El mercado continúa digiriendo las implicancias de la última reunión de la FED, en la que se alertó sobre las fuertes subas en commodities y se planteó un camino más palpable hacia la normalización monetaria, con una suba de tasas prevista para el año 2023.

Ayer se registraron fuertes bajas en varios commodities: el cobre cayó -4,4%, el oro -4,6% y la plata -6,7%. Las materias primas agrícolas lideraron las bajas entre las que se destacó la soja que perdió 9% de su valor, acumulando una caída de 22% desde sus máximos de principios de mes y perforando los USD 500 dólares por tonelada.

El petróleo se mostró resistente, cediendo apenas -2,5% en tres ruedas y manteniéndose por encima de los USD 70 por barril. Hierro y acero se mantuvieron firmes y no registraron bajas.

Rotación: ¿oportunidad en China?

Con tasas de Treasuries nuevamente en baja (US10YR en 1,48%) y la FED proyectando una inflación que se estabiliza en 2% anual durante 2022 y 2023, la rueda de ayer estuvo signada por un reposicionamiento hacia activos de larga duración, principalmente tecnológicas.

El índice Nasdaq 100 subió 1,3% y cerró en nuevos máximos. Invesco China Technology ETF (CQQQ), que acumula cierto rezago frente al Nasdaq en los últimos meses, saltó 3,5%. Considerando la fuerte correlación histórica, y dado que el Nasdaq (QQQ) acumula un retorno total de 59,8% desde 2020, las tecnológicas chinas deberían subir un 9,4% para equipararse con sus pares asiáticas.

Alibaba es un caso aparte. La compañía continúa con tendencia bajista desde fines de 2020, momento en que el gobierno chino frena la oferta pública de acciones de su brazo de pagos, Ant Group, e inicia una investigación antimonopolio sobre la empresa. 

Dado que las investigaciones del gobierno concluyeron en una multa durante abril del corriente año, despejando incertidumbre sobre las implicancias de la investigación, y considerando que la empresa acumula un retorno negativo de -3,7% desde inicios de 2020 (con ventas creciendo un 41% interanual), su valuación comienza a despertar interés inversor. El comienzo de cierta rotación hacia tecnológicas podría ser el driver que despierte la cotización.