- La política fiscal continúa teniendo dominancia en la gestión económica. Si bien la crisis sanitaria y el derivado confinamiento social hacen necesaria la expansión fiscal, se comienzan a registrar límites en cuanto al resultado fiscal y potenciales vulnerabilidades.
- El poder ejecutivo anuncia la adhesión de acreedores mayor al 90% tras el canje de deuda. El objetivo será comenzar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar el pago de los U$S 44.000 millones.
Resumen
- Los costos fiscales derivados del confinamiento social siguen teniendo un peso relativo importante para las cuentas fiscales. Nuevamente notamos que es un factor relevante para una economía con memoria inflacionaria por financiamiento fiscal.
- Tras el anuncio del éxito del canje de deuda externa con acreedores privados, el poder Ejecutivo deberá gestionar la resolución de los pasivos con el FMI de U$S 44.000 millones lo cual demandará establecer una agenda y programa económico.
- La recaudación impositiva de julio de 2020 totalizó $559.091 millones aumentando 24% respecto de julio de 2019. Nuevamente y luego de dos años consecutivos, el aumento nominal fue sustancialmente menor al aumento de precios del mismo período.
- El desempeño de ingresos y egresos fiscales se circunscribe a los efectos de la pandemia y la principal medida de gestión, el confinamiento. En ese marco, los ingresos fiscales del mes de julio registraron un incipiente aumento interanual de 16%, mientras que los egresos totales ascendieron 59%.
- Por lo tanto, el resultado fiscal primario (sin intereses de deuda) continua siendo negativo, esto en el marco de la necesidad de financiamiento al sector privado, prestaciones sociales y transferencias a provincias.
- El déficit primario de julio se profundizó registrando un nivel de $155.524 millones. Una dinámica similar se observó con el déficit financiero del mes el cual ascendió 143% registrando los $189.089 millones.
- La caída de poder adquisitivo de la recaudación tributaria del orden del 16,6% interanual profundizando el deterioro de la gestión fiscal y derivando en que las necesidades de financiamiento se profundicen.
- Las provincias continúan siendo asistidas parcialmente por el fisco nacional lo cual generó un crecimiento interanual de las transferencias corrientes a provincias de 61%, aunque notoriamente menor al mes anterior.
- El impacto de la pandemia sigue presionando el desempeño de las cuentas públicas nacionales y provinciales. Si bien la necesidad humanitaria argumenta el confinamiento, es determinante la instauración de un proceso de mayor administración y dinámico. Los costos fiscales derivados comienzan a tener un peso relativo importante para las cuentas fiscales y la estabilidad de la economía.
- Nuevamente notamos que el impacto de las magnitudes del costo económico del confinamiento tiene diferencias al observar las distintas economías del mundo. Esto depende fundamentalmente de las condiciones iniciales de cada país y del acceso relativo a los mercados de capitales internacionales.
- La dominancia fiscal se debería observar como una gestión de carácter temporal que responde al contexto sanitario. El camino a la pospandemia, el impulso del gasto y los recortes impositivos deberán desactivarse para evitar eventos de iliquidez y dinámicas de precios que establezcan a la economía en una nueva crisis.
- El poder Ejecutivo anuncia una adhesión mayor al 90% de acreedores tras el acuerdo del canje. El paso siguiente es la negociación de los pasivos con el FMI de U$S 44.000 millones lo cual, a diferencia del acuerdo con acreedores privados, demandará establecer una agenda y programa económico.
- La recaudación impositiva totalizó $559.091 millones aumentando 24% interanualmente en julio. Nuevamente y luego de dos años consecutivos, el aumento nominal fue menor al aumento de precios del mismo período.
- Se registra una nueva caída del poder adquisitivo de los ingresos del sector público en 16,6% lo cual plantea un mayor deterioro para la política fiscal la cual necesita ampliar su espacio de gestión anticíclica.
- Los ingresos fiscales acumulados de los primeros siete meses del año crecieron 19,8% respecto al mismo período de 2019. Esto debido principalmente a que durante ese período los ingresos tributarios crecieron 25,5% en términos nominales.
- Los gastos fiscales de los primeros siete meses del año crecieron un 71,2% respecto al mismo período del año 2019. Esto resulta principalmente del incremento sustancial de las transferencias a las provincias en 222% durante el mismo período para financiar los resultados fiscales provinciales y debido al crecimiento de subsidios económicos al sector privado en 100%.
- En consecuencia, el déficit primario de julio se acentuó marcadamente mientras que el resultado financiero negativo se profundizó en 143%, ambos en la comparación respecto al mismo mes del año 2019.