Los contratos de futuros siguen cayendo y en los últimos 30 días se desplomaron 34% en promedio. La caída se concentró casi exclusivamente en los contratos más largos, en tanto que los contratos de junio y julio mantienen un ritmo de devaluación implícito elevado de 10% y 12%, respectivamente.

En nuestra opinión, que los contratos cortos sigan priceando devaluaciones tan altas señalan que la caída se debe a la intervención del BCRA y que las tensiones cambiarias continúan vigentes.

El ritmo de devaluación implícito promedio para los próximos 12 meses se desplomó a 9,1% mensual y 185% anualizado. Hace una semana era de 10,0% mensual y 214% anualizado. Como referencia, en los últimos cinco días hábiles el crawling del A3500 mantuvo un ritmo de 7,4% mensual.

Así las cosas, la curva de tasas implicitas comprimió en otros 453 pbs y luce más aplanada que nunca con el BCRA interviniendo en la parte larga. Los contratos rinden 121% y 138% entre junio y julio, 150% y 152% entre agosto y noviembre, 165% y 175% desde diciembre en adelante.

En la semana vimos bastante volumen y se operaron 6,5 millones de contratos, por encima de las semanas anteriores que rondaban los dos millones de contratos. Por la intervención del Banco Central, el interés abierto alcanzó a fin de mayo un nuevo máximo de 4,5 millones de contratos.