales ciudades en abril y mayo pasado, el PBI del 2Q22 de China marcó una contracción de 2,6% t/t – vs pronóstico de -1,5% t/t y 1,4% t/t en el 1Q22 –, siendo el peor dato desde el marcado en el 1Q20, producto de la pandemia. Comparado con el 2Q21 marcó una expansión de 0.4% acumulando en el primer semestre un alza de 2.5%, muy alejado del objetivo de 5.5% que tiene el gobierno chino para todo 2022.
Local
El gobierno intentó dar señales de moderación fiscal y de apoyo del FMI. Los bonos en pesos mejoraron y la brecha cambiaria estuvo más tranquila, mientras que subió el riesgo país y cayó el Merval. Esta semana se conocerán nuevos datos sobre la situación fiscal y sobre la dinámica del sector externo, lo que presionará al gobierno a dar medidas más concretas para reducir la incertidumbre.
Una tregua. Tras una primera semana a pura tensión y llena de incertidumbre, la segunda semana de Batakis como ministra lució más tranquila. En sus declaraciones, con más buenas intenciones que medidas concretas de implementación, mostró un discurso más moderado en el que destacó la necesidad de lograr el equilibrio fiscal y mantener el acuerdo con el FMI. En cuanto a la política fiscal, planteó el déficit cero – esto es, pagar sólo lo que hay en la caja, lo que traerá un aumento de la deuda flotante – para lo cual congelan el ingreso de nuevo personal en la administración pública, al tiempo que avanzó con la segmentación de tarifas. Son medidas que van en línea con el acuerdo con el FMI pero parece muy poco como para torcer el rumbo de la dinámica que tienen las cuentas públicas, con todo el gasto creciendo muy por encima de la inflación y de los ingresos. Incluso está latente el riesgo de implementación de una política de ajuste fiscal con la inflación acelerando. Por el lado de la política monetaria, el BCRA lanzó un put para contener la volatilidad de los bonos en pesos dando la señal que intervendrán en el mercado secundario de bonos para evitar un desplome de precios como el que tuvieron en junio pasado.
Buena licitación del Tesoro. La mejor noticia de la semana fue la licitación de deuda, pues un resultado negativo hubiese sido un duro golpe para la salud de la transición. Concretamente, mediante la licitación de instrumentos y la oferta de un canje, el Tesoro consiguió financiamiento extra y redujo los vencimientos de fin de mes. A través de la licitación recaudó unos $125 MM, que representan $116 MM de financiamiento extra. El 80% de lo emitido fueron Ledes para lo cual pagó un 79% de tasa y el resto fue un bono a tasa fija TY29 que utilizan los bancos para integrar como encaje. Por otro lado, redujo en $189 MM los vencimientos de las S29L2 y X29L2. Con esta performance la carga de vencimientos del mes queda en $324 MM. De esta licitación en particular llamó la atención que no se hayan ofrecido instrumentos que ajustan por CER, siendo los instrumentos de Tasa Fija los más demandados (93% de lo licitado)
La amenaza inflacionaria. Si bien la inflación de junio estuvo en línea con nuestras expectativas, el partido más importante comienza en julio, mes en el que la dinámica de precios está marcando una fuerte aceleración. Concretamente, el IPC Nacional de junio detuvo la moderación que había marcado los dos meses previos y aceleró su marcha al 5,3% mensual – 86% anualizado – acumulando un alza de 64% i.a., la más alta desde enero de 1992. Entre los componentes del IPC de junio, el mayor impulso lo dieron los precios estacionales que subieron 6.6% m/m mientras que los precios regulados aumentaron 5.3% m/m y el IPC Core 5.1%. Con este resultado, en el segundo trimestre el IPC promedió un alza de 5.5% mensual – 90% anualizado – y de 5.3% en el primer semestre, lo que marcaría un piso para los próximos meses, y del 85% para todo 2022. De cara al dato de julio, el mayor control de cambios, el salto en los tipos de cambios paralelos y los ajustes en precios regulados dejan un piso de inflación del 7% – 125% anualizado –. Sin dudas, esta es una de las amenazas más fuertes que tiene la transición.
La brecha condiciona. Con más inflación y con un mercado cambiario que se va quedando con menos oferta, el BCRA aceleró el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Del 64% anualizado en junio (4.2% m/m), en la primera semana de julio subió al 76% y en la última semana lo hizo al 82%. De mantener este ritmo, el mes terminaría con una devaluación del 76% anualizada (4.8% mensual), muy por debajo de la inflación que estaría marcando el mes agravado por la depreciación de las monedas de nuestros principales socios comerciales. Además de esto, el gobierno aumentó de 35% al 45% el recargo por anticipo de ganancias por consumos con tarjetas de crédito en moneda extranjera (ahora el “dólar turista” tiene un recargo total del 75%). Mientras tanto, los tipos de cambio financieros se volvieron a mover al alza aunque con menor impulso que la semana anterior: el MEP avanzó 1,1% y el CCL apenas 0,2%, por lo que el MEP cerró la semana en $292 y el CCL en $301, dejando la brecha con el tipo de cambio oficial en torno al 135%. El canje por su parte retrocedió 1%, para ubicarse en 3,1%. La brecha respecto al oficial cerró en 135%.
