El gobierno nacional se enfrenta a necesidades financieras crecientes que denotan una posición financiera de gran fragilidad. La crisis sanitaria y el confinamiento social extendido comienzan a impactar seriamente en las cuentas fiscales nacionales y provinciales.  


- El poder ejecutivo debe resolver la reestructuración de la deuda a los efectos minimizar factores de incertidumbre y evitar un proceso disruptivo en los demás mercados. Tras la caída inédita de la actividad privada es determinante que la política fiscal genere certidumbre.  

Resumen

- Los costos fiscales derivados del confinamiento social preventivo comienzan a tener un peso relativo importante para las cuentas fiscales. Esto emerge con mayor importancia para una economía con memoria inflacionaria por financiamiento fiscal.  

- El financiamiento de déficits fiscales operativos profundos presenta desafíos complejos para economías inestables y con gran incertidumbre. Esto establece restricciones para la política de estímulos o bien, recurrir al financiamiento por emisión monetaria.  

- La decisión de una apertura progresiva del confinamiento social, aunque sujeta a revisión, muestra que no solo los subsidios y transferencias al sector privado no se pueden sostener, sino que hay una demanda mayor por necesidades básicas insatisfechas.  

- La tensión de la negociación en la reestructuración de deuda soberana deberá resolverse con celeridad ya que pueden generarse un nivel de incertidumbre y volatilidad no deseada que amplíen el desfinanciamiento para el fisco nacional.  

- La recaudación impositiva de junio de 2020 totalizó $545.962 millones aumentando 20% respecto de junio de 2019. Nuevamente y luego de dos años consecutivos, el aumento nominal fue sustancialmente menor al aumento de precios del mismo período.

- El desempeño de ingresos y egresos fiscales se circunscribe a los efectos de la pandemia y la principal medida de gestión, el confinamiento estricto. En ese marco, los ingresos fiscales del mes de junio registraron un incipiente aumento interanual de 8%, mientras que los egresos ascendieron 73%.  

- Por lo tanto, el resultado fiscal primario (sin intereses de deuda) continua siendo negativo, esto en el marco de la necesidad cardinal de financiamiento al sector privado, prestaciones sociales y transferencias a provincias.  

- El déficit primario de junio se profundizó en 3.745% registrando un nivel de $253.706 millones. Una dinámica similar se observó con el déficit financiero del mes el cual ascendió 326,2% registrando los $288.565 millones.    

- La caída de poder adquisitivo de la recaudación tributaria del orden del 21% interanual lo cual deteriora el accionar de expansión fiscal y deriva en que las necesidades de financiamiento se profundicen.

- Las provincias presentan mayores necesidades fiscales que deben ser financiadas parcialmente con asistencia nacional lo cual generó un crecimiento interanual de las transferencias corrientes a provincias de 275%.  

- El impacto de la pandemia tiene como principal canal de transmisión de efectos sobre las economías al confinamiento social. Si bien la necesidad humanitaria argumenta el confinamiento, es determinante la instauración de un confinamiento administrado y dinámico, pues los costos fiscales derivados comienzan a tener un peso relativo importante para las cuentas fiscales y la estabilidad de la economía.  

- En ese sentido, notamos que el impacto de las magnitudes del costo económico del confinamiento tiene diferencias al observar las distintas economías del mundo y esto depende fundamentalmente de las condiciones iniciales de cada país y del acceso relativo a los mercados de capitales internacionales.

- En el caso nacional, el marco de crisis sanitaria y su principal respuesta, el confinamiento social, presiona el desempeño fiscal dado que los resultados operativos mensuales se transforman en déficit profundos.  

- La decisión de gestionar una fase de desconfinamiento progresivo argumenta que no solo los subsidios y transferencias al sector privado no se pueden sostener, sino que se evidencia una mayor demanda por necesidades básicas insatisfechas. A ese contexto se agrega que las expectativas de crecimiento de la economía no son consistentes con una recuperación de magnitud coordinada con la demanda de empleo.  

- La tensión de la negociación en la reestructuración de deuda soberana deberá resolverse con celeridad ya que un nivel de incertidumbre y volatilidad creciente   puedan ampliar el desfinanciamiento del fisco nacional.  

- En ese contexto, los efectos derivados de la fuerte contracción de la actividad se traducen en una caída de los ingresos fiscales, principalmente la recaudación impositiva y, más aun en un contexto que demanda una fuerte intervención de la política fiscal y un nivel menor de expansión monetaria.  

- La recaudación impositiva totalizó $545.962 millones aumentando 20% interanualmente en junio. Nuevamente y luego de dos años consecutivos, el aumento nominal fue sustancialmente menor al aumento de precios del mismo período.

- Adicionalmente, se observa una fuerte caída del poder adquisitivo de los ingresos del sector público en 21,2% lo cual plantea una mayor problemática para la política fiscal que necesita un mayor espacio para actuar con sesgo anticíclicas.

- Los ingresos fiscales acumulados del primer semestre del año crecieron 20,6% respecto al mismo período de 2019. Esto debido principalmente a que durante los primeros seis meses del año los ingresos tributarios crecieron 25,5% en términos nominales.  

- Los gastos fiscales del primer semestre del año crecieron un 74% respecto al mismo período del año 2019. Esto resulta principalmente del incremento sustancial de las transferencias a las provincias en 267% durante el mismo período para financiar los resultados fiscales provinciales, y dado el crecimiento de subsidios económicos al sector privado en 120,1%.  

- La dominancia fiscal se debería observar como una necesidad temporal que responde al contexto de pandemia. Nuevamente debemos notar que el camino a la pospandemia el impulso del gasto y los recortes impositivos deberán desactivarse para evitar eventos de iliquidez y dinámicas de precios que establezcan a la economía en una nueva crisis.

- Estimamos que el resultado operativo correspondiente al mes de julio se establezca nuevamente en déficits considerables. Las necesidades de financiamiento al sector privado y la asistencia a los gobiernos provinciales mediante transferencias extraordinarias generarían resultados mensuales negativos sin precedentes.