- La caída de la actividad económica demanda el accionar expansivo de la política fiscal pero continua deteriorando el desempeño fiscal nacional. La expansión fiscal no es sostenible dada la falta de recursos financieros y la coyuntura económica.

- La recaudación tributaria nacional de septiembre presentó cierta recuperación en términos reales respecto al mismo mes de 2019. La variación interanual de la recaudación en términos reales fue del orden del 7%.

Resumen

• El aumento de la expansión de contagios, la continuidad del confinamiento y la consecuente caída de la actividad económica representan un fuerte condicionamiento para el Tesoro Nacional que demanda el sostenimiento de la asistencia del Banco Central.

• La fragilidad fiscal tiende a intensificarse debido a la necesidad de mantener un alto nivel de erogaciones de gastos sociales permanentes frente a la escasez en la generación de recursos.

• El poder Ejecutivo anuncio un set de medidas orientadas a distintos sectores de actividad principalmente vinculadas con la disminución de los derechos de exportación para impulsar el ingreso de divisas y financiamiento productivo y para la construcción.

• Se inició un proceso de diálogo con el FMI en relación a los trabajos técnicos por la deuda de U$S44.000 millones. Este proceso demandará establecer un programa económico de estabilización y crecimiento.

• La recaudación impositiva de septiembre de 2020 totalizó $606.508 millones aumentando 43,7%respecto de septiembre de 2019. Tras dos años consecutivos de pérdida de poder adquisitivo real, el aumento nominal interanual de la recaudación fue mayor al aumento de precios.

• La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria fue del orden del7,1% interanual. El aumento real de los recursos tributarios es un factor importante en el desempeño futuro de las cuentas fiscales si sostiene en el tiempo.

• El peso relativo de los programas de asistencia al sector privado en el marco actual es importante sobre el desempeño de las cuentas fiscales. Las erogaciones del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) concentraron el 12,4% del totald e gastos corrientes de septiembre de 2020.

Desarrollo

- El impacto de la pandemia sigue presionando el desempeño de las cuentas públicas deteriorando la posición fiscal y financiera nacional. Si bien la necesidad humanitaria argumenta una gestión sobre el confinamiento, es determinante el inicio de un proceso de mayor administración y dinamismo. Los costos fiscales derivados evidencian un peso relativo importante para las cuentas fiscales y la estabilidad de la economía.

- Nuevamente notamos que el sector público nacional se enfrenta a desafíos derivados de la cuarentena como principal instrumento de gestión. La continuidad de la expansión de contagios, la extensión del confinamiento y la consecuente caída de la actividad económica representan un fuerte condicionamiento para el Tesoro Nacional que sostiene la demanda de la asistencia financiera del Banco Central.

- La fragilidad fiscal tiende a intensificarse debido a la disminución de los ingresos fiscales y al nivel alto de erogaciones por asistencia al sector privado. Sin una recuperación económica real no se generará el crecimiento esperado de los recursos fiscales lo cual debe observarse como un factor negativo para la estabilización de las expectativas de precios de la economía.

- El poder Ejecutivo anunció disminuciones temporales sobre los derechos de exportación a diversos sectores y beneficios impositivos y financieros para estimular proyectos de inversión. El objetivo es impulsar el canal comercial y de inversión lo cual es un desafío complejo en una coyuntura política incierta y de volatilidad cambiaria.

- También se anunciaron nuevas líneas de financiamiento para proyectos productivos en sectores exportables, Pymes y desarrollo tecnológico a través del Banco Nación y Banco de Desarrollo.

- La dominancia fiscal se debería observar como una gestión de carácter temporal que responde al contexto sanitario. El camino a la pospandemia, el impulso del gasto y los recortes impositivos deberán desactivarse para evitar eventos de iliquidez y dinámicas de precios que establezcan a la economía en una nueva crisis.

- El poder Ejecutivo anunció gestiones con el FMI para dar comienzo a los trabajos técnicos en aras de renegociar los pasivos por U$S 44.000 millones lo cual, a diferencia del acuerdo con acreedores privados, demandará establecer un programa económico de crecimiento y sostenible a los efectos de generar liquidez para los pagos futuros.

- La recaudación impositiva totalizó $606.508 millones durante el mes de septiembre, aumentando 43,7% de forma interanual. Tras dos años consecutivos donde los ingresos tributarios eran negativos respecto a la inflación, el aumento nominal del mes fue mayor al aumento de precios del mismo período.

- Se registra un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en 7,1% lo cual constituye un factor positivo para sustentar la posición financiera nacional. El aumento del crecimiento de los recursos tributarios por encima de la inflación establece cierto espacio para la gestión antiinflacionaria de administración del gasto público.

- El déficit primario acumulado del período enero-septiembre 2020 se sitúa en $ 1.302.010 millones, mientras que el déficit financiero para el mismo período es $ 1.734.196 millones. En términos del PIB a precios corrientes del segundo trimestre del año, el déficit fiscal primario acumulado representa un 5,5% del valor agregado de la economía.

- Respecto al mes de septiembre, el Sector Público Nacional registró un déficit primario de $167.182 millones. Mientras que el pago de intereses de la deuda pública neto ascendió a $44.839millones. De esta manera, el resultado financiero fue deficitario en $212.020 interanual.

- Uno de los aspectos que expone el funcionamiento de las cuentas fiscales en el contexto de cuarenta es el aumento sostenido de las erogaciones por transferencias corrientes. Durante septiembre las transferencias corrientes registraron un incremento interanual de $183.304 millones (188,3%), de los cuales $151.312 fueron percibidos por el sector privado. Las erogaciones en concepto del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)concentraron cerca de $71.500 millones.