Alguna vez, internet llegó para revolucionar nuestras vidas, abriendo diversas puertas que desconocíamos por completo: hoy, hacer una compra vía e-commerce, “googlear” para obtener información al instante o enviar un mensaje de texto instantáneo a un conocido – sin la necesidad de tenerlo cerca – implican acciones tan fabulosas como cotidianas. Este mundo online, que cada vez alcanza más dispositivos que se intercomunican entre sí, lo que llamamos “internet of things”, puede tener un vuelco con la llegada de la tecnología 5G. ¿Su irrupción es comparable con la llegada de internet al mundo? ¿Qué es realmente 5G y qué vino a cambiar?
Para ser exactos, el término 5G hace alusión a la quinta generación de conectividad móvil y, tal como adelantamos, representa mucho más que un mero avance respecto a su antecesor (4G): es una red que posee el potencial de transformar el uso de internet tal como lo conocemos. Su velocidad de descarga es exponencialmente superior a la de tecnologías anteriores: a modo de ejemplo, es posible descargar un video de 2 horas en tan solo 3,6 segundos gracias a 5G, vs los 6 minutos que demora con 4G.
Pero la principal novedad de esta tecnología es su velocidad de respuesta prácticamente inmediata, al reducir al mínimo la latencia (tiempo de respuesta de la web). Esta cualidad convierte a la conectividad móvil de quinta generación en una tecnología única, incomparable con ninguna otra, y capaz de revolucionar industrias completas.
Impacto 5G
La pandemia aceleró la necesidad de “descentralizar”, es decir, que más usuarios puedan conectarse en cualquier momento y desde cualquier lugar del mundo. Esto se traduce en el trabajo a distancia, que en muchos casos llegó para quedarse, aumentando enormemente la demanda de redes más robustas. Cabe destacar también que, para las empresas, la pandemia acrecentó la necesidad de estar más conectadas con sus consumidores mediante internet, y de manera más cercana. Para todos estos procesos, un internet más potente resulta fundamental.
5G llegó para proveer este “internet más potente”, pero no solo eso: su velocidad de respuesta inmediata, de tan solo un milisegundo – 400 veces mayor que el parpadeo de un ojo –, lleva a que se puedan realizar tareas a distancia que anteriormente no eran posibles, una cualidad que convierte al 5G en una tecnología que vino a cambiarlo todo. Tal será este impacto que, según la consultora McKinsey, se espera que al 2030 se agreguen entre USD 1,2 y 2 billones al PBI de Estados Unidos – lo que representaría el 5% de su economía – aportados por solo cuatro industrias, donde el 5G generará un “antes y un después”: salud, automatización, comercio minorista e industrias.
La velocidad de respuesta de la conectividad 5G, de tan solo un milisegundo, lleva a que se puedan realizar tareas a distancia que anteriormente no eran posibles, una cualidad que la convierte una tecnología que vino a cambiarlo todo.
Ahora bien, ¿cuáles son estas transformaciones? Primero y principal, esta velocidad de respuesta permite llevar a nuevos niveles la automatización, en mayor medida en plantas industriales, con equipos conectados, comunicándose entre sí y enviando más información, lo que ayuda incluso a prever fallas a futuro. En el caso de la salud, esta “instantaneidad” resulta clave para tener mayor fiabilidad al momento de realizar, por ejemplo, operaciones a distancia. Por otra parte, la automatización de vehículos, deliverys y última milla en ciudades hace necesaria una velocidad de conexión y respuesta 100% inmediata.
La tecnología 5G, además, impulsará el crecimiento exponencial de otras industrias, como plataforma habilitadora para la realidad virtual / aumentada y la inteligencia artificial (entre otros avances). A modo de ejemplo, los celulares Apple comenzaron con 3G. Con conexiones inmediatas, como las brindadas por 5G, el “internet of things” – una mayor cantidad de dispositivos interactuando entre sí con mayor fiabilidad – tomará un mayor impulso.
La conectividad de quinta generación también tiene su impacto en términos sustentables. En tiempos en los que el ahorro energético resulta fundamental (para entender por qué, podés leer nuestra nota sobre transición energética), esta tecnología permite mejorar la eficiencia: transformar ciudades en “ciudades inteligentes” es importante para lograr un uso eficiente de los recursos y bajar las emisiones de carbono.
Status actual y proyecciones futuras
Para que 5G funcione correctamente, se necesita una frecuencia con un ancho de banda mucho mayor, lo que requeriría una infraestructura completamente nueva. El ratio de cobertura de las antenas 5G es considerablemente inferior al de 4G. Se proyecta que, solo en Estados Unidos, se necesitan 13 millones de antenas a un costo de 400 mil millones de dólares.
Sin embargo, para 2030, se estima que en los países pioneros, EE.UU, Japón, Corea del Sur y China, más de la mitad de las conexiones móviles serán 5G. Esto se verá principalmente en ciudades y zonas industriales, mientras que para muchas áreas rurales 5G puede estar muy lejos o quizás nunca materializarse.
Lo que está claro es que la conectividad 5G llegó para quedarse. Distintos gobiernos y compañías tecnológicas alrededor del mundo ya ponen manos a la obra para que esta tecnología, poco a poco, alcance cada vez más usuarios y dispositivos. Es justamente por este motivo que la posibilidad de invertir en el sector resulta por demás interesante.