¿Qué pasó?
Internacional

La inflación de EE.UU. resultó por debajo de las estimaciones. Sin embargo, la preocupación por la desaceleración de la actividad llevó a los mercados a cerrar una nueva semana en rojo. La Fed y el Banco Central Europeo cumplieron con las expectativas y anunciaron subas de 50 pb, pero sus discursos más hawkish para 2023 llevaron preocupación a los inversores. Esto reforzó especialmente al euro y al dólar, llevando a que las otras monedas y los commodities cierren a la baja. El petróleo fue el único que se diferenció cerrando la semana al alza favorecido por una mayor apertura de China. Este contexto golpeó a los mercados de todo el mundo, entre ellos se destacó Brasil que se vio especialmente afectado por la respuesta del mercado a las nuevas designaciones para el próximo gobierno. La mira de esta semana estará puesta tanto en el PCE como en los ingresos y gastos personales de noviembre.  

Desacelera la inflación pero preocupan los servicios. El IPC de EE.UU. de noviembre sorprendió al marcar un alza de apenas 0,1% m/m cuando las expectativas eran de 0,3% m/m. Marca así así un 7,1% i.a., el menor desde diciembre de 2021, con un quinto mes consecutivo a la baja. También sorprendió el IPC Core al ubicarse en un 0,2% m/m, la menor suba mensual del último año y medio (acumula un 6% i.a.), y demuestra así que la baja general no fue sólo por la contracción en los precios energéticos (-1,6% m/m). Los servicios siguen siendo el foco ya que se consideran más inelásticos a la baja y registraron un alza de 6,8% i.a. Al igual que en octubre, los servicios médicos cayeron 0,7% m/m producto de un cambio de fórmula en los seguros médicos. Sin tener en cuenta esta baja, el dato interanual de los servicios es aún mayor y sigue generando preocupación, sumado a que aún acumulan alzas ítems de mayor relevancia como alimentos (10,6% i.a.), transporte (14,2% i.a.) y viviendas (7,1% i.a.). A pesar de resultar por debajo de las estimaciones, a la inflación aún le queda un largo camino para alcanzar el objetivo de 2% establecido por la Fed. 

Suba de 50pb y deterioro en las perspectivas de 2023. En su última reunión del año, la Fed anunció un alza de 50pb y alcanza tasas de 4,5%, el mayor valor de los últimos 15 años. Al disminuir la magnitud después de cuatro subas de 75pb, en un principio el mercado tomó este dato como optimista, sin embargo el sentimiento se vio revertido por la corrección en las proyecciones para 2023. Concretamente, la Fed anunció tasas de hasta 5,1% para 2023 (vs. 4,6% que había publicado en septiembre) y un PBI esperado de 0,5% (vs. 1,2% anunciado en septiembre). Junto a estos datos se dio un aumento del desempleo de hasta 4,6% mientras que la inflación, medida en PCE, se proyecta en 3,1% (vs. 2,8% publicado en la reunión anterior). Esto demuestra que, pese a la desaceleración que empieza a tener la inflación, la Fed sigue manteniendo su política contractiva y le hace frente a la fortaleza del mercado laboral y del consumo. Esta postura fue defendida por Jerome Powell, quien en la semana indicó que proyectan mantener altas las tasas por un largo período de tiempo. 

Deterioro en la actividad. Los adelantos de PMI de diciembre estuvieron por debajo de las expectativas y volvieron a generar preocupación respecto al nivel de actividad, especialmente al ubicarse debajo de los 50 puntos (señal de contracción). Mientras que el PMI manufacturero fue de 46,2 puntos, el de servicios y el compuesto estuvo en 44, con las expectativas de los tres en torno a 47 puntos. A esto se le sumó que tanto el manufacturero como el compuesto registraron su peor dato desde julio de 2020 mientras que el de servicios tuvo uno de los menores datos de los últimos tres años. 

Ventas desalentadoras. Las ventas minoristas tuvieron una contracción de 0,6% m/m (vs. -0,1% m/m esperado y 1,3% m/m en octubre) sumando malas noticias a la semana. A pesar de que estos datos son un adelanto, el resultado nominal interanual se ubicó en 7,6% lo que implicaría un crecimiento de 0,5% en términos reales. A esto se le sumó que la producción industrial retrocedió un 0,2% m/m mientras que los inventarios tuvieron una suba de 0,3% m/m. A poco de la temporada de mayor consumo del año, las compañías aún se muestran con altos niveles de inventarios lo que las llevará a ofrecer mayores descuentos impactando negativamente en su nivel de ganancias para el 4Q22. 

