En otra semana de mucha volatilidad, los contratos futuros volaron y cerraron con una suba promedio de 4,0%. El alza comenzó el lunes, cuando el BCRA sorprendió al no renovar sus posiciones de julio. En retrospectiva el timming fue muy malo, tan solo un día antes el oficialismo había perdido la gobernación de Chubut. Además, durante la semana el ritmo de devaluación oficial se elevó por encima del 10%.
Finalmente, el sector público reanudó con fuerza su intervención a partir del martes. Por la participación del BCRA, entre el lunes y el viernes el interés abierto creció en USD 740 millones a USD 3.067 millones. La intervención se concentró en el contrato de agosto, que quedó fijo en $316 (una devaluación mensual del 14,0%).
El rango septiembre-diciembre registró los mayores aumentos –de entre 5% y 7%–. Así, el mercado teme un salto cambiario después de las PASO. Los precios señalan una devaluación mensualizada de 15,1% para agosto, de 18,1% para septiembre, de 14,0% promedio para el 2023 y de 9,9% promedio para los próximos 12 meses.
Por su parte, la curva de tasas tuvo una impresionante ampliación de 1969 pb. El contrato de agosto quedó “bajo” y rinde TNA 181%. Mientras, entre septiembre y noviembre operan en un rango de 205%-217%. Entre diciembre y febrero en un rango de 219%-226%. Y a partir de ahí caen a un rango de 192%-211%.
La agenda de la semana estará marcada por las PASO. A peor resultado del oficialismo, mayores chances de un salto discreto en el corto plazo. También estaremos atentos al grado de intervención del BCRA, que aún tiene mucho poder de fuego (entre USD 7.000 M y USD 8.000 M) y podría decidir utilizarlo para hacer caer los contratos más largos. Finalmente, será muy importante ver si el Gobierno mantiene un ritmo de devaluación con doble dígito.