Las compañías del segmento industrial de EE. UU., representado por el CEDEAR SPDR Industrial Select Sector (XLI), se encuentra en máximos históricos tras registrar un alza de 9,8% en lo que va del año, superando tanto al S&P 500 (+2,4%) como al resto de los sectores que integran el índice.

Este buen desempeño refleja, en parte, el impacto de las políticas proteccionistas de Trump, en especial los aranceles a la importación. Si bien estas medidas generan importantes disrupciones en las cadenas de suministro, favorecen a productores de bienes y servicios basados en EE. UU. por sobre sus competidores internacionales.

General Electric fue una de las compañías que más contribuyeron a la suba del sector, con un alza de 46% en el año y una valuación de USD 262 MM, junto con el contratista militar RTX, cuyo valor bursátil trepó 24% en lo que va de 2025 hasta alcanzar los USD 190 MM. Ambos casos llaman la atención, ya que estas firmas, vinculadas a la industria aeronáutica, anticipan que las tarifas de Trump podrían tener un impacto negativo de hasta USD 850 M en algunas de sus líneas de negocios.

Otras compañías industriales prominentes con buen rendimiento en 2025 incluyen a Boeing (+25%), el fabricante de maquinaria agrícola John Deere (+25%) y el gigante del equipamiento industrial 3M (+15%). En todos los casos, se trata de empresas con importantes centros de producción dentro de Estados Unidos.

En sentido opuesto, múltiples compañías industriales internacionales están padeciendo los mayores costos de acceder al mercado norteamericano. Entre ellas, las automotrices Stellantis y Nissan, cuyas cotizaciones acumulan bajas de entre 14% y 17% en 2025.

Lo interesante del sector industrial estadounidense es que su buen desempeño no se limita al impulso coyuntural de las tarifas de Trump, que podría ser transitorio. En los últimos tres años, el sector ha superado en rendimiento al S&P 500 de forma sostenida, a pesar de no contar con gigantes tecnológicos como Nvidia entre sus componentes.

Esto refleja que las ventajas competitivas de EE. UU. también se extienden a sectores industriales clave, los cuales podrían beneficiarse aún más en el futuro gracias a mejoras significativas en productividad y márgenes, impulsadas por la incorporación de inteligencia artificial en los procesos productivos.