Mala semana para bonos de menor rating. Ante un escenario donde la preocupación volvió a estar en el crecimiento a largo plazo, comenzaron a volverse atractivos los rendimientos de los activos de mayor calidad y fueron los más demandados de la semana. De esta manera, los bonos Investment Grade cerraron un 0,3% al alza (especialmente los de largo plazo). Retrocedieron, en cambio, los bonos de mercados emergentes (0,3%) y los High Yield (0,6%). En cuanto a los bonos del Tesoro americano, toda la curva cerró con rendimientos a la baja y registró la mayor demanda en los plazos de dos a cinco años. Así, la USD2YR cerró en 4,18% mientras que la USD10YR lo hizo en 3,49% marcando un spread de 69 pb. Esto demuestra que mientras los mercados aún esperan que la inflación se mantenga al alza en el corto plazo, las tasas se muestran más atractivas para el largo de cara a menor expectativa de crecimiento. 

Wall Street en rojo. Con este escenario de fondo, Wall Street acumuló otra semana a la baja liderada por el índice Nasdaq (-2,8%), seguido por el S&P (-2,5%) y el Dow Jones (-1,9%) y  acumula en lo que va del mes una caída promedio en torno al 6%. Dentro de los sectores, sólo el energético cerró al alza (2%) favorecido por la suba del crudo, aunque aún se ubica como el mayor detractor del último mes (-8,5%). Entre los restantes, afectados por un escenario de mayores tasas, los growth fueron nuevamente los más golpeados, lo que impactaría negativamente en la valuación de estas firmas. El sector de consumo discrecional (-4%) y el de comunicaciones (-2,8%) tuvieron las mayores bajas de la semana, mientras que los defensivos registraron caídas más moderadas con el de utilidades a la cabeza (-0,5%). 

BCE vuelve a subir tasas. La entidad europea dio a conocer una nueva suba de 50pb –la cuarta en lo que va del año, pasando de 0pb a 250pb, su máximo valor desde el 2008–. Si bien el mercado ya tenía en vistas esta suba, los comentarios desalentadores de la presidente de la entidad, Christine Lagarde, generaron preocupación ya que indicó que aún se esperan subas de tasas de la misma magnitud en las próximas reuniones. Al mismo tiempo, el tipo de tasas de interés final será superior al que actualmente está estimando el mercado. La entidad también anunció que en marzo de 2023 comenzará su reducción de balance con el objetivo de aumentar su política monetaria contractiva. Esta postura cada vez más agresiva de la entidad demuestra su preocupación por la actividad económica, lo que dificultará el crecimiento de la región de cara al próximo año. 

Un respiro para la inflación europea. El IPC de la Eurozona marcó una caída de 0,1% m/m, igualando así las expectativas y resulta en un 10,1% i.a. vs. un 10,6% i.a. en octubre. El IPC Core dio la gran sorpresa ya que se mantuvo sin variaciones, muy por debajo de las expectativas de 0,6% m/m, y alcanzando así un 5% i.a. Como contraparte, volvieron a aumentar los ítems de comida y tabaco con respecto al mes previo, aunque la baja en energía compensó esta suba. El índice muestra  gran heterogeneidad: países como Alemania (11,3% i.a.) o Italia (12,6% i.a.) registran niveles de inflación superiores a España (6,7% i.a.) o Francia (7,1 i.a.). A pesar de la baja, todavía serán necesarios varios meses en caída para que el BCE empiece a considerar un cambio en su política monetaria, especialmente si los costos energéticos vuelven a registrar una nueva suba. 

Continúa el conflicto geopolítico. A casi un año de la invasión, el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue siendo noticia. Después de que Rusia lanzara 70 misiles hacia su país vecino, uno de los mayores ataques desde que se inició la guerra, la preocupación ahora radica en si la infraestructura ucraniana, especialmente la red eléctrica, podrá soportar los meses de invierno. Esto vuelve a poner en la mira al conflicto que afecta a Europa y que no se espera que termine en el corto plazo. 

