Las minutas de la reunión del 18 de septiembre mostraron que los funcionarios de la Fed no estaban seguros sobre el alcance de los recortes de tasas de interés, pero optaron por una reducción de 50 pb para equilibrar la confianza en el control de la inflación con las preocupaciones sobre el mercado laboral. Solo el gobernador Bowman se opuso al recorte de 50 pb, favoreciendo uno de 25 pb, lo que marcó el primer desacuerdo de un gobernador de la Fed sobre los tipos desde 2005. Tras la publicación de las minutas, y considerando que el mercado laboral está más sólido de lo que la Fed había sugerido, el mercado sigue ajustando sus expectativas de un recorte de 25 pb en cada una de las próximas dos reuniones. Sin embargo, también aumentó la probabilidad de que las tasas no se modifiquen, subiendo al 20% desde el 0% de la semana pasada.

Con este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano continuaron al alza. La UST2Y subió 3 pb, cerrando en 4,02%, mientras que la UST10Y aumentó 4 pb, alcanzando 4,07%, su nivel más alto en más de dos meses. Esto impactó negativamente a la renta fija en general, con los principales índices registrando una baja promedio de 0,3% m/m, acumulando un retroceso del 1,3% en la última semana.

En la renta variable, los tres principales índices estadounidenses cerraron al alza, lo que permitió que tanto el S&P 500 como el Dow Jones alcanzaran nuevos máximos históricos. El S&P subió un 0,7%, el Dow Jones un 1,0% y el Nasdaq ganó un 0,6%. Gigantes tecnológicos como Apple (+1,7%), Amazon (+1,4%) y Microsoft (+0,7%) lideraron el mercado al alza. Este repunte ayudó a mitigar las preocupaciones en torno a Alphabet, cuyas acciones cayeron un 1,5% después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. sugiriera que podría pedir a un juez que obligue a Google a deshacerse de negocios clave, como su navegador Chrome y su sistema operativo Android, para abordar su monopolio en las búsquedas.

En cuanto a los commodities, la tensión en el mercado energético disminuyó y el precio del crudo volvió a retroceder, con el WTI cerrando el miércoles en USD 73,2 por barril, tras una caída del 4,6% el día anterior. Este retroceso fue impulsado por las noticias de un posible alto el fuego entre Hezbollah e Israel, además de la débil demanda y el aumento de la oferta. Los datos de la EIA mostraron un incremento de 5,81 millones de barriles en los inventarios de crudo en EE. UU., superando las expectativas del mercado de 2 millones de barriles. Además, la EIA revisó a la baja su pronóstico de demanda para 2025, citando desaceleraciones económicas en China y América del Norte, lo que ejerció mayor presión sobre los precios del petróleo. El retorno de las exportaciones de petróleo libio también está afectando los precios en el Mar del Norte y el Mediterráneo, ya que las refinerías locales han reducido las compras de crudo de fuera de la región. Mientras tanto, se espera que el huracán Milton impacte la costa del Golfo de Florida, lo que podría interrumpir el suministro de gasolina en uno de los estados con mayor consumo de EE. UU.