- La pretendida política fiscal de mayor sustentabilidad por parte del poder Ejecutivo es necesaria. La estabilización económica demanda que la política fiscal se coordine en una transición con una menor expansión de la política monetaria.  

- La recaudación tributaria nacional de enero reiteró un crecimiento en términos reales respecto al mismo mes de 2020. La variación interanual de la recaudación ajustada por precios fue del orden del 8%.

Resumen

- El año fiscal presenta un desafío complejo para el gobierno en relación a la necesidad de sustentar las cuentas fiscales en un marco económico que no presenta una recuperación neta. El planteo del recorte de subsidios y ajuste tarifaria revelan esa perspectiva.  

- No obstante, la necesidad de una gestión fiscal coordinada para el objetivo de minimizar los desequilibrios del año anterior se matiza en el año electoral. En ese sentido se encuentran el proyecto de ley para reducir la carga impositiva de ganancias y los controles de precios a nivel nacional.  

- Se espera que la gestión de controles y restricciones sobre algunas variables nominales como los precios tenga efectos aunque es sustancial arribar hacia menores niveles de gasto público para estabilizar las cuentas del sector nacional.  

- Nuevamente notamos que si bien el desempeño fiscal de 2020 estuvo determinado principalmente por los gastos de asistencia, este año se deberá minimizar la fragilidad fiscal debido a sus efectos sobre los precios de la economía.  

- Ciertamente, el desempeño fiscal del año 2020 tuvo un fuerte deterioro principalmente por el efecto de la pandemia y el resultante confinamiento extendido lo cual conforma una complejidad en el inicio del año para la posición financiera nacional.  

- La recaudación impositiva de enero de 2021 totalizó $772.860 millones aumentando 46,6% respecto de enero de 2020. Tras dos años consecutivos de pérdida de poder adquisitivo real, el aumento nominal interanual de la recaudación nuevamente fue mayor al aumento de precios.

- La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria fue del orden del 8% interanual. Ciertamente, el aumento real de los recursos tributarios es un factor favorable en el desempeño futuro de las cuentas fiscales si sostiene en el tiempo.  

- Se iniciaron las negociaciones con el FMI en relación al pago de la deuda actualizada en torno de U$S 46.000 millones desde el cual se busca un programa de facilidades extendidas que estire el plazo de devolución hasta los 10 años.

- La gestión fiscal del año deberá digerir los excesos ciertamente necesarios del año anterior. La pandemia y el confinamiento generaron un programa de gasto público extraordinario que deberá tender a un nivel restrictivo para evitar no mayor fragilidad financiera, sino también poder avanzar con el acuerdo de reprogramación de deuda y presiones sobre precios y tipo de cambio.  

- Si bien el poder Ejecutivo a través del Ministro Guzmán notan esa necesidad dado que informaron la suspensión de algunos programas de asistencia como el ATP y establecieron restricciones en otros, será necesario que esa perspectiva sea acompañada por el espacio político a los efectos de su credibilidad y de alejar potenciales medidas discrecionales que desvíen el camino en la mejora de los desequilibrios.

- Sin embargo, el planteo del recorte de subsidios, ajuste tarifaria y sostenimiento de cierta estabilidad de precios y del tipo de cambio, pueden tener efectos no esperados sobre la actividad económica, más aun en el año electoral y la ya conocida dinámica económica expansiva en años electorales. Por ese motivo, el gobierno plantea nuevas medidas y continuidad de otras en aras de evitar un esquema netamente contractivo.

- La probabilidad de un rebrote del virus que exija un nuevo confinamiento tiene cierta verosimilitud y efectos determinantes sobre el programa de estabilización fiscal ya que sería una potencial restricción que definirá el desempeño de las cuentas fiscales. Por esto es crucial el programa de vacunación. A los efectos de que la economía no enfrente nuevas disrupciones de oferta y demanda en un contexto de variables de gran sensibilidad como el tipo de cambio y los precios internos, se deberá tener un nuevo plan fiscal de contingencia.  

- Desde esa perspectiva se derivan el proyecto de ley para reducir la carga impositiva de ganancias para más de 1,2 millones de trabajadores, el sostenimiento del congelamiento de tarifas, la negociación salariales con los gremios, los fuertes controles de precios en todo el país y la continuidad de un esquema de prohibición de despidos.  

- Si bien se espera que la gestión de controles y restricciones sobre algunas variables nominales de la economía, es muy relevante arribar hacia menores niveles de gasto público en aras de estabilizar la cuentas del sector nacional, pues el financiamiento del sector vía emisión monetaria ya tiene limitaciones.

- Nuevamente notamos que si bien el desempeño fiscal del año 2020 estuvo determinado principalmente por los gastos de asistencia, es de esperar una minimización de la fragilidad fiscal debido a que es un factor de impulso para los precios de internos y sobre el tipo de cambio. Ante la necesidad de una estabilización y un menor nivel de desequilibrios macroeconómicos, es fundamental que la gestión económica registre esos factores de disrupciones.  

- El poder Ejecutivo se encuentra en gestiones con el FMI para negociar los pasivos financieros cuyo valor actualizado se estima en U$S 46.000 millones. El Gobierno busca un programa de facilidades extendidas que estire el plazo de devolución hasta los 10 años. Ciertamente y a diferencia del acuerdo con acreedores privados, esto demandará establecer un programa económico de crecimiento sostenible a los efectos de generar liquidez para los pagos futuros.  

- Si se llegará a un acuerdo con el organismo internacional el primer pago concreto a realizarse sería en el segundo semestre de 2025 comenzando con intereses y luego el capital de la deuda. Factor favorable en aras de un avance en suavizar la posición financiera del sector público nacional. Por este motivo, el Ministro Guzmán continúa las gestiones políticas y económicas en aras de respaldar este acuerdo potencial.

- La recaudación impositiva totalizó $772.860 millones durante el mes de enero, aumentando 46,6% de forma interanual, acumulando cinco meses consecutivos de variación real positiva y registrando cierta aceleración respecto a diciembre 2020. La suba estuvo en parte influenciada por ingresos extraordinarios de derechos de exportación dada la suba de precios de las commodities, mientras que los tributos asociados al mercado interno y a la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva registran niveles por encima de la inflación.

- Se registra un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en 8% lo cual constituye nuevamente un factor favorable y de sustento sobre la posición de las cuentas públicas reales. El crecimiento de los recursos tributarios por encima de la inflación establece cierto espacio para la gestión antiinflacionaria y de administración del gasto público.

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