Más contagios y menor crecimiento en China. Con los contagios en aumento, el nivel de actividad chino continúa siendo la mayor preocupación de 2023. Las ventas minoristas volvieron a retroceder ubicándose en una contracción de 5,9% i.a. (vs. la caída de 3,7% i.a. esperada). A su vez, el índice de producción industrial anual se ubicó en 2,2% i.a. Así, ambos datos se ubican en su mínimo desde abril de 2022, fecha en la que se estableció la cuarentena estricta en el país. El gobierno anunció que su prioridad para 2023 será el crecimiento económico, pero con los contagios en aumento se pone en duda la liberación total de sus políticas “cero COVID”. Con este marco de fondo, el índice MSCI de China cerró la semana con una baja de 2,3%.

Semana del petróleo. Con un avance de 4,6% el crudo fue el gran ganador de la semana (en cuanto a commodities, aún se ubica como el mayor perdedor del último mes al registrar una baja de 13,2%). La razón fue la interrupción del oleoducto canadiense Kleystone, lo que sumado a una mayor apertura por parte de China llevó a un aumento en la demanda energética. Por el contrario, el oro cerró un 0,2% a la baja afectado por el fortalecimiento del dólar. Por último, el cobre fue el mayor perdedor de la semana, con una caída del 3%, afectado por las malas perspectivas de crecimiento futuro y los datos débiles de actividad a nivel global.   

Se fortalecen el dólar y el euro. Gracias al resultado de un IPC por debajo de las estimaciones y a la postura agresiva del BCE, el euro fue el gran ganador de la semana. La relación EUR/USD avanzó un 0,8% mientras que el índice DXY se contrajo un 0,2%. A pesar de esta caída, el real brasilero (0,9%), la libra esterlina (0,2%) y el yuan chino (0,5%) no lograron hacerle frente al dólar norteamericano que, con una suba del 9%, se posiciona como el gran ganador para 2022. 

Nueva caída a nivel global. En este escenario el MSCI All World retrocedió un 2,8% afectado tanto por la caída de Europa (-2,5%) como por la de los mercados emergentes (-3%). Latinoamérica registró la mayor caída (-11,9%) afectada tanto por una mayor aversión al riesgo a nivel global como por la baja que registró Brasil (-12,5%) –el pago de dividendos de Petrobras (-8,7%) se encuentra dentro de esta corrección–. Además, hay efectos negativos luego de nuevas designaciones por parte del futuro presidente Lula Da Silva: su postura más intervencionista preocupa al mercado de cara a su nuevo mandato.

Local

Sin tomar medidas de fondo, el gobierno logró alejar los temores de un ajuste cambiario desordenado, al menos en el corto plazo. Con una devaluación selectiva y temporal que favoreció al complejo sojero con un tipo de cambio más competitivo, el ajuste en el dólar turista y un refuerzo del control a las importaciones, el Banco Central logró recomponer reservas internacionales que le darán más espalda para afrontar 2023. El próximo año se presenta desafiante debido a los riesgos de sequía que afectarán a las exportaciones y a la inestable dinámica que le aporta al mercado una brecha cambiaria cercana al 100%. Mientras tanto, la inflación sorprendió a la baja pero no cambia las perspectivas de corto plazo. En cuanto al mercado de Pesos, el Tesoro logra estirar los vencimientos para 2023 aprovechando todo lo posible al Banco Central, bancos y gobiernos provinciales y locales. Estas son soluciones transitorias que permitirán terminar el año sin desborde cambiario y monetario, pero no disipan las dudas para un 2023 con vencimientos de deuda en moneda local que superan el 8% del PBI. Si no hay cambios concretos, en el próximo año habrá que elegir entre dos medidas que contienen un elevado riesgo: emisión o reperfilamiento. Mientras tanto, los bonos soberanos continúan en alza, los bonos en moneda local suben de la mano de los de tasa fija y el Merval ajusta en línea con el mal clima de los mercados globales. La clave de esta semana estará puesta en la evolución del mercado de cambios y las expectativas de inflación para diciembre. A su vez, se publicarán los datos de balanza comercial y resultado fiscal de noviembre.

