El segmento de semiconductores viene mostrando una suba importante en los últimos tres meses favorecido por la mayor apertura de China, la mejora en las cadenas de suministros y la desaceleración en el aumento de tasas. Sin embargo, ante las bajas perspectivas de crecimiento mundial, analizaremos si este sector muestra oportunidades en el corto plazo o si su recuperación todavía puede llevar tiempo. 

En los últimos años, los semiconductores comenzaron a destacarse como el motor de las principales industrias tecnológicas al utilizarse tanto para automóviles como para inteligencia artificial o minado de criptomonedas. El segmento tuvo un despegue importante especialmente en los últimos cinco años. Pero se destacó principalmente durante los años 2020 y 2021, con ventas globales que crecieron a tasas anuales de 6,8% y 26%, respectivamente. Las razones principales fueron dos: los confinamientos aumentaron la demanda de dispositivos móviles y el despegue de criptomonedas hizo subir la compra de semiconductores para el minado. En los últimos cinco años y medio, en el ETF iShares de Semiconductores (SOXX) el segmento registró un retorno promedio anualizado de 22% y superó tanto al promedio anualizado del S&P (19,2%) como al del sector tecnológico (18,3%).    

Sin embargo, este boom reciente obligó a las compañías a realizar importantes gastos de capital para hacer frente al nuevo nivel de demanda: los gastos promediaron una tasa de crecimiento anual de 14,4% versus el 7,5% que representaron los ingresos. A este contexto se le sumaron factores exógenos como los confinamientos en China o la invasión a Ucrania, que afectaron tanto a los costos de los commodities como a las cadenas de suministros, lo que hizo retroceder un 35,8% al segmento durante 2022. En paralelo, se añadió la suba de tasas impuesta por los principales bancos centrales que golpeó fuertemente su tasa de descuento, lo que afectó las valuaciones de las firmas, al mismo tiempo que encareció la renovación de deuda. Por último, el sector sintió el impacto cuando los conflictos geopolíticos llegaron a la región de Taiwán y Corea del Sur, dos países que concentran la fabricación del 50% de los semiconductores del mundo.  

En los últimos cinco años los gastos de capital mostraron un mayor crecimiento que la tasa de crecimiento de ingresos

Semiconductores: perspectivas para el año

Durante los últimos tres meses el sector se recuperó en casi un 22% favorecido por la normalización de las cadenas de suministros a nivel global. Así, el SOXX superó al índice Nasdaq, que registró un alza de 16,1%. La mayor reapertura de China, segunda economía global, impulsó la demanda de semiconductores y, en paralelo, se reactivó la producción de empresas que estaban localizadas en ese país y demandan chips: Apple, Nvidia, etc. Para profundizar sobre este tema recomendamos Reapertura china: ¿momento de subirse?.

Sin embargo, las perspectivas para 2023 se mantienen sombrías dado que las ventas globales de la industria se estiman en una contracción en torno al 4,4% i.a. Las razones son muy variadas. Principalmente, vemos el fuerte recorte de gastos que están estableciendo las mayores empresas tecnológicas, lo que impactaría negativamente en la demanda de semiconductores. A esto se le suma que los conflictos geopolíticos entre China y Estados Unidos se mantienen latentes, lo que podría golpear a la industria, especialmente si el gobierno de Joe Biden establece prohibiciones de exportación hacia el gigante asiático. En este escenario, un eventual bloqueo afectaría a la industria, dado que China es uno de los mayores compradores de semiconductores (demanda 20% del mercado global). Por último, habría que ver qué camino toma la Fed respecto de la suba de tasas, dado que un escenario hawkish por un tiempo más prolongado dificultaría aún más la recuperación del sector. 

Conclusiones

En este escenario consideramos que el segmento de semiconductores aún puede verse afectado durante este año. Por lo tanto, recomendamos ser cautos dada la volatilidad que pueda marcar especialmente en el corto plazo. Sin embargo, con tecnologías como la inteligencia artificial y los automóviles eléctricos, que tienen a los semiconductores como principales suministros, invertir en esta industria se vuelve interesante para perfiles más agresivos que toleren los desvíos que pueda llegar a tener en el mediano plazo. La mayor parte de las principales compañías que componen al ETF SOXX puede adquirirse como CEDEARs en moneda local, y es posible armar casi el 60% del ETF con sólo diez firmas. Entre estas, Broadcom (AVGO) presenta ratios atractivos en comparación al sector como su dividend yield (3,06% vs 1,02%) y su ROE (50,1% vs 36,6%). A su vez, la firma tiene un 80% de recomendación de compra de la plataforma Bloomberg, y supera con esto al 71% de sus competidoras.