Los mercados globales comenzaron la semana a la baja en una jornada nuevamente marcada por el aumento de la volatilidad, la escalada en el precio del petróleo y las ganancias en la bolsa de China, mientras que el resto de los activos registraron pérdidas generalizadas.
Concretamente, el S&P 500 y el Dow Jones retrocedieron 0,9%, mientras que el Nasdaq fue el más golpeado con una caída de 1,1%. Por sectores, los servicios públicos, los servicios de comunicaciones y el consumo discrecional fueron los que más cayeron, mientras que el sector energético cerró en positivo. Entre los gigantes tecnológicos, Apple (-2,2%), Microsoft (-1,6%), Alphabet (-2,4%), Amazon (-3%) y Meta (-1,9%) retrocedieron, mientras que Nvidia (+2,5%) avanzó. Esta semana, se seguirán de cerca los datos clave de inflación, a medida que comienza la temporada de resultados, con los informes de los principales bancos como JPMorgan, Wells Fargo y Bank of New York Mellon. El resto de los mercados globales acompañó esta tendencia bajista, con la excepción de China, que subió otro 5%, acumulando en el último mes un alza del 41%, lo que la convierte, por lejos, en la bolsa con mejor desempeño en lo que va del año.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano volvieron a subir, especialmente en el tramo corto. La UST2Y trepó hasta 4,0% y la UST10Y cerró en 4,03%, su nivel más alto desde finales de julio. Este movimiento está motivado por un sólido informe de empleo en EE. UU. que moderó las expectativas de recortes en las tasas de interés de la Fed. Los mercados han descartado la posibilidad de un recorte de 50 puntos básicos para la reunión de noviembre, asignando una probabilidad del 91% a una reducción más modesta de 25 pb. Los inversores ahora esperan las actas de la última reunión de la Reserva Federal este miércoles, el informe del índice de precios al consumo del jueves y los discursos de varios funcionarios de la Fed para obtener mayor claridad sobre las perspectivas de las tasas. En este contexto, los índices de renta fija cerraron con una baja promedio del 0,4%, destacándose las pérdidas en los corporativos Investment Grade y los emergentes, con caídas del 0,5%.
En el mercado de commodities, el precio del petróleo continuó con el rally alcista que había iniciado la semana pasada, escalando otro 3,7% y alcanzando los USD 77 por barril de WTI, su nivel más alto en seis semanas, en medio de crecientes tensiones en Oriente Medio. Los inversores están atentos a una posible respuesta de Israel al ataque con misiles iraníes de la semana pasada. Persisten los temores de un conflicto más amplio en la región, especialmente mientras Israel mantiene acciones militares en Gaza y Líbano. Aun así, el presidente Biden ha desalentado los ataques a los campos petroleros de Irán, señalando la necesidad de considerar alternativas. La producción de petróleo de Irán, que está cerca de su capacidad máxima, podría estar en riesgo. A pesar de las preocupaciones geopolíticas, las dudas sobre la demanda global persisten, particularmente en relación con China, junto con una oferta amplia de petróleo. Se espera que el gobierno chino revele nuevas medidas de estímulo económico que podrían influir en la demanda. Mientras tanto, Arabia Saudita elevó los precios del petróleo para los compradores asiáticos, pero redujo los precios para los mercados estadounidense y europeo.