Pico para el nivel de actividad. El nivel de actividad del 3Q22 mostró un avance de 1,7% t/t y 5,5% i.a. El alza trimestral se debe al aumento del consumo privado en 1,4% t/t, mientras que el resto de los componentes de la demanda cayeron: la Inversión -0,8% t/t, el consumo público -1,7% t/t, las exportaciones -3,7% t/t. Por su parte, las importaciones subieron 2% t/t. Por el lado de los sectores de actividad, se destacaron los incrementos en Hoteles y Restaurantes en 37,3% i.a., Explotación de Minas y Canteras en 14,4% i.a. y Otras Actividades de Servicios Comunitarias, Sociales y Personales en 9,8% i.a. Como comentamos en el informe de la semana pasada, este sería el último dato de actividad en alza dado que los indicadores del último trimestre del año estarían marcando caída en el margen. Dado que los precios implícitos subieron 79% i.a., en términos nominales el PBI creció 89% hasta $89.500 MM.

La inflación de noviembre baja más de lo esperado. El dato del IPC de noviembre sorprendió al ubicarse en 4,9% m/m –muy por debajo de nuestras expectativas y de las del mercado que se ubicaban en torno al 6%– acumulando en lo que va del año un alza de 85,3% y del 92,4% en los últimos doce meses. La moderación de la inflación no nos genera dudas metodológicas, pues también se registraron números similares en los índices provinciales. A su vez, la diferencia con las mediciones privadas está dentro del rango de desvío. Detrás de este resultado está la dinámica que tuvieron los precios de los alimentos, especialmente la estabilidad del precio de la carne vacuna –debido al aumento de la faena ante contexto de sequía– así como de las frutas y verduras estacionales que tuvieron cierto alivio en el margen tras meses de fuerte incremento. “Vivienda, Agua, Electricidad, Gas” fue lo que más subió en el mes, con un alza del 8,7% impulsado por el ajuste de tarifas. Lo siguió el sector “Comunicación” con una suba del 6,4% –venía rezagada en el año (62,3% i.a). El IPC núcleo desaceleró a 4,8% desde un 5,5% (81,1% i.a.). Los servicios nuevamente aumentaron más que los bienes (7,4% vs. 5,9%).

Exitosa colocación en la licitación de esta semana: A pesar de que se estima una elevada participación de manos públicas, el Tesoro logró despejar dudas acerca de su capacidad de renovar vencimientos y obtuvo financiamiento neto por $420 MM y un rollover de 203%. Un 63% de lo adjudicado se destinó a tasa fija, en particular a la Ledes de marzo que recibió un 41% del total y cortó en TNA 87% (TEA 117%). Luego de casi dos meses sin ofrecer instrumentos CER, el Tesoro ofreció la Lecer Abril que cortó en tasa real 4% (corriendo el bid del Central a 6%) y recibió el 19% de lo colocado. Los bonos DLK recibieron el 16% de la colocación: el TV23 con vencimiento en abril cortó en 3% y el T2V3 con vencimiento en Julio en 4%. El interés por el bono DLK para importadores fue casi nulo.

Las tasas no se tocan. Este mes, la tasa de política monetaria alcanzó, por primera vez en lo que va del año, terreno real positivo ex-post de 1,3% mensual. De esta manera, el BCRA anunció que mantendrá la tasa en 75%.

Continúa el alza en las reservas. De la mano del Dólar Soja II que aportó otros USD460 M (acumula USD1.812 M desde que se lanzó el programa) en la última semana el BCRA compró USD361 M –USD761 M en el mes–. Así, las reservas internacionales subieron USD781 M dado que ingresaron USD500 M por préstamos del BID. Con este resultado, el stock bruto de reservas brutas cerró la semana en USD39.788 M mientras las netas quedaron en torno a los USD6.100 M.

Modera el ritmo de devaluación y cede la brecha. El dólar oficial cerró la semana en $172,73, casi $3 más que hace una semana. Esto representa una variación mensual del 5,7% y una reducción considerable contra el ritmo de 6,5% que venía llevando en el mes. En el mercado de futuros, el contrato a diciembre cotiza en $177,98, una devaluación implícita de 3% hasta fin de mes. Los dólares financieros (calculados por GD30) cotizan a $320 el MEP y a $331 el CCL, lo que representa una brecha con el oficial del 85% y del 92% respectivamente, más baja que la semana anterior. La evolución semanal de ambos fue negativa, con caídas del 2,7% para el MEP y del 2% para el CCL, aunque en términos mensuales avanzaron a la par del dólar oficial en un 7%.

