Tras el pago de cupones efectuado el pasado 9 de julio, el Tesoro desembolsó aproximadamente USD 4.200 M en concepto de servicios de deuda, de los cuales USD 3.600 M correspondieron a bonistas privados. Cerca de USD 2.000 M pertenecen a inversores locales, representando una inyección de liquidez que abre paso a la búsqueda de opciones de reinversión atractivas en un contexto aún desafiante.

Para evaluar si la reinversión en la curva soberana argentina resulta una estrategia atractiva, repasamos el desempeño reciente de estos instrumentos. En los últimos 12 meses, los bonos soberanos en dólares acumulan una ganancia del 63%. Sin embargo, en lo que va del año se mantuvieron prácticamente sin variaciones, a pesar del fuerte repunte registrado tras el acuerdo con el FMI –el 11 de abril–, cuando llegaron a avanzar cerca de un 8% en una sola rueda. Desde entonces, los títulos perdieron tracción y la deuda soberana comenzó a lateralizar. Este escenario obliga a poner el foco en los tres pilares que podrían sostener una recuperación de los soberanos en moneda dura: 1) la consolidación del superávit fiscal, 2) un resultado electoral favorable que refuerce el rumbo económico, y 3) la acumulación de reservas internacionales.

Hasta ahora, el pilar más débil seguía siendo la acumulación de reservas; no obstante, en las últimas semanas se sumaron nuevos factores de riesgo que desafían el ancla fiscal y aumentan la incertidumbre electoral. El Congreso avanzó con medidas de alto costo fiscal y el cierre de una lista unificada en PBA entre Kicillof, Massa y Máximo Kirchner añade ruido político. Con una economía sin signos claros de repunte y mayor presión cambiaria, el escenario hacia octubre se vuelve más desafiante, complicando el panorama de corto plazo para la recuperación de los bonos soberanos en dólares.

Dado que no observamos señales claras de una compresión del riesgo país (hoy en 717 pb) en el corto plazo, consideramos prudente mantener un posicionamiento más defensivo, con una mayor ponderación de bonos corporativos y BOPREAL. El siguiente gráfico muestra la relación entre rendimiento (YTM) y convexidad para distintas clases de activos en dólares, agrupadas según su duration. La convexidad refleja cómo varía el precio de un bono ante movimientos en la tasa de interés: a mayor convexidad, menor es la sensibilidad negativa del precio ante una suba de tasa y mayor la ganancia cuando las tasas caen.

En el gráfico se observa que los bonos corporativos bajo ley extranjera y los BOPREAL presentan combinaciones atractivas de rendimiento y convexidad tanto en el tramo corto como en los tramos más largos, lo que mejora su perfil riesgo-retorno frente a los corporativos ley local. Además, como mencionamos en El trade electoral, ambos vienen mostrando rendimientos más estables, lo que refuerza su atractivo en un contexto de mayor incertidumbre. En contraste, si bien los bonos soberanos en dólares presentan mayores niveles tanto de YTM como de convexidad, se observa una volatilidad considerablemente más alta. En este contexto, y contemplando los desafíos hacia adelante, no puede descartarse que vuelvan a verse bajo presión en el corto plazo.

Dentro del segmento corporativo bajo ley extranjera, en el tramo corto destacamos Pampa 2026 MGC9O (6,3% TIR), Telecom 2026 TLC1O (6,2% TIR) e YPF 2029 YMCIO (7% TIR). En el tramo largo, Telecom 2031 TLCMO (8,2% TIR), YPF 2031 YMCXO (8% TIR) y TGS 2031 TSC3O (7,4% TIR) lucen atractivos no solo por ser compañías sólidas sino también por su relación rendimiento-convexidad. 

Si bien optamos por sobreponderar los corporativos bajo Ley Nueva York, recomendamos las siguientes ONs bajo Ley Argentina para aquellos inversores que, ante las restricciones cambiarias vigentes, prefieran esta alternativa. Sugerimos Tecpetrol 2026 TTC7O (5,1% TIR) e YPF 2027 YM35O (6,9% TIR) en el tramo corto y Vista Energy 2029 VSCPO (6,3% TIR) y Telecom 2028 TLCOO (7,4% TIR) en el tramo largo.

Además, como se puede observar en el gráfico, los BOPREAL, en particular el BOPREAL Serie 1-C (7,2% TIR y MD de 1,65), se distinguen sobre los corporativos comparables por su mejor relación rendimiento-convexidad. Además, su rendimiento corriente del 5,2%, es muy similar al rendimiento corriente que ofrece el GD41, lo que refuerza su atractivo.