Discutimos cuatro opciones: dos de renta fija —bonos corporativos en ley extranjera y local— y dos de renta variable —acciones y CEDEARS. Para cada clase de activo, seleccionamos nuestros vehículos favoritos considerando la calidad del emisor, sus condiciones de emisión, su tasa de interés o retorno esperado y su grado de liquidez en el segmento PPT de BYMA, tanto en pesos como en dólares.

ONs ley extranjera
Los bonos corporativos bajo ley extranjera son una de las alternativas más conservadoras que ofrece el mercado local. Aunque no han generado grandes ganancias de capital durante el año, sus paridades se han mantenido robustas ante el complicado contexto argentino. En lo que va del año, nuestro índice de créditos corporativos ha ofrecido un retorno en dólares del 1,0% (sin considerar cupones) y ha seguido con bastante fidelidad al dólar, tanto en los momentos altos como en los bajos del mercado.
El principal obstáculo es que la cantidad de inversores que pueden acceder a ellos es limitada, debido a la regulación del Banco Central que establece que la compra de estos instrumentos implica la pérdida de acceso al MULC. Además, el BCRA restringe el acceso al MULC por parte de los emisores para el repago de deuda, lo que conduce a la realización de canjes y limita la liquidez de los instrumentos más cortos.
Para nuestra estrategia de cobertura, seleccionamos cuidadosamente créditos de empresas sólidas con un alto componente exportador y que se hayan negociado en montos relativamente elevados en el último mes. Apoyándonos en estos criterios, destacamos los créditos de Mastellone 2026 (MTCGD), YPF garantizado al 2026 (YMCHD) y Aeropuertos Argentina 2000 (ARC1D) dada su ecuación de riesgo-beneficio. También incluimos en la lista los bonos de Telecom a 2026 (TLC1D), que han mostrado una sorprendentemente baja volatilidad en relación con sus pares corporativos.
ONs ley local
Los bonos corporativos en moneda local ofrecen cobertura cambiaria y una exposición limitada al riesgo soberano. En comparación con sus pares regidos por ley de Nueva York, hay una menor variedad de opciones, aunque esta situación mejoró considerablemente gracias a varias emisiones realizadas desde 2024. Además, la regulación ha incrementado la demanda artificialmente, lo que resulta en tasas menos atractivas a pesar de contar con una peor protección jurídica. Preferimos aprovechar las emisiones recientes debido a su calidad crediticia, menores paridades y mayor liquidez. En particular, destacamos Pampa Energía al 2025 (MGCHO), Loma Negra al 2026 (LOC3D) y YPF a 2026 (YMCQD).
Acciones
Aunque están denominadas en pesos, el valor de muchas de las empresas del panel líder proviene de sus actividades en el extranjero. Por lo tanto, sus precios mantienen una considerable correlación con el dólar financiero y sirven como vehículos de cobertura cambiaria. Al tratarse de instrumentos en moneda local, las restricciones que aplican sobre la renta variable argentina son mucho más relajadas en comparación con los activos hard-dollar.
Para estrategias de cobertura, destacamos los títulos de Loma Negra (LOMA), Pampa Energía (PAMP), BYMA y Ternium (TXAR), los cuales registran un comportamiento muy similar al CCL Galicia y tienen una elevada correlación con este. Dentro de esta lista, señalamos a Ternium como nuestra principal favorita. Para una explicación más detallada, pueden referirse a nuestra nota de la semana pasada: Ternium Argentina: una alternativa conveniente para dolarizarse.
Cedear
Un Certificado de Depósito Argentino (CEDEAR) es un instrumento emitido en Argentina que representa activos del exterior no listados en el país. Negociar estos certificados es equivalente a invertir en el activo extranjero, ya que cada CEDEAR emitido está respaldado por un depósito del instrumento al que representa. De este modo, constituyen una forma sencilla de dolarizar la cartera y minimizar la exposición al riesgo argentino sin incurrir en los elevados costos de transferir dinero al extranjero.
Para estrategias de cobertura cambiaria, es preferible buscar instrumentos con baja volatilidad. En este sentido, los ETFs se presentan como una alternativa superior por estar naturalmente diversificados. En particular, recomendamos el ETF del S&P (SPY). También pueden utilizarse grandes compañías con flujos de ingresos estables, como Coca-Cola (KO) o Walmart (WMT).
Su principal desventaja son las numerosas limitaciones regulatorias que existen para operarlos. Para personas jurídicas que acceden al MULC, la tenencia de CEDEARs está incluida en el límite de disponibilidad de USD 100.000 y no pueden operarse ni en los 90 días previos ni en los 90 días posteriores al acceso al mercado oficial. Esta restricción de 90 días también se aplica a personas físicas que hayan accedido al dólar solidario.