Reservas bajo presión. Tras una primera semana en la que había vendido más de USD550 M, entre el 11 y 15 de julio el BCRA logró comprar en el mercado de cambios USD90 M dejando un saldo negativo de USD457 M en la primera quincena. La mejor performance de la semana se apoyó en la mayor liquidación del agro (USD889 M vs USD698 M de la semana previa) como así también en la menor demanda por otros conceptos, seguramente afectados por el mayor control de cambios. Pese a estas operaciones, dado los pagos de deuda, las reservas internacionales cayeron otros USD312 M, acumulando en el mes pérdidas por USD2.215 M y cerrando la semana con un stock bruto de USD40.134 M.
En precios de default. Los bonos soberanos en moneda extranjera siguieron sin demanda y se hundieron otro 6% en una semana en la cual los mayores ajustes se presentaron en los bonos de ley NY con pérdidas promedio de 8,2%, mientras que los de legislación local bajaron 3.9%. Pese al reciente pago de intereses, las paridades por debajo del 20% ya descuentan un escenario de default y una reestructuración más agresiva. El riesgo país, en consecuencia, continuó en alza y cerró la semana 2.754 p.b, 4% más alto que la semana previa y 14% respecto al cierre de junio.
Continuó la racha de los bonos CER. Los bonos que ajustan por CER continuaron la recuperación que venías marcando y finalizaron la semana con una suba de 7,9% respecto al viernes anterior. El anuncio de una nueva opción de venta (put) para que los bancos puedan intercambiar riesgo Tesoro por riesgo BCRA de forma anticipada asistió a que las subas alcancen el 25% – luego, cuando se conoció que esta opción alcanzaría sólo a los instrumentos que vencen previo a 2024, el mercado ajustó recortando ganancias –. Con esta performance, estos instrumentos ya recuperaron todo lo que habían perdido en junio y acumulan en el año un alza de 36%, idéntica a la suba del CER. La mala noticia fue que esto se logró con una pesada carga para el BCRA dado que tuvo que emitir más de $1.3 billones, más del 20% de la Base Monetaria.
Dollar-linked demandados: Los instrumentos de cobertura cambiaria se mostraron demandados y en la semana marcaron un avance de 1,4%, con el T2V2 como protagonista con un alza de 3.1%. Este movimiento permitió que dichos instrumentos reviertan la tendencia mensual y se afiancen en el terreno positivo. En este sentido, el que acumula mayor suba es el TV23 que ya cotiza con una tasa real de -1,2%.
Futuros recortaron el ajuste: el mercado de futuros de dólar tuvo una leve caída en la semana, aunque lo más llamativo fue lo ocurrido en las dos últimas ruedas. La performance semanal arrojó una caída de 1,1% que estuvo a punto de revertirse por el volumen de operaciones de los últimos dos días. La demanda se extendió a lo largo de toda la curva, con mayor énfasis en diciembre y enero. El mejor indicador de la situación son sus tasas efectivas que se encuentran por encima del 100%. Para agosto y septiembre el mercado está descontando una devaluación mensual superior al 7%.
Débil semana para el Merval. El Merval no logró marcar una diferencia la semana previa y terminó retrocediendo un 1,5% medido en moneda local y un 0,9% en dólar CCL. Dentro del panel líder sólo contadas compañías terminaron al alza entre las que se destacaron Aluar (7,2%) y Loma Negra (4%). Por el lado contrario se ubicaron Cablevisión Holding (-9,2%), BYMA (-7,1%), y Transportadora Gas del Sur (-6,7%). Ninguna de las compañías que cotizan como ADRs cerraron la semana con resultados positivos. Entre estas, Bioceres marcó la principal caída (-17,8%) luego de que se diera a conocer el fallo que prohibía la venta de su trigo transgénico en la provincia de Buenos Aires.
Lo que viene
Internacional
Los indicadores económicos de esta semana estarán concentrados en la salud del mercado inmobiliario. Mientras tanto, los mercados estarán atentos a las nuevas presentaciones de los resultados empresariales. En primer lugar, el día lunes se darán a conocer compañías como Bank of America y Goldman Sachs, donde los inversores estarán atentos a si el sector financiero acentúa su caída en caso de que estas compañías presenten datos por debajo de las estimaciones. Entre otras empresas, se publicarán los resultados de Johnson & Johnson, Tesla, American Express y Netflix. Respecto a esta última, nuevamente la mira estará puesta en la cantidad de usuarios que presenta la compañía, lo que la hizo retroceder en los dos últimos resultados previos y la llevó a caer un 69,5% en lo que va del año.
Local
Esta semana se publica el resultado fiscal base caja del Sector Público Nacional de junio. No es un dato menor, pues se verá de manera más clara lo que dejó la última etapa de la gestión Guzmán y qué margen deja para cumplir con la meta fiscal acordada con el FMI. Por otro lado se publicarán los datos de comercio exterior de bines de junio; la expectativa estará puesta en la dinámica que tuvieron las importaciones y la desaceleración que habrían marcado las exportaciones. También se dará a conocer el EMAE de mayo en el que se notará cómo viene el nivel de actividad. Seguirá marcando la agenda la dinámica semanal de los precios minoristas dado que las estimaciones privadas le ponen un piso cada vez más elevado a la inflación de julio. Finalmente, como una constante para los próximos meses, el mercado cambiario y las reservas internacionales serán protagonistas de la semana.