La economía estadounidense creció más rápido de lo esperado en el 2Q24, impulsada por el mayor dinamismo del consumo y la inversión privada, al tiempo que los precios implícitos se desaceleraron, dejando intactas las expectativas de un recorte de las tasas de interés por parte de la Fed en septiembre. Concretamente, tras haber crecido 1,4% t/t anualizado en los primeros tres meses del año, la primera estimación del PBI del 2Q24 avanzó 2,8% t/t anualizado, superando las expectativas del mercado que esperaban 2,0%. El consumo privado creció 2,3%, la inversión 8,4% y el consumo público 3,1%, mientras que las exportaciones tuvieron una contribución negativa, dado que el alza de las exportaciones de 2,0% fue más que compensada por el incremento de 6,9% de las importaciones. Respecto a la dinámica de la inflación, acorde con lo que venían mostrando los diferentes indicadores, los precios implícitos del PBI avanzaron 2,3% t/t anualizado, desacelerando respecto al 3,1% que habían marcado en el 1Q24.
En cuanto al mercado laboral, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo cayó en 10.000, llegando a 235.000 en el período que finalizó el 20 de julio, por debajo de las expectativas del mercado de 238.000. A pesar de la caída semanal, el promedio mensual ha estado por encima del de junio, lo que podría indicar que, si bien el mercado laboral se mantiene sólido, en el margen muestra un menor dinamismo.
Con este marco de fondo y el fuerte impacto de los balances de las empresas tecnológicas, los mercados tuvieron una jornada mixta, aunque la mayoría de los índices de acciones cerraron a la baja, profundizando la corrección del miércoles. El S&P 500 cayó 0,5%, el Nasdaq 1,1%, mientras que el Dow Jones subió 0,2%. El sector energético y el industrial lideraron las ganancias, mientras que los servicios de comunicación y la tecnología fueron los más golpeados. Entre las megacaps, Microsoft y Alphabet cayeron un 2,5% y un 3,1%, respectivamente, y AMD un 4,3%. En cuanto a las ganancias, AbbVie saltó un 3,4% e IBM se disparó un 3,9% tras publicar resultados optimistas. Por el contrario, Ford Motor tuvo su peor jornada desde mayo de 2009, desplomándose un 18,3% después de no alcanzar las estimaciones del 2Q24.
La expectativa de que la Fed inicie el ciclo de recorte de tasas en septiembre, sumada a la migración de inversores de la renta variable hacia la renta fija debido a la incertidumbre por las megacaps, resultó en una jornada positiva para los índices de renta fija. El rendimiento del UST10Y retrocedió 3 pb hasta 4,26%, mientras que el USDT2Y avanzó 3 pb hasta 4,4%. En consecuencia, los bonos subieron 0,2%, impulsados por los corporativos Investment Grade, que ganaron 0,4% y compensaron las pérdidas registradas en las jornadas previas.