Fuertes rescates en FCIs. En sintonía con la necesidad de fondeo por parte del mercado para las últimas semanas del año, esta semana hubo rescates en fondos por $246.000 M, el máximo monto nominal en la historia. Los rescates vinieron principalmente de los fondos Money Market, donde se rescataron 199.000 M (-5,7% AUM). En fondos CER hubo rescates por 15.000 M (-4,0% AUM), en fondos DLK por 14.000 M (-3,1% AUM) y en los T+1 por 11.000 M (-2,0% AUM).

Muy buena semana para los Soberanos. A pesar del mal contexto global y de la caída del CCL, en la última semana los bonos soberanos subieron 6,4% en promedio, acumulando en lo que va del mes un alza de 6,1%. Los de Ley NY subieron 6,1% en promedio esta semana de la mano del GD30 (9,4%), del GD38 (7,6%) y del GD35 (7,3%). Por su parte, los de ley local subieron 7,2% promedio, liderados por el AL29 (8,6%), el AL30 (7,3%) y el AL41 (7,1%).

Suben bonos en moneda local de la mano de los de tasa fija. Gracias al número bajo de la inflación, en la última semana los Botes subieron 5,9%, y acumulan una ganancia de 14% en lo que va de diciembre (el TO23 ahora rinde TIR 112%, contra 121% hace una semana). Las Ledes subieron 1,3% y 3,5% en lo que va de diciembre  (la Ledes Marzo rinde TIR 108%, lo mismo que una Leliq). Los bonos CER subieron un 2,3% pero el BCRA todavía está interviniendo. Las Lecer subieron un 0,8% y rinden entre TNA 3,5% y 6,4%. Los bonos duales subieron 0,3% (el TDF24 rinde CER +11,8% al igual que el TX24. Con una caída semanal de 0,4%, los DLK fueron la excepción. 

Ajustó el Merval. El Merval acompañó a los mercados internacionales y en la semana cayó 3,5% en moneda local y 1,6% en CCL (GD30). La caída más abrupta la tuvo Telecom con casi un 10% de retroceso, seguida de Pampa, que cayó un 7,6% a pesar de su adquisición por USD171 M del Parque Eólico Arauco II en La Rioja. YPF dejó de ser la favorita del mercado y retrocedió 6%  (incluso un 0,7% en términos mensuales). Sin embargo, también hubo alzas interesantes por el lado de empresas como COME (6,1%), Edenor (5,9%) y Cresud (4,9%). Posiblemente, el alza de COME se debió a la espera del anuncio de pago de dividendos realizado a finales de semana, el cual será de $1,135 por acción con una opción de conversión a dólar “A 3500” pagaderos en cuenta local o del exterior. En la semana, hubo subas para TGNO (1,5%) y Transener (2,3% ), quienes con subas de 36% y 38% respectivamente, se destacan como las mejores en lo que va de diciembre.

Caen los CEDEARs argentinos. En el mercado internacional, los CEDEARs de empresas argentinas también tuvieron bajas generalizadas: Bioceres (-10%), CAAP (-7,4%) y Ternium y Tenaris (-6%). De la mano del precio del petróleo, Vista subió 3,5%. Por su parte, Despegar logró subir un 2,3% pero es la más castigada mensualmente de los CEDEARs con una caída de 20,7%.

Lo que viene
Internacional

La mira de la semana estará puesta en el PCE que se dará a conocer el viernes y que se estima alcance un 6% i.a. En caso de confirmarse, este dato de inflación (que es el analizado por la Fed) registraría su tercer mes consecutivo a la baja. A su vez, se publicarán tanto los ingresos como los gastos personales que se proyectan con alzas de 0,2% m/m y 0,3% m/m, ambos por debajo del mes previo (0,7% m/m y 0,8% m/m respectivamente). También se dará a conocer la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que se proyecta en 59,1 puntos igualando al mes previo. A nivel global, continuarán las declaraciones de los miembros del BCE y se buscará que den señales respecto a la política monetaria de la entidad.

Local

Será una semana cargada de nuevos datos. Primero, será el turno de la publicación del saldo de la balanza comercial de noviembre. Allí, la mirada estará puesta en la evolución de las importaciones y el impacto de las nuevas restricciones. El martes se conocerá el resultado fiscal de noviembre y el miércoles se publicará el EMAE de octubre, para evaluar la tendencia que lleva el nivel de actividad. También se conocerá el índice de costo de la construcción, los precios mayoristas de noviembre y los datos del mercado de trabajo y Balanza de Pagos del 3Q22.